🌼 2.

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La cena está llegando a su fin cuando la directora, Noe, se levanta de la mesa donde comen los profesores para darnos un breve discurso de bienvenida, y nos presenta a los profesores un poco por encima.

Me provocan mucha ternura dos de ellos. Ambos se llaman Javi, y por la forma en que están cogidos de la mano, intuyo que son pareja. Luego está Manu, un poco más bajito; muy simpático y expresivo.

Viendo las caras alegres, los aplausos, y los comentarios de los demás, veo que no son caras nuevas para ellos.

—¿Los conocéis de otros años? —pregunto a mi nuevo grupito, sin mirar a nadie en concreto.

Aitana asiente.

—Sí, a todos. Son los mismos que el año pasado. Son geniales, te van a gustar, ya verás.

—Jo, los Javis son lo más —dice Amaia. —Sus clases son muy guays. Dan interpretación.

—¿Interpretación? Creía que solo veníamos a hacer música —digo yo. Se nota que, con mi ruptura amorosa, me han dado igual las decisiones tomadas a mi alrededor; porque estoy aquí, ahora, y ni siquiera sé que se espera de mí en éste campamento.

De todas formas, interpretar no va a ser un problema, porque en un futuro, me encantaría dedicarme al teatro musical. A lo mejor lo del campamento no va a estar tan mal, al final.

Me fijo en Alfred, que golpea sus dedos contra la mesa y parece que está ajeno a los profesores y a nuestra conversación. Intuyo, en su mirada perdida, que él no ha venido aquí a cantar un poquito. Seguro que toca un montón de instrumentos, y no me sorprendería para nada que también compusiera sus propias canciones.

Saltando de Alfred a la chica con el pelo azul clarito que tiene al lado, me dedico a observar a cada persona del grupo. Como solo somos veinte, pronto he memorizado las caras y la mayoría de nombres.

Me sigue llamando la atención el grupito de Miriam. Me sigue llamando la atención Miriam, de hecho; y eso me preocupa.


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Parece que la noche es clara y no hay nubes en el cielo, porque se ven un montón de estrellas. Cuando callamos un poco, lo cual pasa bastante infrecuentemente durante la noche, se escuchan los grillos bastante cerca.

—¿Se me oye? —pregunta Noe con el micrófono en la mano, subida al escenario; el cual está iluminado con un par de focos muy potentes. —Como todos los años, vamos a empezar con una pequeña celebración en la que, obviamente, los protagonistas sois vosotros —todos aplauden y se miran entre ellos.

Estoy entre Alfred y Roi, y los tres estamos igual de perdidos. Creo que, casi todos los demás, llevan más de uno o dos años asistiendo al campamento, así que se enteran más que nosotros.

En el escenario hay una gran pantalla de proyector, y Noe y Manu están en una esquina controlando un portátil y el equipo de sonido.

—Esto tiene pinta a que nos van a hacer salir a cantar —opina Roi.

—¿Tú crees? —digo yo. —No es que me de vergüenza, pero tampoco es que tenga nada preparado.

—Es karaoke, en realidad —aclara Amaia. —Así que ningún problema.

—Ah, pues mola, ¿no? —comenta Alfred, sentado a su lado.

—¿Quién quiere empezar? —pregunta Manu.

Son muchos los que se levantan de golpe, pero al final acaba subiendo una chica morena. En su camiseta pone "Thalía". Habla con el profesor un segundo, para decirle la canción que quiere cantar, y la base enseguida empieza a sonar. Empieza a cantar un tema de Ariana Grande, con coreografía y todo. Yo alucino.

Aprendiendo a amar 🌼 || WARIAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora