Con orejas de animales.
Hoseok va corriendo hacia su amigo con un par de orejas de animales de peluche en sus manos, con otras de conejo sobre su cabeza, y una sonrisa llena de ilusión en su rostro. Kihyun lo mira confundido por un momento, apartando la pajilla del jugo que está bebiendo de su boca, viendo como su amigo lleva unas orejas de gatito a su cabeza sin decirle una sola palabra.
—¿Por qué orejas de gato?—pregunta el menor sacándose lo que Hoseok le puso segundos atrás, observando el objeto de color negro que tiene entre sus manos.
—Porque no había orejas de hámster.—responde Shin sentándose a su lado en el césped.
—Yo no quiero ser un hámster, ¿por qué hámster?
Hoseok ríe ante la respuesta de su pequeño amigo.
—¿Entonces qué quieres ser?
—Mm...—Kihyun lleva una mano a su mentón para pensar, mientras sigue tomando un poco de su jugo de frutas.—Un tiburón.
—¿Un tiburón?—cuestiona el mayor.—Pero si los tiburones son malos, grandes y feos. Tú eres chiquito y adorable, Kihyunnie. Como un hámster.
—Pues tú eres sí que un tiburón.—responde un poco enojado Kihyun, con las mejillas infladas y un pequeño puchero en sus labios. Enfadado, porque su hyung no quiere que él sea un tiburón.
Ambos niños de nueve años se quedan sentados en el pasto del patio del más grande debajo de un árbol, arrancando pequeños pedacitos de este. Hoseok ve al menor que tiene las orejas de gato sobre su regazo y las toma para seguidamente volvérselas a poner. Kihyun lo mira por un momento, sin embargo esta vez no se los quita y ríe por lo lindo que se ve Shin con las orejas de conejo, realmente parece uno.
—¿Por qué tenemos que llevar esto puesto?—pregunta con curiosidad el menor.
—Porque son lindos.
—Para ti todo es lindo.—comenta el menor.
—Todo menos tú.—se burla Hoseok ganándose un golpe por parte de su amigo.—¡Sólo bromeo!—ríe sonoramente.—Kihyunnie es el gatito más lindo que existe en el mundo.
—¿No dijiste que soy un hámster?
—Pero ahora no tienes orejas de hámster, ¿o sí?
El menor apoya su cabeza en el hombro de Hoseok, abrazándolo. Shin no duda un segundo en corresponder y envuelve a su amigo con sus brazos.
—Hoseokkie, eres un tonto.—dice Kihyun. La única respuesta que obtiene por parte del contrario, es nada más que una simple risa y un beso en su frente.