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Al volver a mi casa no pude evitar pensar en lo que creía que había sido una indirecta de parte de Taeyong, ¿pero lo había sido? Igual mi imaginación estaba inventándose cosas. Estuve pensando en eso incluso mientras miraba mi programa favorito, por lo que no pude concentrarme en él y acabé apagando la televisión. Antes de irme a mi habitación miré hacia la casa de Taeyong sin ningún motivo, pero al darme cuenta de la estupidez que estaba haciendo terminé por irme.

[...]

Habían pasado algunas semana desde que llegó Yuta y no había ningún día que no hablase con él, básicamente porque había encontrado un trabajo de camarero en el lugar donde normalmente iba a beber café.

-Bueno, ¿y qué estás escribiendo hoy?

-El capítulo de diez.

-¿El diez? Ayer ibas por el octavo, no me digas que no has dormido.

-Tú no lo entenderás, pero cuando a un escritor nos da un brote de imaginación no se puede desperdiciar, espero que al releerlo no me arrepienta de lo que he escrito y lo borre.

-Pues déjame leerlo a mi. -se puso a mi lado, lo suficientemente cerca como para poder oler su colonia y ver lo concentrado que estaba en la lectura del capítulo.

-Todavía no está acabado -le dije.

-Ya... pero está muy bien, no lo digo porque sea tu amigo, pero está muy bien, aunque la historia de la protagonista es un poco triste.

-¿De verdad te gusta? -el asintió- Pero no has leído los capítulos anteriores.

-Error, sí los he leído, ayer cuando te fuiste al baño me lo guardé en un USB para poder leerlo.

-No sé si pegarte por eso, no deberías haberlo hecho.

-Lo sé, sé que está mal, pero comprende que la curiosidad casi me mata, quería saber que es lo que te mantiene tan entretenida en tu ordenador.

-Ajá... oye, ¿no deberías volver a trabajar? Te van a despedir.

-¡Cierto, el trabajo! Nos vemos más tarde, donde siempre. Adiós.

-Adiós.

Salió disparado hacia la caja y empezó a trabajar bajo la mirada de desaprobación de su compañero. La verdad, creo que ya le habrían despedido si no fuese por su imagen y su capacidad de atraer a muchos clientes nuevos cada día, porque todos caen por los encantos de Nakamoto Yuta.

Revisé la hora y vi que ya me tocaba entrar a la oficina. Recogí mis cosas y me despedí de Yuta desde la lejanía.

Siempre venía con él y me iba con él, no me importaba despertarme un poco más temprano si venía acompañada por él, era agradable no ir sola todos los días.

Entré justo a la hora al edificio donde trabajaba y volví a escribir.

-Kim Taehee, -dijo alguien llamando a la puerta- ¿se puede?

-¡Adelante! -entró el director y me levanté para recibirlo con una reverencia.

-¿Ya tiene los capítulos que le pedí?

-Si, justo hace unos minutos acabé el décimo.

-Me alegro de que ya lo haya acabado, envíemelo por correo para poder darle mi opinión, además, normalmente no suelo dar tanto tiempo para que escriban, pero después de ver su talento para escribir sabía que valía la pena esperar, como ya lo ha acabado le dejo que se vaya más temprano.

-Muchas gracias -volví a hacer una reverencia y se fue.

~

Quiero que vuelva el Taeyong de pelo rosa 🤧

Quiero que vuelva el Taeyong de pelo rosa 🤧

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Memories [Lee Taeyong] (HIATUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora