Eitin

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El reloj marca las 3 de la madrugada cuando Jimin se despierta de golpe. Un fuerte dolor en su vientre lo hace retorcerse de dolor, mientras llama a su madre por ayuda.

Las contracciones han empezado.

Nunca había sentido tanto dolor como en ese momento, queriendo mandar a medio mundo a la chucha por no hacer algo al respecto y mirarse entre ellos sin hacer nada. Ve como su madre llama a su padre para que encienda el auto y lo ayuda a levantarse de la cama pese a las piernas le tiemblan horriblemente, susurrando diferentes cosas para mantenerlo tranquilo. Pero nada parece ayudarlo, necesita de cierto rubio y su tonto acento flaite.

— M-Mamá...¿dónde esta Yoongi? – Pregunta Jimin con la voz agrietada al sentirse abrumado por su ausencia. Necesita de su calor, sus brazos y su cariño. No puede ser que su pololo no estuviera con él en esos momentos. Mucho menos cuando estaba a punto de dar a a luz a su hijo.

— Jimin...– Lo mira su mamá afligida, negando con el rostro a su pregunta. – Él no llegó.

El solo escuchar aquella frase, hace que las contracciones aumente y el dolor lo haga doblarse sobre su estómago. Su madre trata de sostenerlo lo más puede, pero solo quiere echarse en el suelo a llorar y subir y bajar a chuchas al weon que no se aparecía aún por su casa.

Se siente solo sin Yoongi. Y muy asustado.

— Mamá, por favor...Llámalo...Llama a Yoongi. – Solloza el pelinegro caminando apenas, mientras su progenitora lo ayuda a subir al auto. Se abraza a sí mismo en el interior, buscando reconfortarse de esa manera, pese a su madre lo rodea con sus brazos. – Él tiene que venir...

— Lo sé, corazón. – Lo tranquiliza la mujer, procurando ponerle el cinturón de seguridad e indicarle a su marido que se apresure. – Llamaremos a su familia para que llegue lo más pronto posible. No te preocupes.

Jimin se acomoda en su asiento y apoya su rostro contra el frío de la ventana rogando para que su pololo llegue a tiempo.

No entendía porque sentía que algo realmente había pasado.

+

— ¡Yoongi! ¿Me escuchas?

La voz de Namjoon se escucha lejana, pero puede entenderla claramente. Se encuentra demasiado mareado como para abrir sus ojos y no ayuda para nada el dolor que aún siente en su vientre. Puede escuchar varias voces más y uno que otro sonido metálico.
Cuando menos se lo espera, su cuerpo es levantando sin delicadeza alguna y cae en otra superficie blanda. No puede hablar, pero eso no lo limita a quejarse y gruñir cuando unas manos empiezan a tocar la herida

Ese hijo de puta se la iba a pagar muy caro.

No podía creer cómo había sido tan aweonao como para esperar que el gil ese no le hiciera nada. Su enamoramiento por Jimin lo había hecho olvidarse de lo peligroso que eran sus barrios y de lo mala que podía llegar a ser la gente.
Menos mal nunca había dejado que su ojitos tuviera que estar demasiado tiempo en la pobla, para que nadie pudiera hacerle daño solo para llegar a él.

Su Jiminnie.

¿Estaría esperándolo aún?

— Yoongi, escúchame. – Le habla una voz que no reconoce, pero supone que es algún doctor. Recuerda algo de una ambulancia y gente comprimiendo el tajo que tenía en la guata, pero todo aún se sentía demasiado irreal para él. – No podemos anestesiarte porque has perdido mucha sangre y podría provocar que tu corazón se detenga. Así que necesito que seas fuerte mientras te cosemos, ¿bueno?

Ponte vio' | YM [Chilensis] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora