Capitulo 11: O sea que no tiene tiempo para ti.

287 24 0
                                    

Holland

-¿Me perdonas? –hago la cara más tierna frente a Alex por tener que cancelar nuestra salida a cenar. Allison me llamó de última hora para pedirme que la acompañara a buscar un vestido para una boda a la que está invitada.

-Sí, preciosa, no te preocupes. De todas formas tengo que estudiar un caso que se está poniendo difícil aunque sabemos que voy a ganarlo. –presume.

Es muy egocéntrico a veces. Es una de las cosas que no me gustan de él.
Me despido y sale de mi casa. Dayana se quedará cuidando a Dylan mientras yo voy con Allison, a veces me siento un poco mal por mi hijo porque no tiene con quién jugar. Espero que Chris se apure y le dé un primo.

¡Sí, claro!

Si no está en la universidad local, está con sus amigos. Nunca le hemos conocido una novia formal. Creo que es un poco mujeriego. Para que tenga un hijo, falta muchísimo.

*¿Y por qué no le das un hermano?* escucho una vozecita dentro de mi mente.
Sacudo mi cabeza para no pensar en eso ahora.

Va a pasar algún día ¿no? Voy a ser la esposa de Alex y el querrá tener un hijo que tenga su sangre.

Todavía no puedo imaginarme viviendo con él y con mi hijo como una familia. Él no le tiene mucha paciencia a Dylan, deberá aprender a convivir con él.

Allison me marca para decirme que está afuera, que no quiere pasar para no perder más tiempo.

Tomo mi bolso y salgo para subirme a su camioneta.

Baja el volumen del estéreo –perdón por pedirte esto a última hora. Es que la boda es mañana y el vestido que había comprado… ¡estaba roto! ¿Puedes creerlo?

-¿Por qué no lo cambias o lo regresas?

-Porque tiré el recibo de pago. ¡Qué tonta!  -golpea el volante.

Conduce hasta el centro comercial y casi me lleva arrastrando. Va caminando muy rápido. Apenas son las 12 del mediodía.
Entramos a un par de tiendas y se prueba todos los vestidos que puede, según ella, todos le gustan y no se puede decidir.

-Necesito comer algo. –deja todos los vestidos que había escogido en un aparador y entrelaza su brazo con el mío. -Vamos al área de comida.

Vuelve a llevarme a pasos rápidos al área de comida. ¡Es como si tuviera mucha prisa!

-¿Qué comerás?

-Un Subway. –mueve su pierna debajo de la mesa como si estuviera ansiosa por algo y voltea hacia todos lados.

-¿Oye qué…?

soy interrumpida por una voz que dice mi nombre a mis espaldas.

-¿Holland?

Me muevo para poder ver quién está detrás de mí. Es el oficial de policía. Dylan. Pero no está solo… ¡es Isaac!

-Ho… hola. ¿Isaac? –me pongo de pie para abrazarlo. Mi amiga no estará contenta con que yo abrace tan amistosamente a su ex, pero ¡woow! Ha pasado muchísimo tiempo.

-Hola, Holland. –corresponde mi abrazo y cuando me suelta su mirada se encuentra con la de Allison.

-¿Ustedes se conocen? –pregunta Dylan confundido, señalándonos a ambos.

-Íbamos a la misma preparatoria en Colorado. –respondo a Dylan.

-Eh… Allison, ¿no saludarás a Isaac? –le doy la espalda a Isaac y a Dylan para ver a mi amiga y comunicarnos con nuestras miradas.
Es como si yo le dijera que se levante de esa maldita silla para que pueda saludar a su ex novio.

Mi amiga se muerde su labio y se levanta de su silla para acercarse a Isaac.

Ambos dudan en si darse solamente la mano o darse un abrazo. Terminan en un abrazo que solo dura dos segundos porque ella se aleja demasiado rápido.

Es un momento un poco incómodo.

-Oh… Allison, él es el oficial Dylan. Su sobrino es Joey, el amiguito de mi hijo. Em… Ofi… Dylan, ella es mi mejor amiga, Allison.
Ambos estrechan su mano.

-Mucho gusto. –dice Dylan sonriendo. –¿Entonces, todos eran amigos?

-Si. ¿Quieren sentarse? Apenas íbamos a comer. –los invito al mismo tiempo que me siento.

Dylan me toma la palabra y saca una de las sillas para sentarse. Allison y Isaac siguen parados mirándose.

-O si quieren… pueden hablar a solas o…

-Si. Necesito hablar contigo, Isaac. –dice mi amiga.

Isaac se ve un poco indiferente. Como si estuviera enojado con Allison. Según ella, cuando terminaron quedaron en buenos términos pero no parece que sea así.

-Por favor, Isaac. –dice en voz baja.
Isaac asiente y comienza a caminar con Allison unos pasos atrás.

Solo nos quedamos Dylan y yo.

-¿Ellos eran novios o algo así? –pregunta.

-Si. –ahora que mi amiga no está, me siento un poco nerviosa estando con Dylan a solas. –Pero creo que se siguen queriendo.

-Sí, eso parece. –voltea a ver por donde se fueron mis amigos y después vuelve a mirarme.

Sus ojos son preciosos. Grandes y de color claro. Se parecen un poco a los de mi hijo.

-Bueno, no sé si la invitación a acompañarte siga en pie después de que Isaac se fuera con tu amiga. Si quieres me voy… -comienza a levantarse.

-No, no. Puedes quedarte. –casi lo digo como si estuviera muy apurada antes de que el crea que quiero que se vaya.

Él sonríe y vuelve a sentarse en la silla cómodamente.

-¿Y mi nuevo sobrino? –dice jugando.

-En casa con… mi mamá. Preferí dejarlo porque con Allison las cosas siempre son muy rápido. Ella camina como si siempre tuviera prisa.

-Con Isaac es igual.  –pone sus brazos en la mesa y se inclina un poco hacia el frente. Poniéndose más cómodo.

-A veces me da un poco de lástima porque en mi casa no tiene con quien jugar. Lo único son sus juguetes pero se aburre a veces. –acomodo mi cabello sobre mi hombro izquierdo y pongo mis manos en mi regazo porque siento que me sudan un poco.

¡No puede ser que esté nerviosa!

-Lo sé, Joey también se aburre mucho. Mi hermana y mi cuñado siempre están trabajando. Yo soy el único que juega con él. Creo que lo estoy mal influenciando un poco. Siempre quiere jugar con armas de juguete.
Ambos reímos.

-Ni siquiera pasas tiempo con mi hijo y también lo estás mal influenciando. Todo el tiempo se la pasa diciendo que va a ser policía y detective.

-Perdón. –se encoge de hombros fingiendo estar apenado. Pero sé que le gusta que le diga esto. –Cuando quieras puedes llamarme y si no estoy trabajando puedo llevar a Joey a tu casa o recoger a Dylan y llevarlo a la casa de mi hermana. Mi compañero tiene su carro propio así que yo me llevo la patrulla a mi casa.

-O yo puedo recoger a Joey o llevar a mi hijo.

-Es más fácil que lo haga yo porque tú no tienes auto. –hace un gesto como diciendo “oops”. 

-Si tengo carro. Otra cosa es que no sé conducir… tan bien. –entrecierro mis ojos.

-¿Te da miedo?

-Tal vez. –pongo mis brazos en la pequeña mesa al igual que él. –No, en realidad no sé porque se me ocurrió comprar un carro estándar y la verdad aún no controlo el maldito embrague.

Dylan comienza a reírse a carcajadas.

-No me causa nada de gracia.

De verdad, no encuentro el chiste.

-Perdón es que… es divertido escuchar a una maestra de kínder maldiciendo. –se burla.

-Qué bobo. –lo miro seria pero quiero reírme también. Su risa me agrada. Él me agrada mucho.

-¿Y porque no le pides a tu prometido que te ayude a practicar?

-Porque… bueno… su trabajo es un poco demandante.  –es la verdad. El tiene que leer y releer los casos de sus clientes para poder ganar las demandas. Alex  nunca pierde un caso.

-Ah, o sea que no tiene tiempo para ti.

Remember Me (Fixes Me II) (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora