🌼 18.

3.7K 214 21
                                    

Acabo mi toma de tonos con Manu; he sido la última.

Hace días que no toco el piano, así que antes de que Manu se vaya, le pido si me puedo quedar un rato en la sala. Me quedan unos diez minutos antes de irme al muelle, para encontrarme con Miriam.

-Claro, no hay problema. Acuérdate de cerrar bien la puerta cuando salgas, eso es todo -me sonríe, coge sus partituras, y se va.

Me siento en el banquito del piano y empiezo a tocar. Me relaja, porque estoy bastante nerviosa por la conversación que voy a tener en breves con la leona. Estoy casi en trance, hasta que termino la pieza y un breve aplauso me devuelve a la realidad.

-Miriam -le sonrío. Lleva una camiseta ancha de las suyas y el pelo suelto.

-Hola -me saluda ella, acercándose al piano.

-¿Hace mucho que estás aquí?

-Lo suficiente como para ver lo bien que tocas. El piano -dice, con una media sonrisa. Luego sigue hablando. -He visto que Manu salía, pero tú no, así que he supuesto que estarías aquí sola. En el muelle hay gente, y he pensado que podemos hablar aquí, mejor.

Yo asiento.

-¿Sabes tocar el piano? -le pregunto, en un intento de no entrar en el tema de buenas a primeras.

-Bueno... muy poco. Prácticamente no -dice, encogiéndose de hombros.

-Ven -doy unos golpes encima del banquito, y le hago espacio para que se siente.

Le enseño cuatro cosas básicas, y como ya sabe un poco, enseguida toca una melodía simple ella sola.

Me mira y me sonríe. Luego mira las teclas del piano, y vuelve su vista a mi rostro, con más seriedad en su cara.

-Quiero pedirte disculpas -vale, entonces ya vamos al grano. Espero estar preparada. - Primeramente, por lo de ayer en las duchas. No lo hice solo por el tema Mimi... -se toca los numerosos anillos que lleva en sus manos. -Tenía muchas ganas de ti, y pensé que sería la única forma de acercarme a ti sin que me rechazaras.

Agradezco, siempre, su honestidad al hablar.

-Si te hubieras acercado para hablar, te habría escuchado, Miriam. Quería una explicación por tu parte.

-Agoney te contó lo de mi ex, lo sé.

-¿Tu ex? -levanto una ceja.

-Bueno, mi novio, mi ex. Es complicado -sigue mirando a sus anillos.

Yo siento que las paredes de la cabaña se me van a caer encima. Pero necesito saber. Así que pongo una mano encima de las suyas, para que deje de juguetear con sus anillos, y me mire a la cara. Ella lo hace.

-Tengo una relación... larga. Bueno, larga para nuestra edad. Llevamos dos años juntos. Se llama Pablo, y vive cerca de mi aldea.

Me recuerda un poco a mi historia con Jadel. Ahora que ya sé cómo se llama su novio, que ya tengo un nombre con el que materializarlo, su relación parece más real, y me duele.

-Ya sabes que este año me mudo a Madrid para estudiar, pero él se queda en Galicia. Es mayor que yo y ya está estudiando en una universidad de allí; así que, en principio, no va a venirse conmigo -hace una pequeña pausa. -Últimamente no estábamos muy bien, supongo que él tenía miedo de lo que podía pasar en cuanto el verano terminase y yo me fuera, y en vez de aprovechar el tiempo juntos, discutíamos mucho. Sabíamos que, con la distancia, las cosas solo empeorarían. Así que, aprovechando que él se iba a pasar el verano trabajando con sus tíos en Santiago, decidimos darnos un tiempo para ponernos a prueba. Pasar el verano sin vernos, para ver si nos echábamos de menos y como lo gestionábamos, no sé.

Aprendiendo a amar 🌼 || WARIAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora