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c a p i t u l o d o s
—¿Como que no vas? —solto enojada la novia de Martinez Quarta.
—No, perdón gorda. En serio, anda vos yo te busco si querés pero no quiero que vos te quedes ya quedaste con tu hermana.
—Quedamos —corrigió la rubia.
Chino estiró su pelo para atras con frustración, a pesar que con Ariana no tenía ninguna relación hace años, ellos fueron muy buenos amigos y ella necesitaba de el.
—Ayuda Agus. —le pidio mirandola a los ojos—. ella necesita ayuda ahora. Es mi amiga, si pensas mal no es así.
La chica había quedado en silencio, se puso a pensar no iba a armar bardo por eso, además sabia que el chino era todo suyo.
—Bueno. —finalmente dijo—. Pero, vos te vas a buscarnos.
Y Chinito sonrió asintiendo. La acompañó al auto para acomodar a Bautista atrás, y despiendose.
—Voy en taxi a buscarte ahora y volvemos juntos. —dijo el, la chica asintió y el la besó—. Te amo, avisame cuando llegas.
Agustina asintió sonriendo.
—Sí, te amo más. —sonrio por ultima vez y con eso se despidió.
Lucas entro a la casa y fue a la sala donde Ariana se encontraba sentanda en el sofá grande.
—Y bueno, decime.
La chica sonrió algo tímida.
—Pelee con papá, mal. —empezó—. Me vine para acá a casa de mama y cuando salí del aeropuerto me llamo diciéndome que no estaba en el país y que no iba a poder entrar a casa. No sabes la bronca que me agarro... No supe que hacer, y me acorde de que vos vivías por aca, y con ayuda de vecinos llegué.
Chino sonrió por primera vez relajado. Apoyo sus codos en su rodillas.
—¿Que onda vos? ¿Que es tu vida? No se nada bah no sabía nada de vos hace mil y apareces de la nada acá.
—Sí mildis, no quiero ser cara dura ni nada. Pero pensé en vos. —sonrio de lado, el defensor lo miro como sonreía como esa nena más con esas trencita—. No tengo donde quedarme, mamá me dijo que volvía en unas semana o media. No se, plata no tengo, tengo que buscar del banco pasado mañana que es lo que me deposita siempre papá... Ahí recién voy a tener para pagarme un hotel mientras.
Chino asentía mientras, sabia que tenía una habitación libre de huéspedes y que Ariana podía quedarse sin problemas, el problema estaba en que iba a decir la mama de su hijo.
—No hay problema. Te podes quedar.
Ariana pegó un salto chillido. Yendo abrazar al jugador.
