Remember Me (Fixes Me II) (TERMINADA)

Capítulo 23: ¿quién está llorando?

Maratón 1/5!!!!

Dylan

-Eres rara. Estamos como a 30 grados y estás usando bufanda. -digo. 

-No es una bufanda, es una mascada. Es la moda. –da un pequeño golpe en mi pecho con su mano echa un puño.

-Aaaaah. -la conozco lo suficiente como para saber que está mintiendo.

-Mami podemos ir a casa de Joey!?-pregunta mi hijo.

-Si, miss por favor!! -insiste Joey.

-No, no, chicos. Es lunes, hay que hacer tarea y...

-Están en preescolar -me río. -no tienen tarea.

-Claro que tienen. –señala la pizarra que está colgada en la puerta del salón de los niños.

-Mmm... un dibujo de tu animal favorito? ¡Eso se hace en cinco minutos! -trueno mis dedos y los niños me imitan.

-Dylan, no estaría bien... –habla entre dientes, mirándome

-Solo estará mi mamá. Mi hermana y mi cuñado están trabajando.

-Es que no...

-Miss, por favor... -vuelve a pedirle Joey.

-Comeremos allá. -sigo insistiendo.

-¡Por favor, mami! así sabremos donde viven y puedes llevarme después.

Ella duda, pero la derrotamos. Somos tres contra una!

-¡Está bien! Pero solo un ratito y vas a portarte bien, ¿ok? -le dice a nuestro hijo. -no harás travesuras si no, no volverás a ir a casa de nadie.

-Ok, mami. -Nos subimos a la patrulla y conduzco a casa de Julia.

Holland mantiene tranquilo a Dylan agarradolo de la mano cuando entramos a la casa. Mi mamá como que estaba espiando por la ventana porque de pronto está parada frente a nosotros. Tiene los ojos como si quisiera llorar y está mirando a Dylan y a Holland.

–Má, ella es miss Holland y él es su hijo, Dylan del que tanto ha hablado Joey. –le digo y trato de que me mire para decirle que se calme pero no despega su vista de los invitados. Se acerca a Holland y la abraza. Ella se ve sorprendida y extrañada.

Después se agacha y abraza a Dylan. Dylan rodea con sus bracitos el cuerpo de su abuela y se ríe.

-Oye, que te he dicho de abrazar así a la gente. Los asustas. –le digo a mi madre.

Ella se endereza y me mira como si estuviera disculpándose. -lo siento. Es que... me gusta abrazar a la gente. ¿Qué puedo decir?

-¡A mí también! –dice Dylan, mi hijo. 

Mi mama ríe tiernamente. -¿Pueden esperar en el comedor? –ella señala la mesa del comedor. –Dylan, ayúdame a servir la comida. -Toma mi brazo y me jala hacia la cocina.

Suelta un pequeño gritito que solo es escuchado por las hormigas. –¡es igual a ti cuando tenías su edad! ¡Es hermoso!

-Mamá, por favor no vayas a llorar. –me rio.

-¿Quién está llorando? –me golpea con un trapo y prepara los recipientes con la comida para llevarla al comedor.

-Así que... ¿Cómo te va en el trabajo? –le pregunta mi mamá a Holland para hacer un poco de plática.

-Muy bien. Me gusta mucho ser maestra. –dice tímida.

-¿Miss, sabías que mi abuela también era maestra? –dice Joey.