Tormenta Desatada

Parte 23

ELSA POV:

Los labios de Anna se posaron sobre los míos, tan suaves y cálidos como siempre los había imaginado, mi cuerpo actuó sin que yo se lo ordenara, así que sin darme cuenta rodeé su cintura con mis brazos para acercarla más a mí, y ella se abrazó a mi cuello, mientras sus labios se movían, lentos pero confiados, sobre los míos, sentí como si de pronto todas las piezas encajaran, todas las dudas se fueron, los temores se esfumaron, los labios de Anna sobre los míos eran la prueba más clara, más fiel, de que así era como se sentía el amor de verdad, de que realmente existe, y de que no puede haber nada malo en un sentimiento como este. Fueron sólo unos segundos, pero yo sentí la eternidad en ese beso, y sin embargo también sentí que ya no podría pasar otro día sin besarla.

Los labios de Anna se separaron de los míos lentamente, y me vi obligada a deshacer el abrazo con el que la retenía a mi lado.

─ Elsa... yo... lo siento ─ los ojos de Anna me miraban, y aunque su voz dudaba, su mirada estaba segura ─ no lamento haberte besado, pero lamento hacerlo sin tu permiso, tan de repente...

No la dejé continuar, mis labios fueron a parar sobre los suyos, sentí la sonrisa de Anna contra mis labios, y mi corazón se llenó de una dicha indescriptible, amaba a Anna, la amaría el resto de mi vida. La abracé de nuevo por la cintura, quería sentirla tan cerca como me fuera posible, la besé por un largo rato esta vez, tanto tiempo esperando este momento, no iba a dejar que se acabara.

─ Te amo ─ dije de repente, cuando tuvimos que separarnos en busca de aire ─ Anna, te amo, desde hace tanto tiem...

─ shhh, también te amo ─ me dijo Anna antes de volver a besarme ─ tú eres mi amor de verdad, por eso arriesgué mi vida por salvarte, por eso no pude amar a Kristoff, por eso moría de celos cuando te veía con Georgina...

─ Sí, sobre eso... debes pensar que soy de lo peor ─ me disculpé ─ un día estoy con Georgina y al siguiente te digo que te amo.

─ No necesitas explicarme nada, Elsa ─ me dijo tomándome de la mano ─ es algo que tenías que vivir, igual que lo mío con Kristoff, ambas relaciones nos han traído hasta aquí ¿No lo ves? Pero entonces, esa vez, cuando hablas con tanta emoción de tu amor prohibido... ¿Te referías a mí?

─ Sí... pero no podía decírtelo entonces, tú estabas tan emocionada con la boda, y yo no quería causarte problemas, cuando creíste que hablaba de Georgina pensé que era más fácil así, no imaginé que realmente terminaría saliendo con ella, pero tienes razón, es algo que debía vivir, y de no ser por ella, tal vez yo no me habría atrevido a decirte nada.

─ Yo sí... estuve hablando con Olaf, al principio no me daba cuenta de lo que estaba sintiendo ─ Olaf lo sabía y no me dijo nada... ¿por qué? ─ no era capaz de ponerle nombre, y sin embargo cada vez era algo más intenso, cuando descubrí que habías traído el espejo contigo, y lo usabas para comunicarte con él, decidí usarlo también. Fue gracias a él que aclaré mis sentimientos, y en realidad no hizo nada, sólo me escuchaba, y me preguntaba cosas, es como si me llevara a descubrir las cosas por mí misma.

─ Al parecer Olaf es nuestro cupido ─ le dije a Anna sentándome junto a ella en la cama, y rodeando sus hombros con un brazo ─ yo también estuve hablando con él... una vez me encontró llorando en el bosque, había congelado todo a mi alrededor, y estaba susurrando tu nombre, Olaf es lo suficientemente listo como para unir las piezas, así que le conté todo, y él me alentó a pasar más tiempo contigo.

─ Creo que le debemos un enorme pastel de chocolate a ese chico ─ Anna rio con espontaneidad, y la besé de nuevo, un beso breve y dulce ─ Elsa, en el castillo, de vuelta a casa... no podremos hacer esto ¿Verdad?