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c a p i t u l o  u n o

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c a p i t u l o  u n o

—Chino, ¿Pusiste la pañalera en el auto ya?

—¡No! Me olvidé. —gritó, era eso lo que se estaba olvidando.

Agustina apareció en la sala mirándolo con su hijo en brazos.

—¿Lo pusiste? —pregunto de nuevo la chica ya que no había escuchado su respuesta anterior.

—No gorda. —suspiro—. Busca vos, yo voy a hacer el lugar para guardar el coche de Bautista.

La chica sin decir nada se dio vuelta para irse a buscar lo que necesitaba. Lucas tomó las llave de la casa y el auto para caminar al pasillo que llevaba a la salida de la casa abriendo la puerta sin mirar.

Del otro lado la chica esperaba tocar la puerta pero él ganó.

—¡Hola Lucas! —chillo contenta la chica ganándose una mirada sorpresa de el—. ¿Me extrañaste?

Chino quedo inmóvil por unos segundos viendo a la chica con una sonrisa grande. Ni recordaba hace cuanto no la veía pero seguramente años...

Ella estaba cambiada, muy cambiada para su punto de vista. Linda. Y alta, más de lo que el recordaba.

—Ariana. —hablo por fin el, no sabiendo bien que decir, sonrió un poco, la chica le estaba mirando con una sonrisa grande y haciendo esa constumbre. Sonreír aprentando y dejando salir apenas la punta de su lengua.

—¿No me vas abrazar forro? —arqueó una ceja. Chino estaba apunto de encogerse de hombros cuando ella abrio sus brazos y lo abrazó—. Te extrañé chinito.

La chica lo soltó y el no sabia que decirle. Observo mejor, si no la conociera diría que no era de aca. Bien podía pasar de esas minas californianas con mucha plata. También se dio cuenta que llevaba un bolso mediano en la mano y una valija.

—Yo también. —contesto después—. ¿Que haces por acá?

Lo último que supo de ella es que se había del país.

—Bueno, discutí con mi papá... —viro los ojos—. Y tuve que volverme. ¿No tenés problema? —ella levantó su bolso y el se quedo sin entender.

—¿Ya estas...? —su novia apareció detras mirando como Lucas estaba en la puerta. Y el se abrió dejando ver a su amiga.

Guchi miro a Ariana de pies a cabeza como vestía: llevaba una remera blanca corta un poco mucho escote para su gusto, short de jean cortos, zapas, una campera y el choker brilloso. La chica era linda, y pensando bien ¿Que mujer no se enojaría un poco si la encontras en tu puerta hablando de lo mas bien con tu novio? Porque a ella si. Bueno lo que mas le molesto en ese momento era que  quién pudiera vestirse así y que le quede bien.

—¡Hola! —saludó Ariana—. Soy la amiga de Chino. Bueno era su mejor amiga. ¿No?

Y hubo un silencio, Guchi fruncio su ceño le paso Bautista a Lucas y este recién hablo.

—Ariana. ¿Te acordas te hable de ella una vez? —miro a su novia, entonces ella asintió.

—Ah, si... ¿Ella es Ariana? —Chino asintió junto con la chica—. Hola, soy Agustina la novia de Lucas.

—Sisi, sabía.

Y todo se quedo en silencio. Lucas miraba a Ariana sin entender y Guchi seria anda a a saber que pensaba se dijo.

—Che Ari, pasa. ¿Te ayudo? —preguntó y agarró su valija con la mano libre entrando de nuevo a la casa, su amiga la siguió detras.

—Que linda casa. —sonrió Ariana.

—Gracias.

—¿Puedo hablar con vos de algo?

Ariana miro a Lucas suplicando un poco más con su mirada.

—Te espero afuera. —dijo Caniglia y tomó a Bautista y se fue a unas de las habitaciones.

—Es hermoso. ¿Tu hijo, no? —chino asintió.

—Gracias. —sonrió el jugador—. ¿Pasó algo?

—Un favor. —sonrió inocentemente—. ¿Podrias bancarme acá unos días? 

Deja vu. | Lucas Martínez Quarta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora