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Primer día de trabajo, ¿que debería llevar?

Me di una ducha rápida, me sequé el cabello y me lo peiné lo mejor posible, me puse una falda negra y una blusa blanca, la primera impresión importaba, y no quería fastidiarla.

Salí de mi casa y fui andando a la parada de autobús. Me senté y esperé durante unos minutos a que llegase. Subí al autobús y me puse a escribir en notas algunas ideas para una posible novela.

-¡Taehee!

-Oh, hola Hyekyo.

-Ya veo que te has arreglado para tu primer día de trabajo.

-Si, las primeras impresiones dejan huella en la gente, así que he decidido ir arreglada y voy a intentar ser puntual por lo menos esta semana.

-Es mejor que seas puntual siempre, a mi me han echado de varios trabajos por ser impuntual.

-Pues entonces seré puntual siempre -dije riéndome- La verdad, no quiero perder este puesto, llevo años soñando con trabajar allí.

-Pues suerte en tu primer día, yo me bajo aquí, adiós -se despidió con la mano y se bajó del bus. Yo me bajé un par de paradas después.

[...]

Ya llevaba dos semanas con mi nueva rutina, y la verdad, no me disgustaba.

Mi puesto de trabajo era muy tranquilo, tenía a mi disposición una máquina de café, podía ir al restaurante a comer o sacar sándwiches de una máquina que estaba al lado de mi oficina. Lo mejor es que podía estar todo el día escribiendo borradores y el tiempo se me pasaba volando.

Estaba a punto de cumplir 23 años, me faltaban cuatro meses y no me podía quejar, tenía una buena casa, un buen empleo y unos amigos que no cambiaría por nada del mundo.

Decidí volver caminando a mi casa ese día porque salí temprano, había empezado un incendio en la cafetería y nos dejaron volver a casa más temprano.

En el camino pude observar el cielo, las nubes, los niños jugando e incluso me paré a acariciar algunos perritos. Esto es lo que echaba de menos, al ahora salir tarde de la oficina me perdía todas estas cosas que solía hacer.

Al llegar a mi puerta me encontré a Taeyong sentado en frente de ella.

-Hola Taeyong.

-¡Taehee! Qué alivio, que estés bien, oí lo del incendio y he estado esperando aquí desde entonces.

-Estás loco, hace mucho frío y llevarás esperando aquí mucho tiempo. Entra.

Le empujé hacia adentro contra su voluntad mientras me decía que no pasaba nada y que estaba bien.

Le senté en un taburete que había al lado de la península y le obligué a esperar mientras le hacía un café.

[...]

-Bueno Taehee, muchas gracias por el café, pero me debo ir, ya es tarde y tú mañana tienes que trabajar, así que me voy. Buenas noches.

-Buenas noches Taeyong -dije despidiéndome con la mano mientras él salía por la puerta.

Me gustaba la compañía de Taeyong, era un buen vecino, no hacía ruido, además se estaba haciendo mi amigo, en pocas palabras, era el vecino perfecto.

Memories [Lee Taeyong] (HIATUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora