Nota: continuación del día 19. Se recomienda releer dicho capítulo antes de comenzar con este.
🐰🐹
Discutiendo.
La peor decisión que pudo tomar Hoseok fue encantar a Kihyun con un hechizo prohibido. Todo comenzó por los horribles celos que le tenía a Jooheon meses después de que el menor aceptó finalmente a salir con el mago de fuego. Sentía que se alejaba de él cada vez que lo veía sonreír junto a Lee y aquello lo estaba llevando al miedo de perder al chico que más deseaba en el mundo. Era o encantarlo, o simplemente dejarlo que se marchara. La última opción no era para nada agradable según Hoseok.
Sabía que no iba a durar para siempre, la magia en algún punto debe terminar. Tenía asumido que Kihyun se enojaría con él por ello, por mantenerlo encadenado a la fuerza hacia él, pero nada que una segunda vez no pueda arreglar.
Las lágrimas en los ojos de Kihyun ahora mismo lo confunden, porque no son de orgullo y felicidad por haber ganado, sino más bien de decepción.
—¿Un hechizo?—pregunta el menor con la voz quebrada, totalmente indignado con su novio.—¿Es en serio, Hoseok?
Cuando Hyunwoo rompió el conjuro, sintió claramente como si una cadena se rompiera en mil pedazos de sus manos y pecho, comprendiendo así todo lo que le ha ocurrido. Kihyun no es idiota, sabe muchísimo de magia, incluso más que varios que están en el consejo. Es débil, pero el conocimiento lo tiene.
Lo que más le duele de la situación es que no sabe si todo ese amor que le tenía era gracias a esa magia prohibida, o si realmente lo sintió. Desde luego que sí, pero lamentablemente esto es algo que él no lo recuerda. Lo encadenó a él en contra de su voluntad, de una manera sumamente enferma y tóxica. Estaba furioso y decepcionado.
—Kihyun, ¿podemos discutir esto en privado más tarde?—susurra Hoseok mirando a sus alrededores, sabiendo perfectamente que los dos armarán una horrible escena si todo llega a empeorar.
—Ahora.—impone el menor.
—Estamos en plena ceremonia...
—No me importa.—interrumpe con voz autoritaria.
El mayor suspira, ya de por sí ambos están llamando bastante la atención. Hace un gesto con la cabeza, indicando que Kihyun lo siga. Los dos chicos comienzan a caminar para dirigirse dentro de la academia, con los ojos del director siguiéndolos hasta que desaparecen de su campo visual.
Una vez ya están totalmente a solas dentro del edificio, justo en el pasillo de los baños en planta baja, el menor se cruza de brazos en busca de alguna explicación antes de que estalle entre insultos y lágrimas, despreciando a su futuro ex-novio más de lo que debería hacer.
El mayor de los dos teme a lo que pueda llegar a ocurrir, lo que menos desea es perder a Kihyun. Pero es lo que se merece, por ser un grandísimo estúpido que se dejó consumir por los celos hacia alguien que a lo mejor no tenía nada que ver con Yoo. Y ahora allí está, con todo el mundo que se le cae encima, aplastándolo.
Toma aire profundamente, mientras piensa alguna explicación coherente que intente apagar el fuego que siente el menor ahora mismo en su interior. Pero sabe, que será como intentar apagar un edificio con tan solo un balde de agua, es decir: imposible. La cagó a lo grande, ahora le toca afrontar las consecuencias.