Durante la mañana.
La rutina comienza con el despertador de Kihyun sonando. Con mucho esfuerzo, consigue apagarlo gracias a que su cerebro todavía sigue medio dormido-medio muerto. Se da la vuelta, acurrucándose un poco más entre las mantas en busca de dormir esos gloriosos cinco minutos más. O así suele ser los días donde toca trabajar. En los de ocio, no hace más que seguir durmiendo hasta que unos húmedos besos por la descubierta piel de su rostro, cuello, hombros o incluso pecho, lo despiertan.
Abre los ojos, se encuentra con la bella sonrisa de Hoseok y sus hermosos ojos que lo observan enternecido. Se saludan y se quedan un tiempo más en la cama. A veces charlando, otras jugando, hasta que Kihyun se pone de pie para preparar el desayuno y que vaya Hoseok detrás de él, así ambos desayunan en su dormitorio mientras miran una película o serie.
Esas mañanas son las mejores, donde no hacen más que ser la pareja más cursi y apegada al otro que puede existir. No piensan en nada más que en sus caricias, besos o abrazados que se dan. En las risas y en las bromas. Pero solo en las mañanas donde no tienen nada que hacer, que se quedan descansando en su precioso y acogedor hogar.
—¿A dónde iremos hoy?—es la pregunta que Hoseok siempre suele oír salir de los labios de Kihyun.
Y las respuestas del mayor siempre suelen ser:
—¿Quieres ir a comer?
O:
—¿Qué te parece ir a pasear por ahí?
Ya que tienen muy poco tiempo libre, la mañana la aprovechan en estar tranquilos en casa y solamente organizar su tarde donde no harán más que ir de aquí para allá, ya sea buscando un sitio para almorzar, cenar, o simplemente para dar vueltas por la ciudad.
Cuando hace frío, se quedan tapados hasta el cuello con las mantas mientras miran la televisión abrazados, dejando pasar por completo su salida. Y cuando hace calor, es lo mismo, solo que con la cama ya arreglada ya que Kihyun detesta estar acostado o sentado con las sábanas desordenadas por todo el colchón, para luego prepararse y pasar la tarde fuera de casa.
Cada mañana sin trabajo es lo mismo, mientras que los días en los que deben ir a trabajar es todo rutinario, con algún que otro mimo en el medio.
Hay veces en las que ni bien despiertan, Hoseok apoya su cabeza en el pecho del menor mientras acaricia la suave piel de su abdomen y Kihyun pasa su mano por los cabellos del mayor mientras canta algo, eso muchas veces hacen también cada vez que van a dormirse o cuando Shin tuvo un mal día.
Las mañanas de estos dos, aquellas en las que no hacen nada, no hacen más que disfrutar de la paz que sienten cada vez que están juntos.