Narra Arianna
- Tranquila hija ya todo terminará
- Mami ¿Qué estás haciendo?---grité viéndola desde abajo. Ella estaba parada en el balcón del segundo piso de mi casa.
- Lo siento cariño pero... ya no puedo...
Y diciendo eso, ve como su madre se lanza desde el balcón.
- ¡NO!---dije levantándome de golpe. Respiraba entrecortadamente. Miré a mi lado y vi que no las había despertado. Respiré hondo y me sequé el sudor de la frente.
Aún estaba en shock. Ver a Leah parada en el balcón a punto de caer me dejó impactada y trajo en mi, dolorosos recuerdos. Recuerdos que pensé estaban sepultados en lo más profundo de mí ser.
Entre Janni y yo la llevamos de regreso a su habitación. Ella seguía llorando y para desahogarse nos contó con lujo y detalle todo lo que le pasó. Me sentí horrorizada. No me podía imaginar que hubiese hecho yo si me pasara lo mismo. Así que para consolarla nos acostamos las tres en la mega cama de su habitación. Solo llevamos poco tiempo de conocernos, pero siento que las tres tenemos un hilo que nos une. El secuestro nos unió, y se que las tres haremos lo que sea por salvarnos y ayudarnos entre sí.
Vi el reloj de la mesa cercana a la cama. Eran las dos de la mañana. No podía dormir. Me levanté con cuidado y dejé las chicas durmiendo. Salí de la habitación. Necesitaba relajarme. Fui hasta el pequeño jardín que había en el centro de ese palacio. Era muy hermoso, lleno de flores de todos los colores. Parecía místico. Por ahí se hallaban unos bancos de madera, así que me senté y alcé mis piernas para abrazármelas. Recosté mi cabeza entre mis brazos y me puse a pensar en todo lo que acaba de pasar. Pareciera que estuviera en una película o ensayando una producción de ballet. Respiré profundo y miré el cielo. Estaba totalmente estrellado.
Recordé el sueño que acabo de tener y pequeñas lagrimas corren por mis mejillas. Su madre se había suicidado cuando ella acaba de cumplir 7 años. Ella tenía problemas emocionales, era depresiva. Un día mi papá estaba trabajando y mi mamá estaba encerrada en su cuarto. No sabíamos que había dejado de tomar sus pastillas. Yo salí a jugar y cuando me regresé a tomar agua, mi mamá estaba en el balcón de su habitación. Solo dijo que no podía más y se lanzó. Yo quedé destrozada. Estuve por dos meses sin hablar. Mi papa me llevó a varios psicólogos y lo único que me hizo reaccionar fue el volver a bailar ballet. Eso formó parte de mi vida y ahora es algo indispensable. No sé, que haría si no pudiera bailar. Gracias a ello pude volver a vivir. Aunque hay momentos como este que hace que me dé cuenta que es imposible olvidar.
- ¡Dios! Como deseo tener un cigarrillo---dije poniendo mi cabeza entre mis piernas. Su vicio era ese, fumar. Aunque no era bueno para una bailarina.
- Te puedo dar uno-dijo una voz detrás de ella---vine a lo mismo
Alcé mi cara y voltee ver al dueño de esa hermosa voz.
- ¿No tienes sueño Harry?
- No-dijo él con una mueca. Luego saco de su bolsillo un cigarrillo y me tendió la caja--¿quieres uno?
- Si---dije sacando uno y él me dio el encendedor----gracias, lo necesitaba
- Te entiendo---dijo Harry sentándose a mi lado--- a veces es bueno desahogarse con algo
- ¿desahogarse? ¿Te pasó algo?---dije dándole una calada a mi cigarro
- Las mujeres son raras---dijo él viendo las estrellas--- cuando uno esta tan enamorado de esa persona, ella solo quiere divertirse y no le importa como uno se puede sentir. Esperar horas por una llamada porque ella no quiere que la llame, es horrible. ¿No lo crees?
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Cautiva por el Jeque- Serie Amigos De La Realeza N°1
RomanceElla era la mujer más imposible del mundo. Controladora, fría, sin corazon, acostumbrada a que le obedezcan sin rechistar. Piensa que todo gira a lo que ella diga y casi nunca toma en cuenta la opinión de los demás. No podía esperarse menos de la mu...