30 One-shot Challenge [KiHo] [Monsta X]

Día 6

Vistiendo la ropa del otro.

Hoseok adora ver a Kihyun usando su su ropa cada mañana o de pijama los días en los que se quedan descansando en casa. Como le quedan sus camisas que para él es una talla más grande o lo justo, y que para el menor parece más bien que trae un vestido puesto.

Kihyun ama usar la ropa de su novio porque se le hace cómoda al quedarle suela, por lo que ni duda en ir a buscar una de sus camisetas ni bien acaba de levantarse para ir a preparar el desayuno y ser el despertador personal de Hoseok, o esos días fríos donde va a sacarle un abrigo del armario porque siente que lo abriga un poco más que los suyos, normal ya que casi y no le cubre el cuerpo completo.

Shin ni siquiera se molesta en que poco a poco Yoo vaya adueñándose de su ropa, de hecho le parece bastante adorable que lo haga. Tampoco es que se aprovecha totalmente de eso, cuando salen de casa Kihyun siempre lleva su propia ropa ya que, como no le queda tan grande y suelta, lo hace ver más presentable y no como un vagabundo. 

Entonces aquí es donde Hoseok se cuestiona: ¿cómo luciría la ropa de Kihyun en él? Ya sabe que quizás le quede un poco ajustada las camisas que usa Yoo de su talle, pero si usa las que son un poco más grandes, espera que le queden un poco más suelta.

Se levanta de la cama y camina hasta el gran armario que ambos comparten y comienza a buscar algunas prendas que crea que le van a ir bien. El menor de los dos, ahora mismo está en la cocina preparando algo de desayunar antes de que ambos salgan juntos por primera vez en un mes. Una vez que logra encontrar lo que estaba buscando, la típica camiseta blanca lisa que Kihyun usa junto con alguna camisa arriba. Hoseok se saca la prenda para seguidamente ponerse la del menor.

Creyó que le quedaría un poco más apretada, en cierto que le marca bastante sus músculos, pero no tanto como pensó en primer momento. Al verse en el espejo, se da cuenta de que no le queda para nada mal, de hecho está comenzando a considerar la idea de comenzar a comprar sus camisas del talle que usa Kihyun, porque a él le encanta lucir cada músculo de su cuerpo, tanto de piernas, como de brazos, como de torso. 

—¡Hoseok, ya está el desayuno!—la voz de su pareja lo interrumpe un momento de su atención que estaba totalmente fija en su imagen.

—¡Ya voy!—le responde.

Lleva sus manos a la parte inferior de la prenda para quitársela, y justo cuando está por pasar por su pecho, se oye un tirón proveniente de la costura de la camiseta que hizo que Hoseok pare un momento. Luego, terminó con su trabajo cuando notó que, efectivamente, le ha hecho un agujero al costado. ¿Debería avisarle a Kihyun o guardar la camiseta en el armario para pretender que no ocurrió nada? No, él no puede hacer eso, incluso cuando sabe que su novio es capaz de dejarlo en abstinencia por eso.

—Em... ¡Kihyun! —llama.

—¡¿Sí?!

—Ven rápido.

Y en menos de lo que canta un gallo, el menor abre la puerta de la habitación de ambos, encontrándose con Hoseok sin nada que cubra su torso y una camiseta blanca entre sus manos.

—¿Qué pasó?—pregunta Kihyun.

Shin alza la prenda para mostrar el agujero.

—Rompí tu camisa.

Y eso fue más que suficiente para que Hoseok tenga que ser la sirvienta de Kihyun por una semana. Aunque pudo ser peor, al menos no lo dejó en abstinencia como creía, por lo menos piensa con optimismo.