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Apagué mi portátil después de guardar el último capítulo que había escrito, lo guardé en mi bolso y recogí todas mis cosas.

La novela que estaba escribiendo no me convencía del todo, pero tengo que acabarla antes de fin de año.

-Kim Taehee, la estaba buscando.

-¿Si?

-Si, me gustaría echarle un vistazo a su novela, ¿cuántos capítulos lleva?

-Voy por el tercero.

-Vale, cuando termine de escribir el décimo capítulo avíseme para leerlo, debo asegurarme de que esté bien.

-Vale -hice una reverencia- Debo irme.

-Pues váyase. -hice una reverencia una vez más y salí del edificio.

Paré en un Starbucks y me tomé un frapuccino de chocolate. Me senté y esperé a que llegase el bus que me llevaría de vuelta a casa.

[...]

-¿Ya llamaste a Hyekyo? -le pregunté a Doyoung mientras me ponía unos pendientes.

Mi amigo había llegado a mi casa una hora antes y no dejaba de comer todo lo que encontraba por la cocina.

-Si, ya viene, está de camino.

-¿Viene en moto?

-Me suena que me dijo que sí.

-Yo ya le dije que dejase ese aparato del demonio -dije seria- Me da miedo que algún día le pase algo.

-Tranquila, seguro que no le pasará nada, ella lleva montando en moto mucho tiempo, sabe lo que está haciendo -intentó tranquilizarme Doyoung.

-Ya, ¿pero y si algún día le pasa algo? No podría vivir sin Hyekyo.

-Yo tampoco, pero mejor dejemos este tema de lado, ¿a dónde vamos a ir a comer?

-A un restaurante Argentino, ya sabes cuantas veces a dicho que quiere ir a uno.

-Entonces no haremos lo de siempre.

-Nope.

-¿No debería haber llegado ya?

-Seguro que hay atasco, eso hora punta.

-Debe ser eso.

Estuvimos esperando una hora y media más.

-Si hubiese venido andando ya habría llegado -dije un tanto nerviosa.

-La voy a llamar -Doyoung sacó su teléfono y marcó su número, lo puso en altavoz.

Un timbrazo, dos, tres, no contestaba. Mi amigo volvió a llamar, no contestaba. Una vez más, al segundo timbrazo alguien lo cogió.

-¡Hyekyo! Qué alivio.

-¿Son sus amigos? -dijo una voz desconocida.

-Si -respondí temerosa, no quiero pensar lo peor.

-Soy un médico del Centro médico Asan, no hemos podido contactar con sus familiares cercanos, pero si ustedes pueden díganles que la señorita Im Hyekyo ha sufrido un accidente automovilístico, no está grave pero sigue inconsciente.

No pude aguantar más las lágrimas y empecé a llorar, a Doyoung también se le veían los ojos llorosos, pero el le contestó al doctor.

-Muchas gracias por avisar, ¿podríamos ir a verla?

-Si, ningún problema.

Colgó y me abrazó.

La tarde se había estropeado, al igual que el cumpleaños de mi mejor amiga. Me separé de mi mejor amigo y fui a la cocina a beber agua me serví un vaso, pero no bebí de él y tiré el agua por el lavabo. Volví al salón y vi a Doyoung secándose una lágrima del rostro.

-Vamos a verla -me dijo.

-Si.

Me levanté sin ganas del sofá y me puse mis zapatos.

Salimos y cerré con llave.

No había dejado de llorar desde que nos dijeron la mala noticia y empezaba a notar la falta de líquido en mi cuerpo.

-Hol...¿qué os pasa? -nos cruzamos con Taeyong mientras íbamos al coche con Doyoung.

-Nada.

Empecé a ver negro y sentí como caía. Ambos chicos gritaban mi nombre pero no podía responder.

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La gente llama a esto belleza

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Memories [Lee Taeyong] (HIATUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora