CAPITULO XXVIII.

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Su vida había sido dura desde niña, era ese estilo de vida en donde te tenían vigilada hasta por las narices. Era un tanto difícil cuando se tenían todas las miradas de los altos mandos en su persona esperando algo de ella aunque por si misma pensara que no podría salir nada bueno de lo que hiciese. Y ahora estaba ahí, recibiendo a una buena compañera que recibiría un castigo injusto por palabras injustas. Los pies de la chica estaban sucios, su cabello estaba sucio y a pesar de que era de color negro como el de blancas nieves tenía mucha basura en él y sus mejillas igual estaban sucias. Sus ropas se habían teñido de un color neutro y aburrido, Aledis miró a Grace no con pena como ella lo hubiese esperado, sino con algo de reproche y coraje en su ser, casi había volado la escena en cámara lenta antes de que Aledis girara su cabeza al frente para llegar al lugar donde cumpliría con el castigo que acababan de otorgarle.

Grace camino lentamente por el pasillo mientras seguía a Aledis acompañada por cuatro guardas hasta que ellos tuvieron que girar a la izquierda por otro pasillo que estaba por ahí, siguió andando sin siquiera darle una última mirada a Aledis quien a su vez solo tenía la cabeza gacha. Mientras caminaba se topó con Carleth y su madre quienes estaban prácticamente sentadas en el suelo mientras se susurraban cosas con cara seria, tal vez demasiado serias para que Carleth tuviera marcas de lágrimas corridas en sus mejillas. Se acercó lentamente provocando que Carleth la viera por el rabillo del ojo y se levantara de inmediato alertando a su madre para que hiciera lo mismo que ella.

–Si no están muy ocupadas debemos entrar... Están... Apunto de comenzar– dijo la chica degradando su voz hasta desaparecer en aquel pasillo medio vacío excepto por las tres personas que se encontraban paradas.

– ¿Qué es lo que están a punto de comenzar? – preguntó Carleth a las dos mujeres a su alrededor sin obtener respuesta. Su madre la tomó del brazo guiándola a la habitación mientras que por detrás con la cabeza gacha estaba Grace intentando mentalizarse de que todo aquello que estaban haciendo requería un sacrificio... Y aquel era uno de aquellos sacrificios que se debían hacer por la buena causa... ¿Qué pensaría Darian de todo esto? Echó una risa irónica, seguramente su inexpresividad lo diría todo... En cuanto a Carleth, siendo tan diferente a él, seguramente se pondría loca.

En este periodo tan corto de tiempo, Grace se había percatado de muchos defectos y virtudes de la chica. No porque fuera la mujer más observadora del planeta sino porque a su parecer resaltaban demasiado pero nadie se había atrevido a plantarle cara y decírselos. Ella era una persona totalmente distinta y aunque si bien la estimaba, necesitaba cobrar conciencia de quien era en realidad y como podría aplicar esos defectos y virtudes en algo bueno. Recordar que ya no era una persona "normal" y que nunca lo había sido, que cada cosa que hiciera podría bien acabar con la vida de todos los que la apoyaban e incluso peor, acabar con la vida de Reve. Últimamente había tenido la posibilidad de hablar con ella para reflexionar sobre el tema, sin embargo, estando en esa situación ahora se iba a complicar mucho más, ya que, la cara de Aledis reflejaba demasiado reproche en su ser y esa sería la misma expresión que podría ofrecerle la chica que ahora mismo tenía al lado derecho.

–Explíquenme ¿Qué es lo que esta pasando? – preguntó la chica al par de mujeres que simplemente miraban al frente sin decir palabra, cosa que a Carleth le estaba molestando demasiado. Entonces cuando simplemente estaba a punto de girarse para gritarles más cosas apareció Aledis siendo un manojo de mugre, sin camisa y simplemente su cabello le cubría los senos –¿Pero qué...?– antes de que pudiera terminar la frase uno de los guardias le dio una patada en la espalda de la chica haciendo que está cayera de rodillas hacía un poste de láser que al detectar a la chica no la soltó ni por un segundo a pesar de que Aledis hacía esfuerzos en vano por soltarse –¡¿Qué significa esto?! ¡Díganme! – gritó la chica con los ojos bien abiertos mirando a Aledis tirada en el suelo mientras muchos soldados estaban detrás de ella alistando unos pequeños tubos.

Viajeros del Sueño: Línea De Almas. [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora