Imprescindible (Gemeliers)

Capítulo 13

Marcaban las ocho de la tarde, en Sevilla a pesar de ser Octubre, hacia más de 20° grados. Fati y Dani habían quedado horas antes y aún seguían juntos, ya llevaban tres meses en los que ha habido lágrimas, risas, abrazos, sonrisas, besos y demás.
*Narra Fati*
-Te quiero.- susurro a Dani, y al segundo él me regala un beso. Sonrío en mitad del beso, es un sueño hecho realidad, tanto tiempo esperando esto y ahora lo tengo a mi lado.
*Flashback*
-Miri, creo que cada vez me gusta Dani- suspiro preocupada tumbándole en la cama boca arriba. Miri me mira y sonríe, sabía perfectamente lo que los dos sentían mutuamente, pero no quería decirle nada.
-Me lo has dicho muchísimas veces Fati, ¿por qué no quedas con él y lo habláis? Yo pienso que es lo mejor- sugiere Miri.
-¿Estás loca? No, no, no- digo sentándome en forma de indio en la cama negando con la cabeza- Imagínate que no le gusto, ¡haría el ridículo!- insistía elevando las manos en modo de exageración.
-Ay Fátima, Fátima...- ríe Miri.
-¡Qué!- grito.
-Nada, nada- sonríe- Ya te digo yo que tendrías que quedar con él, por tu bien- insiste Miriam cruzandose de brazos.
-Vale, vale- acepto cogiendo el móvil y enviándole un WhatsApp a Dani- Ale, ya está, ahora sólo falta que me constes...- y el móvil sonó antes de que pudiera terminar la frase. Esta sonrió y empezó a dar saltos en la cama como loca y Miri se reía al ver esa situación.
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Unas horas más tarde me encontraba en el famoso parque que todos conocíamos, nerviosa e impaciente de que llegara Dani. No sabía sí estaba haciendo las cosas bien, pero si Miri me lo dice, será por algo, ¿no?
Las dudas empiezan a invadirme la mente y cuando estoy dispuesta a irme, me choco con Dani de frente y este me mira sonriente mientras me da un abrazo.
-Bueno, ¿qué querías decirme?- pregunta él mientras se sienta en un banco. Yo todavía no había pronunciado palabra, el corazón me iba a mil, iba a confesar a Dani mis sentimientos sin saber sí él siente lo mismo o no.
-Pues... A ver, yo...- titubeaba aún más nerviosa.
-Hey, tranquila Fati- dice Dani poniéndome la mano sobre la mía- A ver, dime- sonríe.
-Pues que me gustas Dani, me llevas gustando mucho tiempo y tu prima me ha dicho que diera el paso y bueno, seguramente yo no te guste pero bueno que ya lo he dicho y ya está- digo sin parar.
-Sí- dice Dani.
-Y bueno que me voy porque... Espera- digo haciendo un parón a lo que estaba diciendo mientras contemplo a Dani atónita- ¿Has dicho que sí?- pregunto.
-Que sí Fati, que tú a mí también me gustas, por eso mi prima te dijo que quedaras conmigo, porque yo le conté que me gustabas y eso...- dice él rascándose la nuca.
Nos quedamos un minuto en silencio, yo todavía estaba asimilando lo que estaba ocurriendo en ese momento y Dani no dejaba de sonreírme hasta que por fin se fue acercando a mí y yo a él, y nos fundimos en un gran beso.
*Fin del flashback*
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Mientras tanto en Salamanca, Cris y Andrea estaban en McDonalds pidiendo la cena. Después de el día que han pasado juntas, ya que Cris le hizo una fiesta sorpresa con mucha gente incluida Marta y Alex, sólo que estos se fueron antes ya que habían quedado los dos para hablar.
-Gracias por este día, Cris- dice Andrea dándole un gran abrazo a Cris.
-De nada mujer, para eso estamos- ríe Cris.
Las dos chicas sonríen y les dan sus respectivas cenas, subieron a la planta de arriba para encontrar sitio y una vez sentadas, empezaron a cenar.
Después de unas cuantas risas y unas cuantas patatas robadas, Cris se acordó de que le faltaba lo mejor, el regalo.
-¡Por cierto!- dice Cris limpiándose las manos con una servilleta- Falta mi regalo- arquea las cejas.
-¡Ay sí! ¡Dámelo!- aplaude Andrea.
-Toma anda- dice Cris dándole un pequeño sobre y una caja perfectamente envuelta.
Cris miraba victoriosa al saber que le iba a encantar los dos regalos que tenía para ella, mientras tanto Andrea iba abriendo la caja ansiosa.
-¡Dios, Cris! ¡Te amo!- gritaba Andrea haciendo que toda la gente se nos quedara mirando.
-Baja el tono guapa, que nos están mirando todos- le decía Cris dándole una palmadita en el hombro.
Cris le había regalado el nuevo disco de Miley, One Direction y Justin. Lo mejor era lo que había dentro del sobre, pero estaba tan concentrada en los discos que no se dio cuenta.
-Ejem- carraspeé- Te falta el sobre- señalé.
-¡Ay es verdad! Pesa un poco, ¿no?- fruncía el ceño Andrea.
Al abrirlo Andrea me miró con mala cara porque lo que contenía el sobre era una pequeña tarjeta de memoria.
-¿Qué es esto?- preguntó.
-Cuando llegues a casa lo sabrás- concluye Cris.
Estas dos recogieron las cosas que habían tirado al suelo y demás y se fueron cada una a su casa.
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*Narra Cris*
Ya eran las doce de la noche y yo seguía hablando con Jesús como sí nada.
-Te quiero, te quiero, te quiero- repetía Jesús una y otra vez.
-No eres más tonto porque no eres más grande- decía mientras sonreía al ver las caras que ponía Jesús por la pantalla del ordenador.
-Cris, apaga ya eso que es muy tarde- dijo mi madre apoyándose en el marco de la puerta- Hola Jesús- saludó.
-Vale mamá, ahora lo apago- dije mientras Jesús saludaba a mi madre con un movimiento de mano ya que tenía los cascos puestos y no se oía- Dice Jesús que hola- y se fue.
-Bueno mi niña, pues que descanses, te quiero muchito- despidió Jesús.
-Adiós mi amor, hasta mañana- dije cerrando la video llamada con Jesús y apagando el ordenador.
Hoy había sido un día diez.
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Aquí tenéis otro mis niñas, siento que el de ayer fuera tan corto, pero mi mente estaba en off. Espero que este os haya resultado más largo porque a mí sí JAJAJAJA. Gracias por todo, seguid leyendo, votando y comentando.
¡OS QUIERO!