Tormenta Desatada

Parte 27

ANNA POV:

Pese al dolor de cabeza, me tomó solo unos minutos vestirme y bajar a la sala. Kristoff se veía terriblemente mal, yo sabía que todo eso era mi culpa, pero me sentía tan feliz y emocionada...

─ ¡Anna! ¡Vengo a pedirte perdón! ─ exclamó Kristoff apenas entré a la sala ─ Lo que dije ayer... no quise decir eso... ─ el volumen de su voz era demasiado alto para mí en ese momento, era como si sus palabras retumbaran dentro de mi cabeza...

─ Kristoff, está bien ─ dije en voz baja y clara ─ No había una manera correcta de reaccionar ante lo que te dije, en realidad lo tomaste mejor de lo que lo tomarían muchos otros en tu lugar.

─ Aun así, nada justifica lo que dije ─ se disculpó de nuevo Kristoff ─ No tenía derecho de hablarte así. Eres una mujer maravillosa, y te amo. Pero si no ibas a ser feliz a mi lado ¿Qué caso tenía? Aunque nos hubiéramos casado habrías terminado dejándome... ayer reaccioné mal, pero hoy vengo a decirte que espero que seas feliz con este príncipe, o soldado, o campesino, o lo que sea. Por mi parte, yo dejaré el castillo y me iré de Arendelle por un tiempo, es mejor así.

─ No es necesario que te vayas, Kristoff. Eres mi amigo... ─ le dije sin saber cómo reaccionar a su partida ─ Sé que al principio será extraño, pero éramos amigos al principio, podemos volver a serlo.

─ Anna, yo no puedo verte como amiga, estoy enamorado de ti, eres la mujer con la que iba a casarme, y si no me alejo de ti, eso no va a cambiar, seguirás siendo mi todo, y no podré volver a enamorarme porque a todas las compararía contigo. Necesito irme, dejar de sentir lo que siento, antes de pensar en regresar y ser tu amigo ─ Kristoff hablaba seguro, con ese aire de experiencia que tiene la gente que ha vivido por su cuenta tanto tiempo, y supe que tenía razón, si él se quedaba yo no podría mirarlo sin pensar en todo el daño que le causé, no podríamos dejarnos ir, él por amor y yo por culpa ─ Lo siento, Anna. Me iré esta misma tarde, y si no es mucha molestia, me gustaría poder llevarme el trineo.

─ Kristoff, por mi culpa perdiste tu antiguo trineo, el trineo es todo tuyo. Por favor también llévate la ropa y el resto de tus cosas, si quieres marcharte y empezar de cero en otro reino vas a necesitar algo para comenzar.

─ Está bien ─ aceptó Kristoff algo apenado, levantándose del sillón ─ Te veré algún día de nuevo, supongo.

Lo abracé con fuerza, tal vez no lo volvería a ver, pero siempre ocuparía un lugar importante en mi vida, correspondió mi abrazo con calidez, y nos quedamos así por varios segundos.

─ Escríbeme si tienes la oportunidad ─ le dije cuando ya estaba en la puerta, él sonrió, pero un par de lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas, un nudo se formó en mi garganta.

Me quedé unos minutos sola en la sala antes de ir a la cocina por algo de desayunar. Una mezcla de alegría y melancolía me invadía, pero esta vez me permití disfrutar ambos sentimientos.

ELSA POV:

Pasé todo el día en mi oficina, tenía mucho trabajo pendiente. Llevaba casi ocho horas sin ver a Anna, que había pasado la tarde con los preparativos de la fiesta, y con Olaf. Moría de ganas de verla, pero para que lo nuestro funcionara debía ser estricta conmigo misma y dar mi mayor esfuerzo en el trabajo. Porque sólo así podríamos amarnos sin presión alguna de casarme y darle un rey al reino. Debía demostrarles que yo podía hacerme cargo sin ayuda.

Miré el reloj, luego mi escritorio, la enorme montaña de papeles que había hace unas horas se había esfumado. Me levanté y miré por la ventana, muchos de los empleados ya se acercaban, con sus mejores ropas, y acompañados de sus familias. Tenía que apresurarme para cambiarme y darles la bienvenida.