Memories [Lee Taeyong] (HIATUS)

3

-¡Un brindis por mi amiga! -gritó Hyekyo a todo pulmón. Chocamos nuestros vasos con Soju y bebimos. Me ardía la garganta.

Solo tomé eso en toda la noche, sabía que si metía un poquito más de alcohol en mi cuerpo no podría ni mantenerme en pie, por el contrario, mis dos amigos se atiborraron de toda clase de bebidas y comidas.

Al final tuve que acompañarles a cada uno a sus casas, porque si no no llegaban.

Decidí volver andando a mi casa después de haber dejado a Hyekyo y a Doyoung en las suyas, tampoco era tan tarde, así que no pasaría nada si vuelvo a pie.

Llegué sana y salva, como predije, prendí mi televisor e hice zapping, no había nada bueno así apagué la tele y me quedé mirando por la ventana. Desde ella se veía el jardín de Taeyong, la ventana de su cocina y la ventana de su cuarto.

Dejé de mirar y subí a mi habitación. Seguía sin creerme que ya tenía trabajo, y pensar que mi madre me dijo que ser escritora no tenía salida hoy en día, pues que sepas que hay una editorial que quiere mis novelas.

[...]

Volví a tocar a la puerta de la casa de Taeyong y seguía sin abrirme, iba a tocar una tercera vez y él abrió la puerta, ocasionando que le diera en el ojo.

-¡Perdón!

-No pasa nada, tranquila.

No pasa nada dijo, diez minutos más tarde yo estaba sentada con él en el sofá poniéndole una pomada para evitar que su ojo se pusiese más morado de lo que ya estaba.

-De verdad que lo siento -le repetí una vez más.

-Tranquila, de verdad, he pasado por cosas peores.

-Creo que mejor no pregunto -se rió.

-Mejor no, moriría de vergüenza.

Después de eso subimos y seguimos abriendo cajas y colocando cosas, aún recuerdo cuando tuve que hacer esto hace un año, cuando me mudé, el tiempo pasa tan rápidamente.

Eran las once de la noche y por fin acabamos la planta de arriba.

-¿Quieres algo de comer?

-No, no hace falta, en mi casa tengo comida.

-De verdad, es para compensarte por tu ayuda.

-Bueno, si quieeeres.

-No me molesta, en serio.

Fue a la cocina y yo fui detrás de él. Cogió algunas cosas de la nevera y empezó a cocinar ramen. No era de esos de bote que hacía yo, el estaba mezclando ingredientes y haciendo un montón de cosas para hacer lo que yo hago en cinco minutos con un paquete de ramen y polvitos.

-Aquí está -dijo poniéndome el plato en frente mío. Olía delicioso y tenía mucha mejor pinta de los que hago yo con toda mi profesionalidad.

Estábamos en la barra de la encimera, así que se puso a mi lado a comer.

-Estaba muy bueno -dije al acabar el plato- en serio, dame la receta.

-Con mucho gusto -sonrío- De todos modos así es más sano.

-Ya, igual tanto polvo no es bueno para la salud.

-Y tampoco lo es acostarse tan tarde, son más de las doce, deberías volver a tu casa.

-Cierto, nos vemos mañana para acabar, no lo olvides.

-Tranquila, no lo haré.

Es raro como había cogido confianza con Taeyong en cuestión de poco más de una semana de habernos visto por primera vez. Me gustaba la idea de tener un amigo más.