|Capítulo 8|

243 13 0
                                    

Observo a la chica con los ojos bien abiertos, realmente no esperaba conocerla tan pronto, es decir, hasta el día de ayer me enteré de su existencia y no creí que Matt se decidiera tan rápido en presentarla. Salgo de mis pensamientos cuando la chica ladea la cabeza y me observa con diversión.

—¿Vas de salida? — le da una mirada rápida a mi bolso, asiento tomando una bocanada de aire.

—Sí. Matt no se encuentra — digo entonces, ella me da una mirada suspirando.

—Él me dijo que viniera, pensé que estaría aquí.

—Surgió algo y tuvo que irse. — por un momento su expresión cambia y se nota un tanto frustrada, o eso es lo que pienso al verla apretar los labios.

—¿Te molestaría que te acompañe? — pestañea son una pequeña sonrisa, verla me da el presentimiento de estar conversando con una niña. Sonrío de lado.

—Claro que no, podemos ir a tomar algo. — sonríe ampliamente juntando sus manos.

—Suena perfecto. — asiento y cierro detrás de mí para comenzar a caminar hasta el auto, le indico que me acompañe y pronto comienzo a deslizarme por el asfalto.

Pasamos la tarde juntas, ciertamente Dánae es un arcoíris parlante, demasiado alegre, positiva, llena de vida, además de que no existieron silencios incomodos, se dedicó a contarme gran parte de su vida, aun sin llegar a tocar el tema de Matt. Luego me demostró los gustos de Matt, lo que odiaba y lo que le gustaba, sus pasatiempos, algunas cosas de la infancia de él, cosas que evidentemente yo ya sabía, pero que ella tenga conocimiento simplemente me hace sentir un tanto tensa y al mismo tiempo llena de curiosidad, porque no sé desde cuando se conocen y realmente no quiero pensar que él no quería contármelo, porque de ser así me sentiré mal, pero al mismo tiempo lo entenderé por completo.

Después de comer fuimos de compras, pasamos de tienda en tienda comprando cualquier cosa que nos pareciera bonita o necesaria, y luego nos dirigimos a un restaurante que tiene más estilo de bar que de restaurante, acomodamos las bolsas en la silla a nuestro lado en la mesa y luego de que un mesero se acercara a entregarnos el menú comenzamos a ojearlo.

Tiempo después comenzó a hablar de cosas que le han sucedido a Matt, cosas vergonzosas y yo me encontré contando varias de ellas, como cuando en un intento de declaración a una chica con pancarta y todo, poco después de que la chica le diera el sí terminó con un ojo morado porque cuando la chica fue a su encuentro se deslizo y Matt en un intento de ayudarla intento sujetarla en el aire y la cabeza de la chica golpeo con su ojo, aun sigo sin entender cómo se golpearon de esa forma.

Me rio, realmente nunca olvidaré ese momento.

—Me contó sobre Natalie — dice y mi sonrisa poco a poco se desvanece, tomo una respiración profunda.

—Casi no habla de ella, de hecho, no le gusta hablar de ella. — asiente y baja la mirada a sus manos que juegan con una servilleta.

—Sí, pero me lo contó y realmente no existieron palabras para decirle. — niego lentamente.

—Se culpa de ello, aunque él nunca pudo haber hecho nada, nadie se dio cuenta cuando sucedió.

Ella pasa las manos sobre su cabello y observa su entorno.

—Es por lo que te ve como ella — sonrío con tristeza.

—He pasado por mucho, Dánae, y en cierta forma gracias a su ayuda he podido salir adelante. Se prometió cuidar de mí, y lo ha estado haciendo, aunque muchas veces haya algunas situaciones que nos causan... pequeños problemas. Sin embargo, soy consciente de por qué lo hace, intentando calmar la culpa que lleva.

Dulce Mentira |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora