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Me desperté en mi cuarto, el reloj que estaba en mi mesilla marcaba las nueve de la mañana. Intenté levantarme pero la cabeza me empezó a doler en cuanto lo intenté.

-¿Taehee? ¿Te encuentras mejor?

-S-Si.

La persona del sillón se levantó y subió las persianas. Era Taeyong.

-Ayer te desmayaste -habrá notado mi cara de confusión cuando le vi- Doyoung se fue a visitar a tu amiga al hospital y me pidió que cuidara de ti, vendrá a verte a las once.

-Ah.

-Te subo algo de comer y me voy.

Salió de mi habitación y diez minutos más tarde me subió unas tostadas con mantequilla y mermelada y un vaso con agua.

-Gracias.

-De nada. -salió de mi cuarto y oí como se cerraba la puerta de la entrada.

Me tomé el desayuno y cuando lo acabé cogí mi móvil y le marqué a Doyoung.

-Hola -me contestó- ¿estás mejor?

-Si, ¿viste a Hyekyo?

-Si, sigue inconsciente, ahora mismo estoy con ella.

-Pues voy ahora, espera que me cambio.

-Avisaré a Taeyong para que te acompañe, no quiero que te pase nada -siempre tan preocupado por mi.

-No hace falta, ya me encuentro mejor.

-Tarde, ya le envié un mensaje.

-Pues nada, me cambiaré... ¡No debiste avisarle! Se acaba de ir de aquí, no quiero serle molestia.

-No creo que le moleste, me dijo que te podía ayudar en lo que necesitases.

-Ok... pues me cambiaré y voy.

-Nos vemos más tarde.

Colgué y abrí mi armario, cogí una sudadera gris y unos vaqueros oscuros rotos en las rodillas, me di una ducha y me cambié rápidamente.

Me prometí no llorar cuando viese a Hyekyo, sé que me sería difícil, casi imposible, pero igual iba a intentarlo, me puse mis zapatillas y cerré con llave antes de tocar a la puerta de Taeyong. Me abrió a los pocos segundos.

-Doyoung me avisó para que te acompañase, ¿avisaste de que hoy no irías a trabajar?

-No, ahora lo hago.

Taeyong cerró su puerta y fuimos andando en silencio hacia la parada. Pude notar que no había dormido bien esa noche ya que no dejaba de bostezar.

[...]

El autobús llegó y nos subimos a él enseguida. Estaba deseando ver a Hyekyo aunque siga inconsciente.

Vi que Taeyong se había quedado dormido con la cabeza pegada al cristal, ¿no habrá dormido por quedarse cuidándome?

Por momentos se daba ligeros golpes en la cabeza, así que la tomé delicadamente y la puse sobre mi hombro, se acomodó y siguió durmiendo.

Con los ojos cerrados parecía un bebé, se veía tranquilo y relajado.

En quince minutos habíamos llegado al hospital.

-Taeyong -le toqué el hombro- Ya llegamos.

Se despertó y se rascó la cabeza mientras bostezaba.

-¿Cómo llegué a tu hombro? -preguntó algo confundido.

-Te quedaste dormido y con el movimiento del autobús tu cabeza llegó a mi hombro -mentí, me avergonzaba decirle la verdad.

-Oh.

Bajamos y nos adentramos en el edificio. Habían algunos médicos que iban deprisa de un lado a otro, también pacientes y sus familiares.

-Hola -dije acercándome a recepción- ¿Me podría decir en qué habitación se encuentra Im Hyekyo?

-¿Es un familiar?

-No, soy su amiga, vengo a verla mientras su familia está de camino.

-Vale, se encuentra en la habitación 237, cuarta planta.

-Muchas gracias.

Taeyong y yo subimos por el ascensor a la habitación indicada, la encontramos y llamamos a la puerta.

-¿Taehee? -dijo Doyoung mientras me asomaba por la puerta, me dio tiempo a verle limpiándose lágrimas de la cara.

-¿Cómo está? -dije aguantándome las ganas de llorar, no me gustaba ver a mi mejor amiga en ese estado.

-Sigue sin despertar, pero los doctores dicen que va mejorando, puede que despierte...

No le dio tiempo a acabar la frase porque una de las máquinas conectadas a mi amiga empezó a hacer mucho ruido. Yo me acerqué a mi amiga y los médicos empezaron a entrar, Taeyong me tuvo que agarrar para alejarme mientras veía como se llevaban la camilla en la que estaba mi mejor amiga.

Memories [Lee Taeyong] (HIATUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora