Han pasado tres días y aun seguimos en el Reino de Kalam. El príncipe Malik sigue sin decirme nada. Cuando le pregunto cómo se va resolviendo nuestro problema laboral, evade la respuesta insinuándose coquetamente y haciéndome enojar. Me molesta no enterarme de nada pero con él no se puede hablar, y sinceramente cada vez que me ven esos hermosos ojos y su sensual boca me habla, pierdo el hilo de mis pensamientos y cuando me doy cuenta solo quiero escapar, escondiéndome en mi habitación a meditar. Jamás, pero jamás en toda mi vida, me había sentido así, como una adolescente. Nunca un hombre había hecho que mis nervios se crisparan con solo verlo. Todos los días me prometo ser dura y drástica con él, como en realidad siempre he sido, pero cuando estoy frente suyo, todo se va al retrete.
Respiré profundo y miré el techo de la habitación, que por ahora es mía. Malik, para entretenernos a todos estos días, nos trajo un circo árabe, nos hizo probar miles de platos árabes, un historiador nos nutrió con mucha información de este país, de hace miles de años, y también nos trajo varios grupos culturales, entre los cuales había una compañía de ballet clásico. A Arianna se le aguaron los ojos y Malik le preguntó si quería bailar. Arianna se lo pensó un momento y asintió con la cabeza. Malik pidió que la compañía le prestara la indumentaria a nuestra amiga y así hicieron. La noche estuvo maravillosa. Arianna parecía un ángel. Tan delicada y hermosa. Sus movimientos eran precisos y espectaculares. Todos los que estábamos presentes en la sala, quedamos embelesados con su pieza. Cuando terminó aplaudimos con furor, aunque el único que la miró como un bobo, fue el príncipe Styles. Él la miraba como si fuera la única mujer de la sala. Aun recuerdo como él se acercó a ella y dijo que había sido lo más bello que sus ojos haya visto. Tomó su mano derecha y se la besó. Todos nos sorprendimos y vimos como Arianna se sonrojó, le dio las gracias torpemente y salió de la sala apresurada para cambiarse. Liam, Louis y Malik arrugaron la cara pero no dijeron nada. No se porque, pero se notó que a ellos no les gustó nada ese gesto. Luego de todo eso, Janni y Allegra la interrogaron sobre lo que pasó, yo me quedé al margen. No soy buena frente a estas situaciones. Desde pequeña me han parecido una estupidez y una pérdida de tiempo.
Suspiré un poco y sentí un aguijazo en la cabeza. Me comenzaba la migraña otra vez. Todos los días las tenía y para aplacarlas me tomaba dos pastillas diarias. Ya casi me estoy volviendo adictas a ellas. Se que no debería pero las pesadillas me persiguen y las migrañas no paran, así que tomándolas puedo estar tranquila, siento que todo a mi alrededor se relaja, como nunca he estado antes. Jamás he descansado. Desde los 17 años lo que he hecho es trabajar para demostrarle que soy buena y mucho mejor que él.
En ese silencio, puedo escuchar las palpitaciones de mi cerebro. A veces odio esta debilidad que me consume cada día. Es lo único malo que tengo físicamente. Me levanté con cuidado y busqué en la mesa de noche de mi cama, las pastillas que me han estado dando, pero me di cuenta que se me acabaron. Casi me da algo. Necesito esas pastillas, si no, no podré soportar estos dolores infernales, que paralizan mi cuerpo y llenan mi mente de horribles pesadillas. Salgo casi a tropicones de mi habitación y busco a Amir. Ella siempre me complace con los medicamentos que le pido, aunque no estoy muy segura que ella entienda, porque no hablamos el mismo idioma. Al encontrarla, me sonrió y me dio otro pequeño frasco de pastillas. Suspiré aliviada y me tomé una para aliviar mi mente.
En cuestión de minutos, mi mente se relajó y cada fibra de mi cuerpo se puso como gelatina. Era una sensación agradable. Caminaba y parecía que estuviera nadando en nubes. No sabía por dónde iba, pero tampoco importaba, era medianoche y todo el mundo dormía. Seguía en mi nube cuando escuché sonido de agua caer. Recordé en mi entumecimiento cerebral, el balneario exótico del gran jeque. Sonreí para mis adentros. Zayn Malik estaba fuera de la ciudadela, no sé porque, así que me dejaba su hermoso balneario para mi sola. Reí gustosamente y busqué la puerta contenta. Miré a los lados y la abrí en silencio. Cerré tras de mí con cuidado y me dejé llevar por la nubes. Comencé a tararear una canción desconocida, llevaba varios días escuchándola en los pocos sueños buenos que tengo, cuando las pesadillas no atacan. Se respiraba aire cálido. Me desprendí de la ropa mientras mi cuerpo se movía al ritmo de la canción que resonaba en ese pequeño jardín. Caminé hasta el agua caliente, llegando hasta el centro donde la luz de la luna iluminaba todo. Sumergí mi cuerpo desnudo en el agua y al salir, el agua me llegaba a la cintura. En mi cerebro, todo estaba como nublado, como en otra dimensión. Reí suavemente y me dejé llevar por las sensaciones del agua en mi cuerpo.
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Cautiva por el Jeque- Serie Amigos De La Realeza N°1
RomanceElla era la mujer más imposible del mundo. Controladora, fría, sin corazon, acostumbrada a que le obedezcan sin rechistar. Piensa que todo gira a lo que ella diga y casi nunca toma en cuenta la opinión de los demás. No podía esperarse menos de la mu...