III

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Venecia:

Un año antes:

Los primeros días lo confundes con atracción, excusándote en cosas sin sentido y evitando aceptar que te gusta. Te roba el tiempo sutilmente, vive en tu cabeza aún si lo ves diario, te mueres por saber que piensa, o no piensa.

Mara creía que era solo atracción, no negaba que llamaba su atención pero no aceptaría sentir algo hacia él. Era ridículo; y ella nunca aceptaría que aquel chico fuese el amor de su vida, ¿cómo podría serlo? Ella no se imaginó de esa forma al amor.

Ambas nos encontrábamos guardando nuestros materiales luego de un largo día de prácticas, teníamos ojeras marcadas y yo solamente fantaseaba con dormir

—Te escribiré por la noche— anuncia Mara antes de apresurarse y  salir velozmente del lugar; había dicho que tenía cosas por hacer, pero no me contó qué era exactamente.

Horas más tarde me había escrito, mas no podía creer lo que me había contado. Cuando éramos adolescentes creía que él haría una linda pareja con Mara, incluso realizaba bromas al respecto, pero nunca creí que años después esto iba a suceder. Y es que sorprendía que ella se hubiese enamorado de alguien, que se hubiese enamorado… de él

1:33 A.M

“No lo sé, no creo que me guste, pero me gusta su personalidad”— mañana teníamos examen, pero nos ensimismamos en la conversación, tenía que lograr que aceptara que le gusta. Así  tendré a la pareja del año; me encanta.

“ Es gracioso"— tenía que admitir que tiene razón, es una cualidad muy notable de él

“No es lindo"— por años me ha regañado cada vez que menciono que un chico no me parece atractivo, “solo no te gusta a vos, eso no lo hace feo. Así que no puedes decir que lo es" es su argumento, lo sé de memoria

“Tiene pestañas muy largas”— no voy a negar, tengo una gran envidia por las pestañas de los chicos, suelen ser mucho más bonitas que las de las chicas.

Seguimos hablando un largo tiempo sin llegara ningún tipo de conclusión, ya que Mara estaba decidida que no sentía nada por aquel chico. Que solo era simple atracción, que se iba a olvidar rápidamente de eso. Cuan equivocada estaba.

Esto me hace pensar, los adolescentes se confunden solos, niegan sentir cualquier cosa que los saque de su zona de confort, prefieren encerrarse en un lugar seguro, donde saben que sucederá, donde nada los sorprenderá. Se esmeran en negar que los sentimientos que nacen pronto son reales, quieren creerse el cuento de que uno manda al corazón.

Cuanta mentira, cuanta hipocresía.

Un niño sabe lo que es el amor mucho más rápido que un señor de cuarenta años, el niño se esmera sabiendo que si una persona quiere a otra y la cuida, es amor.

Mientras que aquel señor piensa que primero deben conocerse, se niega a aceptar que si no se conocen de años no pueden sentir nada.

Los adolecentes de hoy en día ni siquiera quieren creer en el amor. Que horrible. Imagínense, un mundo sin amor, un mundo a blanco y negro. Nadie querría vivir ahí. Entonces, ¿porqué motivo insistes en negar tus sentimientos?

Ya sé que la palabra amor suena chocante, pareciese que encierra tanto en tan poco, pero creo debemos ser conscientes que hay interminables formas para amar. No debemos temerle a la palabra, úsenla seguido, no se abstengan en demostrar cuánto quieren a una persona.

Si no hay suficiente confianza, pues ve y haz que confíe en ti.

Si no conoces a esa persona, ve y conócela.

Si te atrae, anda y decile.

Que si te guardas todo en vos, no ganaras nada. Sufrirás sola cuando se colme el vaso y te ahogues en todo lo que querés decir.

No sufras antes de que sea el momento, no pienses demasiado antes de hacer, que pierdes tiempo. Mara tardó en decidirse. Tardó en aceptar que había algo más y que quería más.

Se embriagó de ganas de decirle las cosas y luego no supo que hacer. Perdió momentos, días, semanas y meses. No quería decidirse, no quería aceptar el inminente sentimiento que amenazaba con volarle las entrañas.

El chico era despistado, bastante he de recalcar, pero ella era una experta en el arte de ocultar lo que sentía, en negar que lo quería, en no expresar cuan rendida estaba a él.

Y no está mal caer rendida ante alguien, mientras no te pierdas a vos misma. Caer es aceptar que sientes algo, y si lo sientes debes expresarlo. Amá, en presente y en futuro, amá a los demás y ámate a vos misma.

No pierdas en equilibrio de tu vida con indecisiones, valora cada segundo que todo puede acabar de golpe. No te quedes con ganas porque te va  a consumir y luego te va a doler.

Encerrarte en tu cuarto, escuchar música y aislarte de los demás, no va a  hacer que tus sentimientos desaparezcan. No va a calmar esa ansiedad que tienes, sabes que el chico te enloquece y no aceptas ¿Qué ganas al no aceptar lo obvio? Nada, no ganas nada y perdés todo.

Donde sabes si aquel chico moría por vos y vos no queriendo aceptar que te gusta. Es simple, te gusta. No es malo, no daña a nadie, te enamoraste y punto. Ahora toca hacer algo respecto a eso, que si te quedas ahí, en tu cama sin hacer nada, él no va a llegar a tocar tu puerta.

La idea de que solo los hombres deben tomar la iniciativa es anticuada e ilógica. Todos somos personas, todos sentimos, si eres chica y sufrís de amor por él, decile. ¿Acaso vas  a esperar que mágicamente adivine tus sentimientos y venga él a declararse? No funciona así.

Dejá de llorar y hace algo por ese crush que tenés

Toska.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora