Capítulo 38: Hay cosas que tenemos que hacer juntos.

253 20 1
                                    

3/4

Holland

Dylan se detiene en medio del estacionamiento con una sonrisa nerviosa. Siendo sincera, no sé qué hizo ahora o que hará. Tal vez me lleve a algún lugar extraño...

-¿Por qué esa cara? -entrecierro mis ojos.

Está sonriendo como si hubiera hecho algo malo o algo raro.

-Ok, eh... ¿confías en mí? -sus hombros están levantados al igual que sus cejas. Muerde su labio y espera mi respuesta...

-Depende. -me cruzo de brazos. -¿Qué hiciste?

-Primero quiero oír tu respuesta. ¿Confías en mí? ¿Sabes que estando conmigo no va a pasarte nada nunca y que voy a cuidarte con mi vida? -traga saliva.

-Dylan.

-¿Holly?

Asiento y suspiro. -Si, sé eso. Confío en ti.

-Ok, porque... no iremos en auto. -vuelve a mostrar esa sonrisa nerviosa.

¿Sería demasiado pensar que me llevará en un avión privado? ¿En un helicóptero?

Ok, ríanse todo lo que quieran pero espero que no sea lo que estoy pensando.

-¿Iremos a pie?

El niega con su cabeza. Me toma de la mano y me lleva hacia donde está estacionada una motocicleta.

Rayos.

-¿Alguna vez te has subido a una motocicleta? Son divertidas...

-Y peligrosas. -completo.

-¡Vamos! Yo te cuido. Dijiste que confiabas en mí. -Dylan junta sus manos y parpadea varias veces haciendo su cara aún mas tierna de lo que ya es.

-¿Tienes dos cascos? Si no los tienes no me subiré a...

Me calla cuando abre el "maletero" de la motocicleta y saca dos cascos.

-Dos cascos. -Pone hábilmente uno de los cascos en mi cabeza y luego se pone el suyo.

Me pregunto porque tiene dos cascos. ¿Ha subido a otras mujeres en su motocicleta? Dudo que su madre se suba con él.

-¿Cómo voy a subir si estoy usando una falda? -quiero una escusa que funcione para librarme. Podemos ir en taxi o caminando.

-Si se puede. -no espera más y se sube a la motocicleta, me mira invitándome a hacer lo mismo.

¿Qué más da? siempre hay una primera vez para todo.

Subo un poco mi falda para poder abrir bien las piernas y apoyo mis manos en los hombros de Dylan. Reviso que no haya nadie observando porque cuando levanto mi pierna para subirme se me puede ver todo.

Dylan enciende la motocicleta cuando ya estoy bien acomodada y mis brazos bien agarrados en su cintura.

No puedo evitar cerrar los ojos durante los primeros 5 minutos de camino, luego Dylan se da cuenta y me ruega que abra los ojos hasta que me convence. Mi cabeza está apoyada en su espalda.

-¿No es tan malo o sí? -pregunta.

La verdad es que no. A pesar de que mi corazón retumba dentro de mi pecho por la adrenalina y que mis brazos están entumiéndose de lo fuerte que estoy abrazando la cintura de Dylan, estoy disfrutando del viaje.

Dylan se detiene en el estacionamiento de la playa y yo me siento feliz de que haya parado.

Cuando mis pies tocan el suelo, siento como mis rodillas tiemblan y empiezo a reírme. Es una extraña sensación y siento que pueden fallarme en cualquier momento.

-¿Ves? Fue divertido, ¡estás riéndote! -él comienza a reírse también.

-Es que mis rodillas están temblando. -sigo riendo.

Dylan me toma las manos como si supiera que siento que podría caer.

Camino despacio con Dylan ayudándome hasta que mis piernas se sienten normal otra vez. Caminamos en la arena, despacio y con nuestras manos entrelazadas.

-Quiero llevarte a otro lado más tarde pero todavía no está abierto, ¿te importa si solo caminamos y platicamos aquí? -pregunta.

-Podemos sentarnos a ver como se pudre un plátano y no me importará en lo absoluto mientras esté contigo.

Sonríe hasta que sus ojos se hacen muy pequeños.

Después de caminar unos minutos, terminamos quitándonos nuestros zapatos para que nuestros pies se mojen con la marea. La arena se siente muy bien con cada paso que doy, me relaja.

-Hay cosas que tenemos que hacer juntos. Que son muy importantes. -dice moviendo su dedo índice como un padre dándole una charla a su hija.

-¿A sí? ¿Qué cosas?

-1: enseñarte a conducir. Sin miedo.

-Es que... no es que me de miedo, es solo que no nací para conducir. -si me da miedo, la verdad. Y me da mucho más miedo si recuerdo que mi falta de memoria se debe a un accidente automovilístico.

-Aprenderás bien. Ok, número 2: Tengo que enseñarte a defenderte. No puedo andar tranquilo por la vida sabiendo que fuiste amenazada por tu ex prometido y que no tienes ninguna idea de como defenderte.

Yo asiento.

Eso si me gustaría hacer. Quiero aprender a defenderme a mí o a mi hijo si corremos algún peligro.

-De acuerdo. Pero, ¿en dónde vas a enseñarme? -no puede ser en mi casa definitivamente. Dayana se volvería loca si me ve en la sala con Dylan lanzando golpes o patadas.

-Mmm... buena pregunta. -nos sentamos en la arena, donde no nos alcanza la marea. -Bueno Isaac tiene en su departamento un pequeño gimnasio. Podríamos hacer sus aparatos a un lado y entrenar ahí.

-Genial.

-Podríamos hacerlo por las tardes... y los fines de semana podemos salir a pasear, con Dylan o solo los dos. -se encoge de hombros.

-Suena bien. -me encojo de hombros también.

Parecemos dos adolescentes, poniéndonos nerviosos con cada mirada coqueta que nos lanzamos. A veces las manos de Dylan sudan. Y el aparenta ser muy seguro y carismático pero noto sus nervios con el sudor de sus manos  o cuando mueve sus piernas mucho cuando estamos sentados.

-¿Me dirás a donde iremos?

-Quiero llevarte a la feria. -me mira sonriendo tímido.

Me encantaría ir a la feria. Recuerdo vagamente que fui con Allison y Isaac cuando vivíamos en Lake City. No recuerdo mucho, mas bien casi nada.

-¿A la feria? ¿de verdad?

-Si quieres podemos ir a otro lado...

-¡No! ¡Quiero ir a la feria! Fui hace mucho pero la verdad no recuerdo nada.

-Allison me dijo que eres buena lanzando canastas. Que ganaste un enorme oso de peluche cuando fueron juntas.

-¿En serio? No recuerdo.

-Vamos, abrirán dentro de 30 minutos.

Se levanta primero y luego me ayuda a ponerme de pie. Caminamos despacio disfrutando de la brisa que se siente, tomados de la mano.

Cuando llegamos a su motocicleta, mi estómago empieza a doler por los nervios pero me obligo a subirme de nuevo.

Esta vez disfruto un poco más el recorrido, recargando mi barbilla en el hombro de Dylan y mirando hacia el frente.

El estacionamiento de la feria ya está lleno, tuvimos que dar varias vueltas para encontrar un lugar libre.

Me emociona ver todos esos puestos de juegos, comida y cosas que venden. Toda la gente sonríe a sus acompañantes, niños o pareja. Me esfuerzo por recordar la vez que fui a una con Allison y Isaac pero no puedo pensar en algo que hice.

Esta vez me aseguraré de no olvidar ningún detalle. 

Remember Me (Fixes Me II) (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora