Viajeros del Sueño: Línea De Almas. [Terminada]

CAPITULO XXII

La luz que irradiaba desde la puerta dejo de brillar haciendo que Aledis, Vincent, Eidan y Ace se levantaran y se acercaran a la puerta con cautela. Trent dejo sentado a Marshall luego de acomodar una de las bancas para poderlo sentar, tenía rasguños en el rostro y su cabello -¿Estas bien amigo? ¿Puedes caminar? - pregunto el pelinegro a Marshall quien sonreía irónicamente mientras se quejaba por el dolor que sentía en el estómago y asintió.

-Oigan...- dijo Eidan captando la atención de todos ahí presentes, Marshall se recargó en Trent mientras caminaban hacía la entrada de aquel laboratorio donde se suponía que había una puerta, la cual estaba a unos cinco metros de ahí chamuscada con destellos azules.

Se acercaron a donde estaba el pasillo gris metálico y largo, pero aun así había una diferencia muy grande en éste, un reflejo azul en todas partes de las cuatro paredes de aquel pasillo largo era como si una capa de hielo hubiera cubierto todo el sitio. Los primeros en avanzar fueron Ace y Vincent quienes tuvieron que ir con cuidado para no caerse ya que incluso el suelo estaba lleno de aquella escarcha resbaladiza, Trent sabía perfectamente quien había ocasionado aquello...

-Esto es obra de Darian...- dijo en un murmullo Trent, todos se giraron para mirarlo pero aunque algunos tuvieran ciertas dudas como Marshall, Eidan o... Vincent, no podía decir absolutamente nada.

Siguieron caminando hasta encontrarse en el mismo pasillo por el que minutos antes habían recorrido sin ningún peligro... o al menos al inicio, cientos de esqueletos robóticos estaban congelados en sus lugares intentando huir de algo... Algunos parecían oficiales de tránsito intentando guiar a los demás androides hacía la salida pero estaba claro que no lo habían conseguido a tiempo.

- ¿Qué sucedió aquí? - preguntó Eidan para sí mismo aun así nadie se molestó en intentar explicar lo que estaban viendo, automáticamente todos sacaron sus armas menos Eidan quien solo podía refugiarse detrás de Aledis quien se sentía un poco incomoda por la cercanía del chico.

Entonces un celular comenzó a sonar, Trent paró el paso y recargó a Marshall en una de las paredes para poder contestar, se alejó unos metros de los chicos quienes parecían ratones asustados alertas a todo lo que pudiera moverse para así poder dispararle o algo por el estilo -¿Darian? Dime por favor que todas las personas que estaban aquí no están...- el chico lo interrumpió antes de que pudiera decir cualquier barbaridad.

-Todos están bien Trent no te preocupes por eso, Carleth y yo lo cubrimos... Tienen que sacar a todos de ahí, Erick me acaba de informar que Joseph se ha enterado de que Carleth ha ido a rescatar a su amigo... Al menos tú tienes que salir de ahí- Trent asintió y sacudió la cabeza en ese mismo momento sonriendo para sí mismo dándose cuenta de que Darian no lo veía.

-Está bien pero... ¿Qué pasará con Charly? - pregunto poniendo su pulgar dentro de su cinturón en el pantalón corriendo para atrás su gabardina que llevaba puesta, se giró y se encontró a los chicos mirándolo con cierta intriga dándose cuenta de que debería colgar ya.

-Ella... seguro estará bien, yo lo sentiré si algo le pasa... si hay alerta iré personalmente por ella ¿Entendido? - a través del micrófono podía escuchar el dolor en la voz de Darian, estaba claro que algo había ocurrido al conectarse por completo hace unos minutos pero Trent no quería indagar mucho en el tema, sabía que a Darian no le gustaría.

-Te arriesgaras demasiado...- dijo Trent acercándose a los chicos quienes rápidamente se reunieron alrededor de él, simplemente para escuchar que es lo que decía pero lamentablemente para ellos, la conversación había terminado.

-Sabes muy bien que por ella estoy dispuesto a arriesgarlo todo, solo... Sal de ahí antes de que te vean, nos vemos amigo- dijo para después colgar, estaba claro que no estaba de un humor como para contestar las demás preguntas que tenía para hacerle Trent. El chico bajo el móvil y lo colocó dentro de los bolsillos escondidos en su gabardina para después mirar directamente a Eidan.