Capítulo 4: ¿Conoces a esa maestra?

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Primer día de trabajo en la jefatura de policía.
Me acerco a una secretaria o algo así que me pide identificación y papeles. Levanta su teléfono y avisa que estoy aquí. Me regala una sonrisa y dice que alguien está en camino.

Un tipo como de mi edad se acerca y extiende su mano para que la tome.
-Hey, ¿Qué hay? Soy Tyler y seré quién te muestre las instalaciones y tu compañero de patrulla.
Me indica para que lo siga. Me presenta a algunas personas con las que nos topamos, me dice dónde está cada cosa y cada oficina y cuando nos acercamos a una policía mujer baja su voz para que solamente yo escuche.

–No te metas con ella porque es mi novia. –esto lo dice en voz baja y después sube su voz cuando la saluda. –Hola, amor.

Ella pone los ojos en blanco fastidiada y trato de no reírme. Creo que ella no sabe todavía que es su novia. 

-Lárgate, Posey.

-¿Qué pasa? ¿No extrañas a tu compañero preferido? –él trata de tomarla de la cintura pero ella le da un golpe en el pecho y lo empuja.

-¿Eres su nuevo compañero? –me pregunta ignorando a Tyler y yo asiento. –Cuándo lo lleves al hospital trata de no verte tan preocupado por él si no creerá que estás enamorado y no te dejará en paz.

Ella se da media vuelta echando su negro y largo cabello en la cara de Tyler.

-Aah, por favor, ¡sabes que me amas! –le grita mi compañero a su antigua compañera eso creo.

-Ten cuidado, nuevo, porque además de tu trasero, tendrás que cuidar el de Posey. –dice antes de dar la vuelta en el pasillo.

-Me ama. –se encoge de hombros.

-Se nota.

*
-Así que esta es nuestra patrulla. Acabo de lavarla la semana pasada, así que sacúdete los pies.

Golpeo mis zapatos fuerte en el pavimento y cuando me da su aprobación me meto en la patrulla. Este tipo está medio chiflado.

-No sé cómo sean las cosas en Denver pero aquí siempre hay algo que hacer. Accidentes, tipos borrachos amanecen en las aceras, robos de coches.  Las cosas nunca son aburridas.

-¿Por qué terminaste en el hospital? –pregunto.

-Bueno, Seana, la mujer que me ama pero aún no lo quiere admitir, era mi compañera, estuvimos en un asalto en una joyería una vez. Quise negociar con el ladrón pero me disparó. –se levanta la camisa y me enseña una herida en su abdomen. –Por suerte el idiota no tenía buena puntería. Bueno, Seana estaba tan preocupada que me di cuenta de lo mucho que me ama.

-¿Y por eso pidió que la cambiaran de compañero? –me burlo.

-Cállate. –me mira con los ojos entrecerrados. –Serás el primero en saber cuándo nos casemos.

Me río.

La radio del auto comienza a sonar, una voz de una mujer "hay un reporte en la calle 53 sobre gritos y cosas rompiéndose"

Tyler toma la radio para contestar –Estamos cerca. Cambio. ¿Listo para la acción? –me pregunta.

Pero no respondo nada.
Prende la sirena y acelera.
A la gente le encanta exagerar. Ni siquiera hay cosas rompiéndose cuando llegamos. Si hay gritos pero son de una mujer que está lanzando la ropa y pertenencias de al parecer su pareja o ahora ex, por la ventana de un segundo piso.

Los gritos son de él diciéndole que es una loca y que deberían hablar.

En primera, si quiere hablar con ella no debería llamarla loca.

Tyler se baja del coche e intenta averiguar que sucede. Unos segundos después lo sigo.

-¿Qué pasa aquí? Están alterando el orden público. –les informa.

-¡Arreste a esta mujer! ¡Esta es mi casa y está tirando todas mis cosas! –dice desesperado el hombre.

-A quién deben arrestar es a ti, ¡maldito promiscuo! ¡Quiero el divorcio y quiero que me des pensión para tus hijos! –grita ella desde la ventana.

Tyler intenta calmarlos y yo solo lo observo. La pareja sigue gritándose, ella sigue aventando cosas, algunas le pegan a Tyler en la cabeza. Esto es divertido pero me está cansando porque nadie llega a nada.

Me aclaro la garganta y llamo la atención de la mujer. –Disculpa, ¿cuál es tu nombre?

Se queda con la mano en el aire antes de lanzar una laptop. –Ana.

-Ok, Ana, sé que él se merece que lances todas sus cosas a la calle pero no es la forma. ¿Por qué no llamas a tu abogado y platicas las cosas para que puedas divorciarte de éste cabrón y le saques hasta la mierda si es lo que quieres?

-¿Qué? –preguntan el esposo y Tyler al mismo tiempo.

Los miro... -Odio a los infieles. –me encojo de hombros. Vuelvo a mirar a Ana y le sonrío.

Ella asiente y baja la laptop. –De acuerdo.

-Pero debes dejar de lanzar cosas y dejar que amablemente éste tipo saque todo de la casa. Te aseguro que ganarás la demanda y esta casa será tuya junto con el 70% del sueldo de él. Lo he visto en cientos de casos. Pero no puedes dejarlo sin nada. ¿Estás de acuerdo?
Ella sonríe y desaparece de la ventana. En segundos está parada en la puerta de entrada extendiendo su mano como dándole la bienvenida a su esposo. Él entra mirándome con odio.

Ella se va por unos minutos y regresa con un vaso de agua para mí. Nada para Tyler.

-Muchas gracias y perdón si alteré a los vecinos. Es solo que... acabo de descubrir que me engaña y...

-Lo sé. Es una mierda. –golpeo el hombro de Tyler para llamar su atención. –mi compañero y yo esperaremos en la patrulla hasta que su esposo se vaya.

-Gracias, oficial. Es usted muy amable. –ella toca mi brazo coqueta. –sonrío incómodo y le entrego el vaso de agua.

-Que tenga buen día. –camino con pasos largos hacia el auto con Tyler detrás de mí. Me molesta un poco por lo coqueta que se puso la mujer. Tyler se burla y yo me burlo de él y su no correspondido amor por su ex compañera.

*

-¡Al fin! ¡Por fin se acabaron las vacaciones y este pequeño demonio regresa mañana a la escuela! –es domingo y mi familia como todos los fines de semana, se junta a comer.

Mi papá llegó hace una semana y ya está instalado con Tori en su nueva casa. Me dijo que ya hay un cuarto listo para mí pero prefiero vivir con Isaac.

-¿Te gusta ir al kínder, Joey? –le pregunto a mi sobrino.

-¡Si!

-Porque está enamorado de una de las maestras que trabajan ahí. –lo molesta Julia y sirve más brócoli en el plato de Joey sin que él se dé cuenta.

-¡A que no! Es la mamá de mi amigo. Solo me gusta su pelo.

-¿A si? –le pregunto. –tú estás muy chiquito para andar enamorado.

-Que no estoy enamorado.

-Bueno, solo del pelo –se burla Julia.

Todos en la mesa nos reímos.

-Es que es como de una sirena. –dice y se mete un pedazo de brocoli en la boca.

-¿Cómo de una sirena?

-Si. ¡Como rojo o anaranjado! Y lo tiene muy largo y le brilla.

-Parece que tienes los mismos gustos que tu tío. ¿Sabías que él tuvo una novia que tenía el pelo como una sirena? –Le dice mi madre.

-¿De verdad? –me pregunta.

-Si. Era hermosa. Julia, ¿conoces a esa maestra? –le pregunto a mi hermana.

-No pero Joseph sí la ha visto. –ella me mira y parece que está adivinando mi pensamiento. –Dylan... sé lo que estás pensando pero...

-Lo sé. Es imposible.

Es imposible porque ella está muerta. Además no es como si Holland sea la única peliroja en el mundo pero ella iba a ser maestra y es imposible no pensar que esa maestra peliroja podría ser ella.


Si hay nuevas lectoras pueden buscar la primera temporada en mi perfil!
FIXES ME ❤️




Remember Me (Fixes Me II) (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora