Suspiré. Leah nunca cambiaría. Sigue siendo una testaruda y orgullosa. Ni siquiera conmigo que soy su familia, demuestra su dolor. Se puede estar muriendo, pero no lo demuestra. Miré a mi alrededor y no sabía a donde ir. Agarré a mi izquierda y comencé a caminar a la deriva. A esperar señales de vida. Observé todo y quedé prendada con la decoración. Todo era árabe, con unos colores muy exóticos. Al llegar a ese lugar, estuve anonada de que era un palacio. Jamás había pisado uno. Aunque en realidad nunca salía de casa o de los laboratorios de la universidad. Mi vida solo se concentraba en esas dos cosas. “Se realista Allegra, también hay algo que hace perder el equilibrio de tu vida” dijo una voz en mi cabeza. Me di un golpe. “Eso” debería olvidarlo. Él no existe para mí.
Iba tan sumergida en mis pensamientos que no me di cuenta que tropecé con algo, o mejor dicho con alguien que parecía una pared. Era un hombre árabe muy grande, que tenía cara de pocos amigos y una ¿espada?, oh dios mío en que época estamos. ¿Cómo un guardia de un palacio tenía como arma una espada? ¿están en el siglo medio o qué? Existen fusiles que son más eficaces. El sujeto me empezó a hablar en árabe, pero yo no entendía nada de lo que decía. Alcé mis manos y negué con la cabeza diciéndole que no hablaba su idioma. Pero él como que se molestó porque me sujetó fuerte el brazo.
- Oye que no se hablar árabe, suéltame—dije tratando de zafarme de él--- no soy ninguna intrusa.
- ¿Allegra? ¿eres tú?---dijo la voz que no quería escuchar por mucho tiempo
- Si Liam ¿no ves que soy yo? ¿O ya no me reconoces?---dije sarcásticamente--- este hombre no entiende que no se hablar árabe y que tampoco soy intrusa
Liam suspiró y le hizo señas al guardia de que yo estaba con él y con el grupo de personas que estaban detrás él. Ahí fue cuando me di cuenta que no estábamos solos. El guardia al parecer entendió lo que él decía porque me soltó. Inclinó su cabeza al grupo y se fue. Ambos nos miramos un momento. Él tenía la cara de sorprendido, pero yo lo miraba con desprecio.
- ¿Cómo llegaste aquí?—dijo él un poco incómodo por mi mirada
- No es problema tuyo Liam—dije cruzando mis brazos
- Allegra—dijo Liam dando un paso hacia mí, yo le sostuve la mirada
- Liam—dijo un hombre de ojos azules. Su cara denotaba curiosidad
- Oh si cierto—dijo Liam recuperando la compostura y dijo seriamente--- chicos ella es la prima de Leah, Allegra Hamilton. Allegra, el de rulos es Harry Styles, el que me nombró ahorita es Louis Tomlinson, y estas chicas son, Janni y Arianna---dijo señalando a una pelirroja y una castaña.
- Mucho gusto---dije viéndolos fijamente. Los dos hombres se me parecían muy conocidos--- ustedes dos me resultan familiares---dije pensativa--- ¿Cuáles es que son sus apellidos?--- vi como los tres hombres se pusieron un poco nerviosos
- Styles y Tomlinson---dijo Liam aparentando tranquilidad
- oye Allegra pero ¿Por qué el guardia te agarró?---dijo Harry cambiando de tema
- Ah sí cierto---dije recordando a Leah y miré al de ojos verdes--- estaba con Leah pero como siempre ella no me dijo que se sentía mal
- ¿Se siente mal?---dijeron Arianna y Janni al unísono
- Si—dije extrañada por la reacción--- ella siempre es así. Cuando me di cuenta, hice que se acostara y salí a buscar medicamentos. Pero como acabo de llegar, ni idea de cómo es esto por aquí, así que me perdí. Tropecé con el guardia y supongo que creyó que era una intrusa. ¿Dónde puedo conseguir medicina para la jaqueca?
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Cautiva por el Jeque- Serie Amigos De La Realeza N°1
RomanceElla era la mujer más imposible del mundo. Controladora, fría, sin corazon, acostumbrada a que le obedezcan sin rechistar. Piensa que todo gira a lo que ella diga y casi nunca toma en cuenta la opinión de los demás. No podía esperarse menos de la mu...