ELSA POV:
La lluvia había cesado y faltaba poco para el atardecer. Anna se había quedado dormida sobre mi pecho, y aunque nada me gustaría más que habernos quedado en esa cabaña para siempre, Olaf no iba a poder cubrir nuestra ausencia tanto tiempo, ya todos en el castillo deberían estar preguntándose por nosotras.
─ Anna ─ susurré besándole la frente ─ Anna, despierta ─ mi hermana se removió y abrió ligeramente los ojos.
─ No ─ murmuró sentándose en la cama con los ojos entrecerrados ─ Me gusta estar aquí.
─ A mí también Anna, pero debemos volver al castillo ─ me miró haciendo un puchero y sonrió levantándose de la cama ─ prometo que volveremos pronto.
─ Está bien, está bien ─ respondió Anna comenzando a vestirse, hice lo mismo, en silencio.
─ ¿Lista? ─ pregunté cuando hubo terminado de cambiarse ─ ¿Nos vamos?
─ Espera, aún falta algo ─ dijo tomándome por la cintura para acercarme a ella y darme un apasionado beso ─ Listo, ahora sí vamos.
GEORGINA POV:
Una mujer con el cabello castaño, piel blanca y ojos color miel entró por la puerta, vestía pantalones y una bata blanca, además cargaba una pesada maleta.
─ Su Majestad ─ dijo haciendo una marcada reverencia ─ mi nombre es Lucille Francoeur ─ hablaba con un marcado acento francés ─ Soy médico y he viajado por muchos lugares, en el reino vecino me hablaron del mal que aqueja a Su Majestad, el rey James. Estuve en Taiwán el año pasado, traté a varios pacientes con los síntomas de su marido. Tal vez yo pueda ayudarlo.
─ Realmente le agradecería mucho que pudiera al menos revisarlo ─ le respondí extendiéndole la mano, ella la estrechó, su mano era pequeña y suave ─ permítame acompañarla a la habitación de James.
Lucille asintió, sacó de su maleta una maleta más pequeña y me siguió.
ANNA POV:
Anochecía cuando al fin llegamos al castillo, si bien no había surgido el caos que nos imaginábamos, sí había un par de guardias esperándonos en la entrada.
─ Su Majestad, Su Alteza ¿Se encuentran bien? ─ preguntó uno de ellos, ambos llevaban los uniformes mojados por la lluvia y nos escoltaron al vestíbulo ─ El señor Olaf nos dijo que habían ido a visitar a un amigo, pero nos preocupamos un poco cuando empezó a llover tan fuerte y ustedes no volvían.
─ Tranquilo Podrick, estamos bien ─ respondió Elsa ─ efectivamente, estábamos en casa de un amigo, ahí estuvimos resguardándonos de la lluvia. Veo que ustedes no se resguardaron.
─ Decidimos salir a buscarlas en los alrededores, por si habían decidido volver durante la tormenta ─ explicó Podrick, mirándola ─ Su Majestad ¿Sufrió usted un accidente?
─ ¿Qué? No. ¿Por qué lo preguntas? ─ dijo Elsa, y entonces lo vi, en la base de su cuello una visible marca roja que mi boca había provocado apenas unas horas atrás, me sonrojé sin poder controlarlo.
─ Nada de cuidado ─ respondí nerviosamente ─ un pequeño accidente con un poco de té caliente.
Elsa se llevó la mano al cuello, justo donde Podrick y yo teníamos clavada la mirada.
─ Claro... Su Alteza ─ respondió Podrick pensativo ─ El señor Olaf escribió una carta para el capitán del próximo barco a las Islas del Norte. ¿Es verdad que necesita que uno de los trols viaje de inmediato?
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Tormenta Desatada
Fanfiction(ElsaxAnna) Cuando Kristoff pide la mano de Anna, Elsa no puede seguir negando sus verdaderos sentimientos hacia su hermana, ahora se enfrenta a un gran dilema ¿Luchar por el amor de Anna o dejarla ser feliz con Kristoff? Elsa descubrirá que el amor...