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c a p i t u l o   t  r  e  c  e

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c a p i t u l o   t  r  e  c  e

Todo pasó tan rápido.

Lucas consolando a su amiga después dándose cuenta de la cercanía y que lo que más quería hacer en ese momento era besarla.

Tenía miedo que ella le corriera la cara pero se sorprendió cuando sintió las manos caliente de Ariana en su cara intensificando el besó, ella no le rechazó.

Ella no pensaba, solo aceptaba, a pesar que por él solo sentía que lo quería por la amistad de años, no podía decirle que no.

El beso fue de lento a un aumento la velocidad, de pronto las manos chicas de ella tocaban su cabello, razón para él que suelte su cara y lleve sus manos a la cintura de Ariana con algo de miedo, no sabía si hacerlo, pero lo hizo la apretó para que ella reaccionará.

De un momento ella se encontró encima Lucas la ayudó a que estirará sus piernas por detrás así quedando ella sentada sobre él.

El jugador solo pensaba en todas las veces que había soñado con que ese beso se de, años atrás... Y algunas a veces ahora, que ella había vuelto. Se tentaba de poder bajar sus manos pero sabía que no podía hacer eso, bueno besarla tampoco podía ni debía así que pensó «¿por que no hacerlo?»

Sus manos empezaron bajando por su espalda a llegar a su cadera, cuando ella le mordió el labio donde la cabeza de él reaccionó y se separó bruscamente.

—¿Que? —preguntó ella confundida con sus labios rojos.

—Perdoname —murmuró, ella fruncio su ceño, él no dijo más nada estaba confundido.

Ariana por intuición se salió de encima de él parándose y preguntando que acaba de pasar, estaba besando a su amigo.

—No, perdón... A vos... Dios, ehhh, gracias por haberme escuchado. Perdón. —tropezó con sus palabras, agarrando su celular del piso y cruzando por a lado de chino para irse a su habitación.


Él quedó claramente confundido por todo, llevó su dedo a su labios ella lo había mordido fuerte, miró su dedo, sí tenía sangre.

Negó con la cabeza, no entendía tampoco qué pasó y como llegaron a eso, pero la primera idea que le llegó fue que Ariana se dejó llevar porque estaba algo vulnerable y con necesidad que alguien le escuché.


•••

Agustina le daba de tomar la mamadera a Bauti en la sala, cuando Ariana apareció y se sacó un peso de no ver a Lucas.

—Buenos días. —saludó con una sonrisa algo nerviosa.

—Hey, buenos días. ¿como estamos, hoy?

La chica estaba sentada en el sofa mientras se desayunaba, le parecía raro que siendo las 9:30 ya éste haciéndolo ya conocía los horarios de los dos y Guchi desayunaba más tarde.

—Bien, gracias. ¿Vos?

—Bien, también.

Ariana se acercó y besó el cachete de Bautista.

—¡Hermoso! —le hizo su voz, a lo que el bebe sonrió, haciendo que su mamá también sonría—. Voy a prepararme algo.

Y fue hacía la cocina, al entrar el peso que se quitó  no duró mucho.

—Ah, hola... —saludó nerviosa viendo como Lucas de espalda estaba en la pileta lavando una taza.

Lucas se giró para mirárla, aclaró su garganta.

—Hola

Ariana no sabía que decir, bueno sí, el tema era animarse y ganó su forma de ser.

—¿Como dormiste? —se ánimo a preguntar mientras hacía puntitas de pies para alcanzar un vaso de la alacena.

—Bien. ¿Vos estás mejor? —el se incorporó y le tendió el vaso que limpió.

Ariana se dio cuenta y sonrió nerviosa agarrando.

—Bien, un poco mejor que ayer. —admitió y por fin lo miro a la cara despues sus ojos fueron a su labios que tenía un corté, recordó que ella lo mordió.

—Me alegro Ari. —y martinez quarta sonrió.

Ella asintió se habia puesto roja al ver el labio cortado de su amigo, quién fue ella precisamente la culpable recordando lo de la madrugada nerviosa de nuevo se giró a buscar el café y leche en polvo.

Lucas todavía seguía ahí sin saber bien que decir.

—Bueno, me voy... Estoy llegando tarde al entrenamiento. —avisó agarrando la servilleta de mano para secarse, dicho eso empezó a caminar para salir de la cocina.

—Suerte... —susurro bajito, no lo suficiente ya que él escuchó.

—Gracias. —le contestó por ultima vez y salió.

—Dios... —suspiró Ariana cuando estaba sola—. La puta madre casi me muero...

Se relajó al escuchar que la puerta principal se cerraba, así que se apresuró a terminar de hacer su desayuno cuándo Agustina apareció en la cocina.

—¿Queres ir conmigo a llevarlo a Bauti un ratito a la plaza?

—Si,si...

—Dale, igual desayuna tranquila, después vamos... —le sonrió y se fue de nuevo.

En ese momento se sintió muy mal, Lucas habia engañado a su novia y con ella, se sentia fatal porque Agustina la trataba bien, porque si ella era todo lo contrario tal vez la misma sensación no iba a sentir.

Y decidió que lo pasó con él, ya no iba a pasar más que eso, solo fue un chape y que quedaba todo ahi...

Al final siempre dicen que chape no arruina amistad ¿no?

Deja vu. | Lucas Martínez Quarta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora