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Ambos se encontraban frente a la puerta de Alex después de pasar todo el día deambulando y disfrutando de la vida, como Harry le había prometido.

-Bueno Rubia.-Alex se giro con las llaves en la mano para encontrarse con Harry muy cerca de ella.-El Domingo Jack y yo daremos una fiesta en nuestra casa.-Alex asintió sin entender.- Estas invitada.

-Bueno, la verdad es que no soy muy de fiestas.-Miró al suelo y escondió un mechón de pelo detrás de su oreja.

-No vas a ir por la fiesta,-Alex frunció el ceño y Harry se inclino hacia delante apoyando un brazo en la puerta, enjaulando así a Alex entre la puerta y su cuerpo.- vas a ir por mi.-Susurró con la mirada fija en los labios de la chica.

Alex, con la respiración entrecortada intento no atragantarse con su propia saliva. Alzo la cabeza para poder conectar su vista con la esmeralda de Harry, y ahí estaba. Sus ojos la penetraban, como si pudiera meterse bajo su piel solo con una mirada, sonriendo con esa sonrisa picarona, con la cual sabia de sobra que la volvía loca.

-Buenas noches, Harry.-Ni siquiera ella sabe de donde saco la fuerza para no titubear.

Alex se inclino para darle un beso en la mejilla pero el chico se apartó.-No te lo tomes  mal rubita, pero ¿un beso en la mejilla no son muchas confianzas?- Alex se quedo a cuadros, no podía creérselo.

Alex suspira y niega con la cabeza al entender que era otro de los juegos de Harry. Alex no entendía como podía permitir que Harry jugara con ella de aquella forma y aun menos como podía sentirse tan bien.

-Entonces...-Alex fue a moverse para poder abrir la puerta cuando Harry planto un beso en su mejilla. Ella se tenso bajo la suavidad de los labios de Harry y cerro los ojos. Este, al darse cuenta de la tensión en el cuerpo de la rubia, sonrió.

-Es una fiesta de disfraces.-Susurro en el oído de la chica. ella se tenso y apretó mas los ojos.-Mandare a Louis a por ti.-Dicho aquello dio media vuelta y se fue con una sonrisa al ver a la chica con los ojos cerrados. Se metio en el coche y Alex se permitió unos segundos para disfrutar del tacto de sus labios que parecían seguir presentes sobre su mejilla.

Domingo, el día había llegado. Alex se había pasado toda la mañana intentando encontrar un disfraz que no le quedara pequeño, que no estuviera roto o que no le hiciera parecer un saco de patatas, pero no hubo suerte. Por su parte los hermanos Styles, junto con sus amigos, se pasaron la mañana de un lado para otro organizándolo todo para la noche .

Pensó en llamar a Madison y a Stella pero como hacia ya mas de un mes que no mostraban interés por ella haca mucho que se había dado por vencida.  Decidió buscar en internet alguna idea para un buen disfraz que fuera sencillo y no destacara demasiado, pero tampoco encontró nada así que decidió que levaría un vestido y se inventaría algo, si es que se le ocurría.

A las ocho de la tarde Louis llamo al timbre., y Alex aun sin vestir, abrió la puerta.

-Hola Louis, pasa.- Dejo la puerta abierta para que el castaño pasara y se dio la vuelta.- Dame cinco minutos y ahora bajo.

-¿Te ayudo?-Pregunto asomando su cabeza por la puerta de la cocina ya que Alex había salido corriendo hacia el salón.

-No.-Rio y se dio la vuelta para mirar a Louis.- Creo que soy lo bastante mayorcita como para saber vestirme sola ¿no crees?

-Claro, pues te cotilleare la nevera.-Señalo a la nevera y se metió en la cocina.

Alex corrió hacia su habitación y saco el vestido negro del armario. Se cambio de ropa y maldijo después de diferentes esfuerzos por cerrarse la  cremallera sin éxito alguno. Bajo las escaleras negando con la cabeza frente a la idea de tener que pedirle ayuda a Louis.

Devilish Grin. (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora