No sé cuánto tiempo pasó. Quizás dos horas o tres. Pero vinieron unas personas y nos llevaron a las tres a otro sitio en donde unas mujeres árabes, que reconocimos por su voz, nos bañaron, pusieron ropa interior y nos colocaron una falda.
Cada vez que me resistía me golpeaban. Las otras dos chicas dejaron de hacerlo. Sabían que era inútil. Luego nos llevaron caminando a otro lugar a empujones. Yo solo los insultaba. No me importaba si me entendían o no, solo que me quería desahogar de tal vejación hacia mi persona. Desahogar todo el dolor de mi cuerpo y mente.
Paramos en un sitio y nos hicieron sentar en unas alfombras o creo yo que era eso. Luego nos dieron de tomar otra vez el líquido asqueroso de siempre. Eso significaba que nos drogarían de nuevo. Pero sinceramente no me importaba, si para sobrellevar lo que me estaba pasando seria con drogas, las tomaría con gusto. Después de unos minutos estaba mareada.
- Oigan me siento mal---dijo Janni--- ¿Qué nos dieron?
- Es droga---dije con letargo
- ¿Droga?---dijo Arianna con voz pastosa
- Si, desde que me secuestraron siempre me lo dieron de tomar---dije sosteniéndome con los brazos para no caer al suelo. Tenía ganas de vomitar.
- A mí nunca me dieron eso---dijo Arianna con voz apaciguada
- A mí tampoco----dijo Janni. En eso siento unos pasos acercarse.
- Bueno hermosas se los diré claramente---dijo el hombre de la otra vez--- si quieren vivir se mantendrán calladitas como muñecas. Si no, les cortaremos la cabeza como a ellas. ¿Me entendieron?---dijo con voz cargada de maldad. Con miedo, todas respondimos afirmativamente.---Excelente--- terminó diciendo eso riendo y apartándose de nosotras.
Pasó un lapso pequeño de tiempo cuando escuchamos bulla de personas. Varios de ellos silbaban. No entendía nada de lo que decían. Quería vomitar, todo me daba vueltas. Puse las palmas de mis manos en el piso y traté de sujetarme fuerte. Todo lo veía de lado y tenía mucho calor. De repente, siento que el ambiente cambio. Había tensión y se oían gritos asustados, de rabia, alaridos, golpes y un sonido que no supe identificar, parecían cuchillos o algo así. Como por arte de magia aparecieron unas personas tomándonos de los brazos rápidamente y llevándonos a otro sitio. Aun me encontraba mareada pero traté de seguir el ritmo de ellos.
- ¿Chicas están ahí?--- balbuceaba mientras caminábamos atropelladamente
- Si---respondieron ellas asustadas.
Nos mandaron a callar. Luego nos sentaron en el suelo y nos volvieron a dar la droga. Estaba asustada. No séqué fue lo que paso, pero los segundos pasaron rápido y mi mente se sumergió en la oscuridad.
***
Odiaba esos lugares. Eran de lo más repugnantes y degradantes para el ser humano. Pero lo hacía por ellas. Por todas esas mujeres que lamentablemente eran llevadas contra su voluntad. Aprovechaba el poder y dinero que tenía para hacerlo. Nunca me identificaba, solo llevaba a mi grupo élite de mercenarios y los atacaba. Luego las rescataba, las llevaba a mi pequeña ciudadela, las atendía medicamente y luego las liberaba para que regresaran a su país.
- Estamos listos mi príncipe---dijo Akbar, mi mano derecha---cuando usted lo ordene.
- Esperemos a que abran el telón---dije seriamente--- luego atacaremos. Acuérdense, que no quede nadie vivo. Estas escorias no merecen vivir.
- Entendido mi príncipe---dijo él inclinándose y desapareciendo de la vista.
Me encontraba en el fondo de la sala. Fijé mi mirada en el escenario. El telón empezó a subir y se escuchaban silbidos. Allí habían tres mujeres casi desnudas sentadas en una alfombra. Una de ellas, la única rubia, parecía estar sujetándose con fuerza al piso. Las otras dos mujeres parecían idas, miraban el techo.
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Cautiva por el Jeque- Serie Amigos De La Realeza N°1
RomanceElla era la mujer más imposible del mundo. Controladora, fría, sin corazon, acostumbrada a que le obedezcan sin rechistar. Piensa que todo gira a lo que ella diga y casi nunca toma en cuenta la opinión de los demás. No podía esperarse menos de la mu...