Mara:
-Marcelo estuvo molestándome todo el día- comentó Cassie intentando colocar una bolsa enorme en el portabultos , la pelinegra soltó una risa divertida por la situación, Marcelo y Cassie tenían la misma personalidad; eran como una copia exacta del otro y quizá por eso no se llevaran del todo bien.
-Creo que le gustas- comentó Mara para molestarla
-Si tan solo fuese tan caliente como Robert- mencionó con una fingida aflicción, como si en realidad fuera triste eso. Y la rubia sabía que era mentira, porque Marcelo era uno de los chicos más ardientes de toda la carrera. En el curso lo nombraron cómo futuro doctor enamora-pacientes
-Chicas- el grito de Edrien las hizo voltear y ambas elevaron una ceja, el chico era un total engreído y eso lo comprobaron hoy, lo extraño fue que no lo era cuando cierta chica andaba cerca- por fin las encuentro solas- soltó un suspiro de alivio
-Se supone que éste es el momento en que tengo que preguntar si quieres algo o no, pero me vale; no te soporto- explica la rubia, sorprendiendo a ambos. El chico abrió exageradamente los labios y frunció sus cejas
-¿Te hice algo?- pregunta indignado
-Eres cómplice de Marcelo, los vi riéndose a unos metros cuando caí en su estúpida broma
-Fue idea de él, no mía- se excusó- aparte, lo traes loco Cassie- la risa de Mara acaparó toda la atención. Se reía...sin sonido
-Tu pregunta, principito- Cassie hizo referencia al libro
-Pues, No vino Venecia y y-yo- rascó su nuca con nerviosismo y sonrió- quería saber el porqué
-Tenia una cita con su novio- habló la rubia palmeando el hombro del chico, el semblante de éste cambió drásticamente
-¡Cassie!- reprochó Mara
-Perdón, tiene clases de artes, pero vendrá por la noche, te manda besos y abrazos- asegura la rubia con una sonrisa ladina. Se estaba divirtiendo de la situación; molestar a la gente es su nuevo pasatiempo favorito. Edrien sonrió abiertamente y asintió, para luego despedirse e ir nuevamente junto a los demás; quienes estaban riendo y escuchando música.
Habían terminado por hoy y el grupo estaba organizando una fogata nocturna, no tenían muchas cosas básicas para ese estilo de reuniones pero lograron armar algo y llamaron a más gente.
Alex y Chiara comenzaron a preparar algo de fuego con unas ramas que encontraron por el lugar, jactándose de cuántas medallas ganaron al ser boy scout; nadie prestaba verdadera atención a sus historias pero agradecían que supieran realizar aquello.
Era admirable luego de que Derek, Marcelo y Edrien presumieran que lograrían encender el fuego en menos de cinco minutos, y fallaran considerablemente. Fueron treinta minutos desperdiciados.
-Podemos contar historias de terror- propuso una chica, varios en la ronda negaron rápidamente. Mara suspiró audiblemente, al menos no tendría que soportar el miedo que le causan ese tipo de historias
-Mientras colocan la comida, puedo tocar un poco- propuso Edrien con una sonrisa, su humor había cambiado drásticamente. La música es algo que lo apasiona en demasía.
-Lo único que tocas son los huevos de Marcelo, a que no- se burló Cassie
Sin decir nada más, Edrien se levantó del lugar y fue corriendo junto a la vieja camioneta en la que vinieron.
-Ni siquiera vi que trajera algo- murmuró una chica castaña observando al rubio llegar con un gran bolso; tenía forma de guitarra, el chico no mentía
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Toska.
Teen FictionToska. Es un dolor sordo del alma, un anhelo sin nada que nada haya que anhelar, una añoranza enferma, una vaga inquietud, agonía mental, ansias. El deseo por algo. O donde el amor no es correspondido.