🌼 5.

3.8K 217 24
                                    

—Agoney y Raoul son súper novios —dice Aitana sentada a mi lado; bajito, para que no la escuche Miriam, que se está arreglando dentro del baño.

Ladeo mi cabeza y me froto la frente.

—La verdad es que sí, que he estado viendo miraditas entre ellos.

—El año pasado igual, pero no sacamos el agua clara —sigue Aitana. —Ésta noche, aprovechamos el juego para sacar información.

—¿Cómo eres tan cotilla? —me echo a reír. —No lo parecías para nada, Aitana. Además, se lo puedes preguntar a Miriam.

Amaia baja de su litera y se sienta enfrente de nosotras, en la cama de Miriam.

—Miriam no cuenta las intimidades de sus amigos —dice ella. —Nunca.

Aitana asiente.

Es que encima la leona es buena amiga. Si me odiase un poco menos... sería guay formar parte de su círculo de amistades.

La puerta del baño se abre y todas callamos. Amaia se levanta de la cama de Miriam como un resorte y con su mano alisa los pliegues que ha dejado en la cama. La leona se ríe. 

Si se ríe por Amaia, por Aitana, o por las tres, es algo que desconozco.

Salimos de nuestra cabaña, que es la número tres; y nos dirigimos a la número dos, que es la que ocupan Raoul y Agoney. Vamos rápidas y en silencio, aunque nos queda súper cerca. Una vez allí, Miriam golpea la puerta, y en nada aparece un sonriente Raoul que nos invita a entrar.

La cabaña es idéntica a la nuestra, y está organizada de la misma forma. En el sofá ya están sentados Agoney y Nerea; y nosotras los imitamos y nos repartimos entre el sofá y el suelo que hay delante, pero no hay rastro de los otros dos compañeros de habitación. Raoul nos cuenta que se han ido a otra cabaña porque al final querían estar descansados para el día siguiente.

—Mira, ellos se lo pierden —concluye Raoul.

Cuando los golpes suenan en la puerta de nuevo, todos nos sobresaltamos un poco pensando que se puede tratar de Noe o de Manu; pero son Roi y Alfred, que llegan de su cabaña.

—¿Estamos todos? —pregunta Roi, que enseguida toma asiento en el suelo, a mi lado.

—Falta Mireya —responde Nerea enseguida.

Parece que nos haya escuchado, porque se repiten los golpes en la puerta. Raoul abre y aparece la malagueña con una bolsa de tela azul.

Joe' amigas. Anda que me habéis ayudado, que tenía las botellas escondidas en el camino ese que corremos con Magali; y pesan un montón —protesta la rubia.

—Pide que te convaliden la clase de mañana —se ríe Raoul.

Agoney, que ya veo yo lo que le gusta un buen trago, se levanta enseguida de su posición en el sofá para coger la bolsa.

—¡Amiga! —exclama Miriam, que mira el contenido de la bolsa al lado de Agoney. —¿Pero qué demonios te has traído? ¡Con eso emborracharíamos a mi aldea entera!

Luego se echa a reír, de esa forma tan característica que solo la leona tiene; y me parece el mejor sonido del mundo. No sé qué me pasa que, aunque me gusta escucharla reír, me da como rabia el no ser yo quién provoca su risa. Lo cual es muy cutre, así que intento distraerme.

Me levanto y le pregunto a Agoney dónde están los vasos, solo para hacer algo.

—Ven —me indica que le siga con un gesto de mano. Nos dirigimos a su armario, y de allí sacamos un paquete de vasos de plástico.

Aprendiendo a amar 🌼 || WARIAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora