XIX

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Mara:



Sus pasos avanzaban con velocidad por los pasillos sin un rumbo fijo; Mara no estaba segura de donde podría encontrar a Isabela, si bien no es la primera vez que ingresaba a esa universidad, no está muy familiarizada con todo el lugar.

En parte, los nervios seguían presentes; pero no eran los mismos nervios que sentía con Derek, eran distintos; éstos eran de bochorno, no por miedo. Y quizá se acaba de dar cuenta del miedo ridículo que le ocasiona Derek.

Y que tal vez podría estar enamorada de él.

Venecia:

Pongamos una pausa a nuestra historia; aquí mismo, lo voy a marcar para no olvidarlo ×



Me puse a sobre analizar las actitudes de Mara; y muchos dirán que son normales, que lo normal aplica a la timidez y no es así.


Está bien ser tímida/o, o extrovertida. Y hay personas a las cuales se les facilita hablar y tener confianza con otras; mientras que a otro grupo se le dificulta más.

Pero el miedo de Mara raya la naturalidad, y se cuelga de un miedo mayor; el miedo al rechazo. A sentirse insuficiente hasta para si misma. Las horas frente al espejo gritando falta de autoestima; y el intento de amarse a si misma.

Donde lloras y lloras hasta desahogarte, sin ganar nada. Con un dolor de cabeza chocante y una resaca de pensamientos efímeros; de sueños que no sucederán, de una deslealtad consigo misma.

Porque aprender a quererse duele; pero perderse por querer a otro, destruye.


Toska.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora