CAPITULO XXIV.

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Sus manos estaban llenas de sangre, por todas partes hasta dentro de sus uñas larga y con el barniz desgastado. La cabeza de aquel hombre estaba a unos metros de ella viéndola como lo que realmente era, una asesina. Entonces apareció frente a ella Darian, quien con un rostro sepulcral tomo del cuello a Alisha hasta hacerla añicos, ella sabía que habia que detenerse porque ambos eran monstruos salidos de una historia en la que no pidieron ser incluidos. El sudor en el rostro de Carleth brillaba como pequeñas perlas a la que no les quedaban fuerzas para sostenerse en el gélido cuerpo de la chica quien miraba sin moverse un centímetro la escena desgarradora de los asesinatos que hace nada había cometido.

Parecía que Darian no tenía ningun problema con destrozar los cuerpo o al menos eso veía, pero su cuerpo no se sentía bien, era como un dolor y arrepentimiento que en cualquier momento podían consumirla ¿Que es lo que estaba sucediendo?

-Darian.... Darian.... ¡Basta!

La chica se levantó como pudo de su cama empapada hasta la ropa, viendo simplemente oscuridad y a su madre a un lado. Su vista se ablando pero al momento todo lo que había pasado se vino de golpe como si le diesen una cachetada para que reaccionara ante la situación, aquella mirada que alguna vez había sido dulce... ahora brillaba como el hielo, alguien que era capaz de dar en sacrificio a su propia hija no era digna de llamarse madre. La mujer abrió los ojos, contemplando a la chica empapada quien en su desespero había dejado caer un pequeño paño húmedo que reposaba en su cabeza, la cama se sentía tibia al contacto de sus dedos, lo único que esperaba era que sus poderes no se salieran de control... Había que ser cautelosos.

Entonces recordó aquella mirada del hombre que estaba jugando con su mente, esa mirada de frialdad con la que estaba matando a su tía y a ese señor que nunca supo quien era. Ahora sabía que Darian había cambiado, y tanto que no sabía si para bien o para mal, el matar a dos personas era una cosa que no podía ser vista de otra manera que algo malo.

–Si sabes que no te tienes que culpar por la muerte de tu tía ¿No es asi Leth?– comentó su madre al aire levantándose de donde estaba mientras caminaba a la ventana y la abría, era de noche, la luna brillaba de aquella manera en la que Sheryl la adoraba y aunque ella no esté aquí para verla Carleth lo sabía, había perdido a su madre pero aun asi no bajo la cabeza al ayudar a quien la mató.

Su madre parecía estar inmersa en un mundo donde solo existía la lucha y nada más, ese mundo en donde solo se trata de resistir y no de vivir. Ella lo sabía desde que tiene memoria, al ver a su madre dar todo lo que no tenía por su "unica hija", no sabía que pensar en aquel momento simplemente le desagrada, en ese momento la odiaba sin más, esa pobre criatura no tenía la culpa de nacer donde lo hizo... Entonces ¿Porque abandonarla? No lo entendía, sabía que su madre tendría razones para hacerlo, había algo pero eso tendría que averiguarlo sola ya que si no quiso decirlo antes ¿Porque ahora?

–Era una persona mala, tenía personas secuestradas– fue lo único que pudo sacar de su boca sin siquiera mirarla a los ojos.

Como pudo salió de la cama de edredón café claro tocando el suelo claro y frío, haciendo que Carleth temblara un poco por un calosfrío. Sus pies desnudos caminaron hasta su baño para ver su aspecto luego de dormir dos días enteros, se había perdido tres días de escuela y si de por sí no andaba muy bien por culpa de todo el embrollo que le generaba el tema de los Viajeros del Sueño. Tenía bastantes mensajes de sus amigos queriendo saber de ella que le sorprendió nada más encender su celular, lavó su rostro con el chorro de agua transparente que corría del lavabo y uso un jabón especial que antes le había regalado Grace antes de marcharse, el color verdoso de aquel jabón había llamado la atención de la chica desde un inicio pero no había dicho palabra alguna. Incluso en otros mundos tenían productos para la piel, una sonrisa apareció en su rostro tomandose la situación un tanto ironica, esa mujer se había convertido en una amiga cercana tan solo haberla conocido unos cuantos minutos. Había muchos misterios tras esa manta que llevaba puesta como personalidad, y al parecer no era a la unica a la que le había parecido inusual ya que Ace también demostró un tipo de interés hacia la chica, aunque no quisiera demostrarlo de la misma manera que con Carleth, la sonrisa se ensanchó mucho más.

Viajeros del Sueño: Línea De Almas. [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora