30 One-shot Challenge [KiHo] [Monsta X]

Día 27.

Cumpleaños.

-Vamos, Kiki, festeja tu cumpleaños.-ruega el mayor apoyando su cabeza en el pecho del menor, quien está hundido en un libro de suspenso. Hoseok lo mira sonriente, con un brillo en sus ojos similar al de un niño pequeño en una tienda de dulces, picando la mejilla de Kihyun con su dedo índice.-No seas aburrido, será divertido.

-No, hyung.-responde el pelinaranja cortante.-No quiero festejarlo.

-¿Y si salimos a comer?

-No.

-¿Un helado?

-No.

-¿Qué quieres que te regale?

-Nada, ¡por dios! No molestes.-bufa pegándole con el libro en la cabeza a su novio, con quien no lleva más de tres meses de relación.

La razón por la que Kihyun no quiere festejar su cumpleaños con su pareja es porque sería aburrido estando solamente ellos dos, con un pastel por terminar debido a que solo comieron dos pequeñas porciones. Su familia vive lejos y no tienen tiempo de venir a visitarlo, y sus amigos... ¿qué será de la vida de ellos? El único que estaría allí para acompañarlo sería su novio, y antes de esforzarse en pensar en algo, prefería pasar el día de su cumpleaños como un día más. Después de todo, cuanto más iba creciendo, más se daba cuenta de que no tenía sentido el soplar una vela y reunirte con familiares cuando cumples cierta cantidad de años de haber nacido.

Todo lo considera como un desperdicio.

-Luego te quejas de que te dicen amargado.-suspira Hoseok incorporándose. Cuando terminó su frase, fue el momento perfecto para que se sortee un golpe en la cabeza con un libro. Y él tiene todos los números.

Sin embargo, eso no le impidió pensar en alguna fiesta sorpresa para su novio. Sabe que solamente será él, por lo que el trabajo se le hace más sencillo. Intentó contactar con su suegra, pero lamentablemente esa mujer no puede venir al cumpleaños de su hijo, así que tuvo que seguir con su plan. Por suerte, se le ocurrió perdirle que le envíe un regalo por su parte a Kihyun así puede dárselo. Habló con el jefe de su novio, pidiéndole que el día de su cumpleaños hiciera lo posible para atrasarlo por lo menos una hora. Y el hombre, aceptó.

Para su mayor suerte, le cumplieron ese bello capricho de darle un día de descanso justo en el día de su pareja, todo será mucho más sencillo. Tenía todo planeado a tan sólo una semana de que sea el cumpleaños. Milagro fue, que Kihyun no se haya dado cuenta en ni un sólo momento ni que haya levantado sospechas. ¡Por Dios! ¡Que estamos hablando de Shin Hoseok! Ese hombre mete la pata cada vez que respira.

Entonces, al fin es la fecha esperada. Oye la alarma de Kihyun sonar y éste se despierta, quedándose cinco minutos más en cama a esperar a que todas sus neuronas conecten. El mayor finge estar dormido, viendo con un ojo apenas abierto a su novio ponerse de pie y caminando hacia el armario para cambiarse. Y sale de la habitación.

Pasa una hora antes de que escuche el portazo, indicando que él ya se había ido. Sonríe emocionado, tirando las blancas sábanas al piso de lo rápido que se levanta. Se viste, desayuna, deja la casa impecable por el cumpleaños de su tan querido Kihyun.

Lo primero que hace, una vez ya terminó de hacer los quehaceres, es ir a buscar el regalo de su suegra al correo, pidió que lo dejara ahí porque de lo contrario todo se echaría a perder. Luego de tener ese pequeño paquete de cartón en sus manos, va a comprarle pequeños regalitos a Kihyun.

Un hámster, una nueva cámara de fotos porque Kihyun no hace más que renegar con la anterior, algún accesorio y una sencilla prenda que resalte que él le pertenece no es nada caro, ¿o no? La última opción la verdad que no lo es, pero sí es ridícula.