C: Quedamos en media hora. Sed puntuales que os mato!!!
A: Que sí, pesada!!
M: Miedo me dais las dos, a saber qué tenéis tramado...
C: ¿Nosotras? Nada de nada.
M: Ya, ya, ya... Bueno, me voy a preparar que no me da tiempo, Os quiero!!! <3<3
A y C: Besitos puti <3
(Cris)
- ¡¡Vamos Andrea!! - grito desde el otro lado de la gran y pesada caja que llevamos entre las dos.
- ¡No me metas prisa que lo llevas tú sola! - amenaza Andrea.
- Creo que te pasaste al comprarle esto eh - replico suspirando llegando al lugar donde hemos quedado con Marta.
- Pues haber ido tú a comprarle algo, so vaga - contraataca ella.
- Oye, te estás pasando, ¿tienes la regla o qué? - bufo cansada.
Andrea ladea la cabeza y continuamos el camino en silencio con pequeños suspiros de lo que pesa la maldita caja.
Cuando llegamos resulta que Marta aún no ha llegado (nada raro en ella ya que siempre suele llegar tarde a los sitios). Dejamos con cuidado la caja en el suelo y nos apoyamos en la pared para reponer fuerzas, habíamos quedado en la Plaza Mayor, para que todo el mundo viera el regalo.
Después de esperarla casi diez minutos aparece despampanante con un vestido azul eléctrico de manga larga con una chaqueta de cuero blanca y unas Converse bajas blancas.
- ¡Contra el muro! - suelta Andrea, a lo que yo asiento admirando la figura de Marta.
- Hala burra - ríe Marta - Sí voy de lo más normal - dice inspeccionandose de arriba a abajo.
- Claro, es lo típico que se pone una adolescente para ir al instituto y que pase desapercibida - le recrimino fijándome en su ajustado vestido. Le queda como anillo al dedo, y es que Marta tiene un cuerpazo envidiable.
Tras un rato de piropos y risas, cogimos el regalo y nos fuimos a otro sitio más tranquilo ya que había bastante gente paseando y visitando la Plaza Mayor.
Llegamos a la Plaza Anaya, donde nos sentamos en un banco y le entregamos el regalo a Marta.
- Espero que te guste - dije sonriéndole.
- Eso, eso. ¡Que sino vas a devolverlo tú! - bufó Andrea.
Marta rió y estuvo como cinco minutos intentado abrir el regalo hasta que lo consiguió.
- ¡No puede ser! - exclamó sacando el regalo de la caja - Pero sí es un pequeño cachorrito... - lo apoyó en su brazo mientras le acariciaba y el cachorro cayó dormido.
- Feliz cumpleaños - le digo acariciando al pequeño cachorro dormido - Es de parte de todos, Andrea, Dani, Jesús, Fati y Miri - sonrío.
- Ahora que le gustas, ponle nombre - dijo Andrea.
- Mmm... - miraba dubitativa a su alrededor por sí veía alguna pista - Nada, no se me ocurre nada - suspiró.
- ¡Ya lo tengo! - exclamó Andrea - Nala.
- ¡Perfecto! Bienvenido a la familia, pequeña Nala - dije poniéndole un collar del cual colgaba un pequeño hueso que llevaba inscrito por detrás el nombre de Nala.
- ¿Lo teníais planeado? - preguntó boquiabierta, y asentimos.
- Somos malas - bromeó Andrea - Por cierto, ¿te han llamado los gemelos?
- No, aún no. Estarán liados con el programa y eso - y se encogió de hombros.
- Luego hablo con Jesús, a lo mejor no lo recuerda - digo.
*
- ¡Jesusito! - grito emocionada.
- ¡Guapetonaa! - dice él - ¿Está Marta por ahí?
- No, he estado está tarde con ella y con Andrea y le hemos dado ya a Nala, le ha encantado - sonrío a la pantalla de teléfono y me doy cuenta de que mi sonrisa va desapareciendo poco a poco al ver un WhatsApp de un desconocido. Un nudo se forma en mi garganta y mi respiración comienza a agitarse.
- ¿Cris? ¿Sigues ahí? - preguntó Jesús desde la otra línea, pero no obtuvo respuesta.
Lágrimas recorrían mis mejillas coloradas y ardientes, colgué antes de que pudiera escucharme Jesús y tiré el móvil contra el cabecero de la cama, lo tiré con tanta fuerza que se abrió en dos, me arrepentí al instante de haberlo hecho, pero ahora no pensaba en eso, sólo pensaba en aquella foto que me había mandado ese desconocido.
(Marta)
- ¡Mamá ya estoy en casa! - anuncio entrando con la pequeña Nala en brazos por la puerta principal. Mira lo que me han regalado los chicos - voy a la cocina y no encuentro a mi madre, voy a la oficina y mi padre tampoco está, así que supongo que mi hermana Sara menos.
Dejo a Nala en mi cama acurrucada para que no se caiga ni le pase nada malo, y cojo el móvil. Miro mis WhatsApp y entre ellos están los dos adosados, Jesús y Dani.
D: Mi guapetonaaa!! Muchísimas felicidades cariño, siento no haberte podido felicitar antes, ya sabes que con el programa y todo ando un poco liado. Ya te veré dentro de poco y te tiraré de las orejas como debe de ser. Disfruta de la pequeña Nala, te quiero muchísimo. ¡Felices 15! <3. 20:50 p.m.
J: Marta mi niña guapaaa!! Muchísimas felicidades cacho fea, gracias por todo lo que me has ayudado y que tengo unas ganas de abrazarte que no puedo con ellas. Espero que la gran sorpresa te haya gustado, cuídame a Nala, preciosa. Felices 15 vieja!!! <3 21:00 p.m.
J: MARTA!! TE NECESITO!! Sabes sí Cris está en casa o algo?!?! Estábamos hablando y de repente me ha colgado. Sabes sí le ha podido pasar algo?!?! Por favor respóndeme Marta, te necesito... 21:15 p.m.
Frunzo el ceño e inmediatamente llamo a Cris, pero me salta el contestador "Apagado o fuera de cober..." y colgué. ¿Le habría pasado algo? Ahora soy yo la que está preocupada, cojo una manta y después a la pequeña Nala y salgo pitando de mi casa en dirección a la de Cris, la ventaja es que estoy a diez minutos. Voy lo más rápido que puedo y me doy cuenta de que Nala está sollozando, supongo que tendrá hambre. Mierda.
Intento calmarla y me doy cuenta de que ya estoy en la calle de la casa de Cris, busco su casa desesperada y cojo la llave de repuesto que se encuentra debajo de la maceta del cáctus. Entro rápidamente y sólo escucho sollozos que provienen de la segunda planta.
- ¡Cris! - grito subiendo las escaleras de dos en dos y corriendo entro en su habitación. Me encuentro a Cris con el maquillaje corrido recorriendo su cara a causa de sus lágrimas - Cris... - susurro postrandome en la cama a su lado acariciándole la cara y quitándole los restos de maquillaje sobrante.
- ¿Por qué? ¿Por qué? - repetía una y otra vez.
- Cris tranquilízate, ¿qué ha pasado? - le digo cogiéndola por los hombros e intentando que se tranquilice, aunque está bastante alterada.
- Mi abuela, Marta. Me han mandado una foto de la esquela de mi abuela... - e inevitablemente se apoya en mí y llora desconsoladamente. Yo me he quedado en shock y sólo tengo ganas de llorar, la abuela de Cris siempre se portó muy bien con nosotras y este verano más. Lágrimas empezaron a recorrer mis pálidas mejillas y lo único que pude hacer fue abrazar con fuerza a Cris y no soltarla, y ella hizo lo mismo conmigo. Las dos estábamos en su cama sentadas llorando por la gran pérdida para Cris, y para mí también.
*
Varios días después, en Mairena...
(Jesús)
Aún seguía sin creérmelo, Lala había fallecido a cuenta de un ataque al corazón. Estaba preparándome para ir al funeral, pero antes iba a pasar a por Cris, necesitaba verla y abrazarla, e incluso llorar con ella.
- Dani - musité en un hilo de voz - ¿Vamos a por Cris y las demás?
- Vale - respondió seco.
Los dos estábamos muy dolidos ante esta pérdida, Lala Isabel siempre nos había cuidado y siempre había sido amiga de nuestros padres. Mi madre estaba realmente conmocionada y mi padre, mi padre no se lo creía aún.
Con tan sólo cruzar la calle ya estábamos en la casa de Cris, bueno, de Lala. Llamé a la puerta y el pulso me temblaba, volvería a ver a Cris de nuevo, pero no me esperaba que fuera por esta causa. Una desaliñada Tina, la madre de Cris, nos abrió la puerta. Tenía los ojos y la nariz roja de llorar, inevitablemente me abracé a ella con fuerza y mi hermano me secundó, al separarnos, los tres teníamos pequeñas lágrimas cayendo por las mejillas. Sorbí la nariz y entré, olía a Lala por todas las partes... Qué no daría yo porque estuviera aquí ahora mismo.
- Jesús, ¿estará Andrea? - me preguntó mi hermano cogiéndome el hombro.
- Seguramente - susurré - También era muy importante para ella y para Marta. Pero no pienses en eso ahora, por favor. - respondí dolido tocando un marco que había en el salón cuando Cris era pequeña, estábamos junto a ella haciendo el tonto. Desde siempre y para siempre juntos.
Subimos a la segunda planta y se escuchaban sollozos provenientes de la habitación de Cris. Me apoyé en el marco de la puerta y mi hermano asomó la cabeza por mi hombro, y pudimos ver a una Cris desolada entre Marta y Andrea, que tampoco dejaban de llorar.
- Jesús... - susurró Cris levantándose rápidamente para abalanzarse a mis brazos.
- Mi niña... - le susurro a la altura de su oído acariciándole levemente el pelo mientras Marta y Andrea me miran dolidas ante la situación que está viviendo Cris.
- Creo que... Es mejor que nos vayamos - dijo mi hermano rompiendo el hielo. Marta y Andrea aceptaron y nos dejaron solos en la habitación. Nos tumbamos en la cama y Cris tenía su cabeza apoyada sobre mi pecho, escuchando así mi dolido corazón mientras yo la sujeto por la cintura.
- Todo va a salir bien, te lo prometo. - musité agarrando su mano.
Cris asintió porque no le salían las palabras, seguía llorando desconsoladamente y no sabía como saciarlo.
*
Ya han pasado varias horas y Cris está más tranquila, aunque a la hora de enterrar a su abuela es cuando más ha llorado, e incluso ha gritado. Pero es normal, estaba demasiado unida a su abuela, era su segunda madre al igual que para mí.
Dani estaba al lado de Andrea en la misa y la abrazó cuando empezó a llorar. Fati no acudió a la misa porque no se encontraba en Sevilla, pero llamó a Cris para darle el pésame. Lo único que quería es que volviera a ser feliz, conmigo o sin mí, y si es conmigo mejor que mejor, obviamente.
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Chicas guapetonas, aquí está el siguiente. Creo que lo bueno empieza a acabarse... No sé vosotras, pero yo he llorado escribiéndolo (he puesto demasiado sentimiento en él, así que perdón sí no es como los demás y no os gusta). Bueno, en todo caso decidme sí os ha gustado o no para tomar nota; en el siguiente capítulo veréis lo que pasará entre Andrea y Dani, porque sucederá algo que cambiará las opiniones de los dos, así que atentas. Os quiero!!!!
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Imprescindible (Gemeliers)
FanfictionSegunda parte de Inolvidable (Gemeliers), Cris continúa con su vida en Salamanca junto a sus mejores amigas; Marta y Andrea. Mientras tanto en Mairena, se encuentran Jesús, Dani, Fati y Miri. Todos esperan ansiosos las vacaciones de Navidad para pod...