Parte 16

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ANNA POV:

Afortunadamente había llevado varios buenos vestidos, así que me puse uno color verde agua, pintaba para ser una noche fría, así que también me puse una capa. Me miré al espejo preguntándome como aguantaría toda la noche de observar a mi hermana haciéndose cariñitos con la reina. Practiqué mi sonrisa un par de veces y salí de mi habitación. Georgina salía de su habitación justo cuando pasé por enfrente.

─ Princesa Anna, luce usted muy bien ─ me dijo al verme.

─ Gracias, usted también luce muy bien Su Majestad ─ le respondí formalmente.

Bajamos las escaleras y llegamos al vestíbulo, Elsa aun no bajaba.

─ ¿Le gustaría tomar algo mientras esperamos, princesa Anna? ─ me preguntó caminando hacia el salón, la seguí.

─ Escuché que este reino produce una sidra deliciosa ─ le respondí mirando una botella en el estante ─ y puede decirme sólo Anna, después de todo ahora sale con mi hermana.

─ En ese caso tú también puedes decirme sólo Georgina ─ respondió mientras servía las bebidas, me ofreció la copa de sidra y regresamos al vestíbulo, tratábamos de ser amables la una con la otra, pero se notaba cierta tensión entre nosotras ─ Anna, sé que no confías en mí, y que seguro has escuchado cosas de mí, pero te aseguro que no tengo malas intenciones, los rumores no son ciertos.

─ ¿Los rumores acerca de que sedujiste al rey tras la muerte de la mujer que te trató como una hija? ─ pregunté con un tono mucho menos simpático del que quería transmitir ─ ¿O los rumores de que enamoras doncellas, te las llevas a la cama y luego les rompes el corazón y les das unas cuantas monedas para que no cuenten tu secreto?

─ Ninguno de esos rumores es cierto ─ respondió dolida ─ Mi matrimonio con el rey fue arreglado por la misma reina, a él le tengo un gran aprecio, y la reina siempre será como una madre para mí, si me casé con su marido y ascendí al trono fue por honrar su memoria, para hacer de este reino el glorioso reino que ella quería.

─ ¿Y las doncellas? ─ pregunté, de alguna manera quería convencerme a mí misma de que Georgina no era buena, quería encontrarle algún error que justificara mis ganas de alejarla de Elsa.

─ Eso en parte es cierto, pero no como te lo contaron ─ respondió sonrojándose ligeramente ─ es verdad que he dormido con algunas mujeres, pero siempre ha sido por acuerdo mutuo, a ninguna le hablé de amor, y no hubo corazones rotos ni dinero de por medio.

La miré escrutadoramente, y para mi desgracia sabía que decía la verdad.

─ Te puedo asegurar que no quiero sólo llevar a Elsa a mi cama, en verdad siento algo por ella. Y quiero que las cosas funcionen, tal vez con el tiempo este amor crezca tanto que me atreva a gritarlo al mundo, no lo sé, pero por el momento me basta con que tú lo sepas ─ me miró, con una pizca de desesperación en la mirada ─ Anna, por favor, hazlo por Elsa, hazlo por tu hermana, necesitamos tu apoyo en esto.

─ Está bien... perdona si te he ofendido hace un momento, no era mi intención ─ respondí apenada ─ Elsa es mi hermana, y la quiero más que a nadie en el mundo, no quiero que salga herida. Podrá parecer madura y fuerte, pero en el fondo es inocente e inexperta en estos temas.

─ Entiendo tu preocupación, y te aseguro que no le haré ningún daño...

Elsa bajaba por las escaleras justo en ese momento, llevaba un vestido oscuro y ceñido que le favorecía bastante, siempre había pensado que mi hermana era hermosa, pero justo ahora, hermosa era poco para describirla.

Tormenta DesatadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora