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Había pasado una semana desde el incidente en el bar. Alexa había recibido los mensajes de sus amigas como le habían prometido. Hablaron de el tema durante los siguientes días y ambas hablaban sobre como Niall y Liam eran lo mas tierno que habían conocido. Alexa en cambio no podía decir lo mismo de Harry y Louis.

Aquella mañana Alex se despertó con ganas de un cambio, se había hartado de el color pálido de su cuarto, así que decidió comprar pintura y cambiar de color.

Su madre le había pedido que hiciera la compra antes de poder comprar la pintura, ya que a ella no le hacia mucha gracia que su hija montara aquel cristo por que se había cansado del color. Alex acepto el trato y cuando termino de hacer la compra se adentro en una tienda de pintura.

Cargando la bolsa de la compra se paro frente a una pared repleta de diferentes matices de pintura y se quedo dudando entre el azul y el verde. El matiz del color verde era esmeralda, y no pudo evitar recordar a Harry. Su estómago le daba patadas como si quisiera hacerle vomitar para hacerle saber que pensar en el era malo, y mas si pensaba de aquella manera.

Nego con la cabeza saliendo de el trance, agarro dos paletas, de un color cada una y se puso a pensar en los pros y los contras. Realmente le gustaba el color esmeralda pero cada vez que miraba la paleta se perdía en los ojos del chico que la atormentaba. El azul le parecía mas natural, el color de el cielo, armonioso.

-El azul.

Se congelo. Otra vez. Aquella voz intensa y grave la volvía a atormentar. Ni Siquiera necesitaba darse la vuelta para saber que el chico que tenía detrás era el mismo de los ojos esmeralda.

-¿Que haces aquí?-Dejo la bolsa en el suelo y se giro para mirarle.

Harry iba vestido de negro. Los pantalones ajustados como los de la semana anterior, una camiseta de manga corta negra y las gafas de sol. Su pelo bien peinado hacia atrás, y los anillos decorando sus dedos como siempre.

-Hola a ti también.-Dio un paso a delante colocándose al lado de la chica.- ¿Crees que el mundo es tuyo?-Miraba al frente mientras le hablaba. Alexa lo miraba y podía ver bajo sus gafas los ojos esmeralda moviéndose de un lado de la pared a otro.-¿Acaso no tengo derecho a estar aquí?

Alexa suspiro y volvió la mirada a los matices. Quería gritarle que le odiaba y que se alejara de ella. Pero cada vez que pensaba en su mirada intensa algo en ella daba un vuelco.

-No quería decir eso.-Susurro fijando la mirada en las paletas. De alguna forma ella esperaba que el chico no la escuchara, odiaba ser sumisa.

Sabia que eso era lo que Harry quería, que ella fuera una niña buena, que dejara de hacerse la fuerte y se comportara como realmente era, que le tuviera respeto. La mataba por dentro comportarse bien con el cuando lo único que le pasaba por la cabeza era insultarlo, pero por alguna razón el efecto que tenía aquel chico en ella no le permitía hacerlo, de algún modo le gustaba ser una niña buena con el.

-Mejor,-Estiro la mano agarrando una paleta, pero se retracto y la dejo donde estaba.- por que si no tendría que darte una lección-Se cruzo de brazos y suspiro antes de mirarla.-y la verdad es que hoy me da pereza.

Alex no le miro. Sentía su mirada ardiendo sobre ella. Apretó las paletas en sus manos con fuerza intentando quitarse el calor que su mirada le proporcionaba. Se obligaba a si misma a no mirarle, sabia que en cuanto Harry se quitara las gafas y sus ojos conectaran, ella estaría perdida y el podría hacer lo que quisiera con ella.

-Que bien.-Su voz salio en un murmuro. Se aclaro la garganta y lo miro de reojo. No podía resistirse a tal tentación.

Harry sonrió de lado provocando que un hoyuelo se le formara en la mejilla derecha. El sabia que la chica intentaba contenerse, sabia que se la tenía entre sus manos, como un pajarillo. Podía derretirla con tan solo una mirada. Pero el ya estaba acostumbrado, no era la primera chica y tampoco la última. Lo que el si sabia era que ella era diferente, era la única que luchaba contra su propia voluntad. Se obligaba a rechazarlo. Alex no era tonta, sabia que Harry no era bueno, podía notar que detrás de aquella cara angelical había un diablo bien escondido. Un diablo que había echo un buen trabajo esculpiéndose un cuerpo digno de dioses tras el cual esconderse.

-Coge el azul.-Dio la vuelta plantando su cuerpo frente a ella, con la bolsa de la compra entre sus pies.-Combina con tus ojos.-Retiro las gafas empujándolas hacia arriba, apoyándolas sobre su cabeza.

Alex se repetía una y otra vez que no levantara la vista, no podía caer. No quería caer. Pero lo hizo, no pudo evitarlo. Alzo la mirada y conecto sus ojos con los verde esmeralda que tanto la perturbaban.

-¿Y por que no el verde?-Balbuceo un poco antes de aclararse la garganta y apartar la mirada de el chico. Volvió a mirar las paletas, disimulando el color que se había adueñado de sus mejillas por el balbuceo.

Harry sonrió de nuevo y puso su mano bajo la barbilla de la chica. Alex se asusto al principio apartándose un poco. Una vez que la tenía agarrada el chico la obligo a levantar la cabeza para que esta lo mirara a los ojos, antes de que la chulería personificada hablara.

-Combina con los míos,-Soltó su barbilla una vez que estaba seguro de que Alex se había perdido en su mirada.- no hace falta que hagas tan obvio que te mueres por mi.-Le guiño un ojo y Alex sintió una patada.

Las ganas de vomitar se volvieron a adueñar de su estómago, empezó a salivar y a tragar. Se alejo un poco de Harry y bajo la mirada. Cerro los ojos y respiro repetidas veces antes de calmarse. Una vez que se le había pasado levanto la cabeza obligándose a contraatacar. Se preparo antes de hablar para que sus palabras sonaran convincentes.

-Tienes razón-Asintió con la cabeza y miro el puente de la nariz de Harry. Alex sabia que si lo miraba a los ojos se acobardaría, y sus palabras no sonarían con la fuerza que ella quería darles.- en realidad el verde esmeralda me da asco.

Harry echo la cabeza hacia atrás y se rió. Normalmente no reaccionaria de aquella forma. Normalmente la agarraría del cuello y la estamparía contra la pared para enseñarle quien mandaba, pero nunca antes le había mirado la nariz para mentirle. Aquel gesto le causo tanta gracia que se olvido de poner las cosas en su sitio.

Bajo la mirada y la observo con una sonrisa una vez que había calmado su risa. Se inclino hacia abajo dejando su cara a centímetros de la de ella. Alexa trago saliva repetidas veces sintiendo como su pulso aumentaba, tenía el corazón en la garganta. La respiración de la chica se acelero y Harry sonrió, aun mas, al ver el pecho de la muchacha subir y bajar tan deprisa.

-Intenta convencerte a ti misma.-Susurro. Alex cerro los ojos al sentir el calor de su aliento chocar contra su cara. Olía a menta, mezclado con el tabaco. Alex soltó un suspiro sintiendo la cercanía de Harry aun frente a su cara. Abrió los ojos y vio el júbilo en los ojos del chico.-El azul, gatita.-Volvió a susurrar guiñándole un ojo.

Se incorporo y se dio la vuelta cogiendo un bote de color negro, se dio la vuelta antes de alejarse hacia la caja registradora y se despidió de la chica con un saludo militar.

Alexa se quedo varios minutos estática, intentando recobrar el aire que le faltaba a sus pulmones. Suspiro repetidas veces y trago salida otras cuantas. Cogió el bote de color azul, como Harry le había sugerido. Cogió la compra y pago todo. Marcho a paso ligero hacia su casa, quería cerciorarse de que nadie la seguía. El chico de ojos esmeralda la había dejado tan tocada que tenía alucinaciones y se imaginaba que el chico andaba siguiéndola.

Por el contrario Harry sabia que el destino los unía. Alex estaba destinada a caer en sus redes y a implicarse tanto en el juego que acabaría rota, y a Harry le encantaba la idea de corromperla. De volverla mala y de hacerle daño.

Devilish Grin. (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora