Deja vu. | Lucas Martínez Quarta.

28

CAPÍTULO FINAL.

Él asiente después de decirle que tiene 10 minutos.

—Bueno... —murmura y sus ojos revolotean por la casa.

Sé que no sabe que decirme así que me acercó al sofá para dejar mi cartera mientras me siento y saco mis zapatos.

—¿Cambiaste tu número? —pregunta al ver que saco mi celular.

Viro mis ojos y dejó a un lado el celular.

—Perdón.

—Sí, cambié. —le digo y el no entiende hasta que se acerca y me mira detenidamente.

—¿Te divertiste? —cuestiona y hace un gesto con su mano por su boca.

Recuerdo que ni me retoque el labial y que seguro tenía toda la pintura esparcida después de los chapes, que boluda.

—¿Te importa? Nosotros no somos nada. —le contestó.

—Ariana por fa....

—Se te van los minutos, tenes cinco ya. —le apuro.

El tira sus brazos al aire y seguido la pasa por su cara. Y me mira, mordiéndose los labios.

Era difícil, como para mí, porque mi corazon empece a sentirlo presionado, como si algo malo iba a pasar. Aun así quería escucharlo.

—No quiero que terminemos así Aria. —empieza y bajo la mirada al suelo—. Hablo en serio, no sabía lo del embarazo, lo juro, además la última vez que estuve con ella fue días antes de lo que pasó en el baño.

Y lo recordé, lo confundida que estaba, pero que me dejé llevar, porque ahí ya me gustaba un poco.

—No quiero que se vaya todo al carajo por algo así, yo te quiero, mucho. Y sos mi amiga, te conozco de muchos años y me duele que terminemos así Ariana. —es donde lo miró y su ojitos estaban brillosos.

Muerdo el interior de mi cachete aguantando el nudo, estaba borracha así que podía llorar más facil.

Chino se adelanta y se sienta alado mío, siento su mano cálida posarse en mi pierna, lo miró y después a los ojos, creo que esperaba que se lo sacará. Es dónde su mano sube a mi pelo y acomoda un mechón que estaba mal cruzado.

—Solo quiero que sepas que nunca te mentí cuando te dije que iba a dejarlo todo. —dice con la voz entrecortada, suspiro asintiendo—. No, te hablo en serio Ariana, así como vos me hablaste aquella noche en la cocina, sé que te dije mil veces la misma cosas pero ¿sabes por que? porque es lo que siento nunca te cambie las cosas, capaz antes no podía ni me animaba a decirte pero ahora sí, te lo dije directo la primera vez, me gustas, mucho, me enamoré de vos desde pendejo Ari.

Dejé de mirarlo, podía parecer exagerada pero iba a llorar, los ojos de Chino estaban cristalizados ¿O era yo la que veía mal?

Sí a él se le escapaba una lágrima yo iba a llorar a los gritos.

—Te juro, te juro por mi mamá —sigue lo miro a la cara y besa su dedo—. Esa noche te hablé en serio, iba a hablar con ella, le iba a decir todo, porque yo de verdad quería estar con vos, por fin de una vez... Puede parecer que nunca solté, pero sí es verdad, capaz es verdad y el amor de mi vida sos vos, capaz no, no lo se pero siento cosas fuertisimas por vos, no se compara a nada de lo que siento por Agustina, a ella la quiero y pensé que la amaba pero desde que llegaste vos cambiaste mi forma de pensar y me di cuenta que a la única persona que amé y amo en serio seguís siendo vos, mi mejor amiga, la vieja Ariana y ahora ésta, que no cambió mucho, por eso me volviste a enamorar en esos días que estuviste conmigo.

Sentía un nudo en él pecho y quería que pare, pero también abrazarlo, no me animaba.

—Por favor Lucas, enserio basta. —pedí y quite rápidamente la primera lágrima que salió.

—Te juro que iba a dejarlo todo, pero ahora no puedo. —dijo y se acerco a tomarme de la cara, lo observe y ya no aguante empece a llorar—. Te amo Ariana, pero no puedo dejar un hijo, no puedo. Tengo que hacerme cargo, no quiero que crezca sabiendo que yo no estuve.

Eso me partió él corazon.

—No te voy a pedir que me esperes porque va a ser mucho pero quiero que sepas que pase lo que pase mi corazón va a seguir siendo tuyo, como lo es desde hace años. —moría, me moría eso sentía, no pensaba ver esto pero Lucas empezaba a llorar y era mucho para mí—. Sé que Dios hace las cosas por algo pero ahora no entiendo, no puedo entender porque no quiere que estemos juntos hoy...

Lo abrazo porque necesito hacerlo y le digo que lo amo sin pensarlo mucho.

—Te amo Lucas. —digo sintiéndome rara.

Sonaba todo como una despedida.

Lo era.

Amando a alguien que era prácticamente prohibido.

—Sí, estamos destinados tarde o temprano nos vamos a volver a encontrar, o te voy a buscar. Pero ahora no, no puedo dejar a mí hija e hijo. Espero que sepas comprender Ariana, pero te pido que me creas, no pienses que jugué con vos, porque yo era el más ilusionado de poder empezar una vida con vos.

Lloré, lloré desconsoladamente en su pecho mientras el acariciaba mi espalda y besaba mi cabello. Ahí entendí, lo que el sintió antes, entendí lo que era el amor, lo que era estar enamorada en serio.

Porque yo también me había enamorado de él.

Esa noche fue rara, no dijimos nada más y solo lloré, el trataba de calmarme pero no podía hasta que media hora después lo hice y entendí, lo dejé ir.

Y solo un beso de despedida, siempre iba a recordar esa noche.

Él no me buscó más, no me mandó mensajes ni me llamó, yo tampoco.

Pasaron dos semanas y no podía creer que estaba tanto tiempo sin verlo, y lo sentía como si fuera esa noche, supe que no iba a superarlo rápido y pensé en lo que me había dicho Luciana, en irme.

Charle con mi papá arreglando las cosas, también con mi mamá y finalmente me fui a España, donde comencé mi vida desde cero.

Sin Martinez Quarta, tardé meses en superarlo, cuatro meses que se basaban en pensar que podía estar haciendo o que no, pero llegó el día donde me desperté y mi primer pensamiento ya no era Chino.

Me acostumbre sin él, como seguramente él sin mí, volví a ser feliz encontrando a otra persona que no era como Lucas, totalmente diferente, supe que nadie iba a ser como él ni tendría las mismas cosas, pero de eso se trataba todo, de superar y seguir.

Y yo seguí con mi vida, sin saber nada de Lucas, pero me bastaba saber que él seguramente era feliz y con su nueva beba y así, poco a poco lo olvidé, aunque no el sentimiento que sentía por él.

Aprendí a vivir sin él.

Empecé a ser feliz y deseando que él tambien lo esté.

Al final, siempre iba a querer verlo feliz y al parecer él lo era con su vida, eso me hacía feliz.

•••

[oficialmente terminada]

lloro porque fue mi primera fanfic con la que volvi después de haber dejado de escribir por dos años casi.

como verán no me gusta los finales felices de todo re hija de puta pero SI, la vida es así (?)

[va a tener un epílogo así q tranka que lo voy a subir en la noche o mañana veo.]

ahora que estoy libre de estar fic voy a dedicarme por completo a la de scocco y enzo perez, por si quieren leerla esta en mi perfil.

gracias por sus votos y comentarios que me animaron a seguirla cuando por ahí me colgaba mucho.

gracias, las amo💜