Confesiones y argumentos

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Los días comenzaron a transcurrir. JiMin había conseguido evitar a JungKook siempre que lo buscaba, a pesar de que después sentía una terrible cruda moral al escucharlo sollozar o percibir leves comentarios de sus compañeros como "JungKook parecía desanimado...".

No era su intención dañarlo, pero en realidad era incómodo para él.

Una tarde, se hallaba terminando su trabajo de literatura, cuando Lisa entró campante al dormitorio como siempre hacía.

—¿No podrías tocar de vez en cuando? —preguntó un poco molesto. —¿Qué tal si me hallara desnudo?

—Entonces mis acompañantes tendrían una linda vista —contestó tranquila.

JiMin se sorprendió al ver que ella llegaba con Jennie, Rosé y JiSoo detrás de ella. JiMin las miró interrogante.

—Tenemos que hablar contigo, JiMin.

—¿De qué?

—De JungKook —respondió JiSoo cerrando la puerta tras ella. JiMin las miró estupefacto. —¿Cuánto tiempo más vas a seguirlo lastimando?

—¿De qué hablan? ¿Ustedes...?

—JungKook les contó todo —explicó Lisa. —Y ya que tengo tan simple acceso a tu dormitorio me pidieron ayuda. Claro, ya me lo han explicado, y estoy muy molesta contigo, Park JiMin —masculló malhumorada.

JiMin se sonrojó ligeramente. O sea que su penoso y pequeño secreto ya no era tan pequeño, pero sí mucho más penoso.

—¿Por qué trataste así a JungKook? —cuestionó Jennie molesta. —¡Lo has lastimado mucho! Y lo empeoras todo al evadirlo.

—¡A mí no me gusta JungKook! —exclamó el chico a la defensiva.

—Nadie está diciendo eso... —repuso Rosé con su apagada voz y viéndolo inmutable. —Solo te estamos haciendo ver que al evadirlo lo lastimas. A él no le importa que no lo quieras igual, lo que quiere es que dejes de ignorarlo. Echa de menos tu compañía.

—Yo no quiero estar con él... —murmuró mirando hacia otro lado.

Las chicas intercambiaron miradas. Ese chico era mucho más difícil de lo que habían esperado.

—Mochi, no hagas esto, por favor —le pidió Lisa en voz baja. JiMin la miró de reojo. —JungKook es muy sensible, admito que quiere algo más que amistad, pero si a ti no te parece, sé que se conformará con solo eso...

—Es muy incómodo estar con alguien a quien le gustas, pero esto es ridículo, quiero decir... ¡es un hombre! —soltó sin poder callarlo más.

—¿Y eso es tan malo? —masculló JiSoo un tanto mordaz, mirándolo de una forma que casi intimidó a JiMin, como si le diera asco. —¿Solo porque es un chico no puede amarte? Tiene derecho de enamorase de quién sea, hombre o mujer... y ni tú, ni él, ni nadie puede cambiar un sentimiento así.

—No lo entienden...

—Claro que lo entendemos —contraatacó Rosé. —Es una vergüenza, JiMin... tan inteligente que eres, pero tienes una mente demasiado cerrada. No te estamos diciendo que lo quieras, te estamos diciendo que lo aceptes como es y continúes siendo su amigo. Si lo estás evitando de esta manera, es solamente porque eres un inmaduro que no puede afrontar la realidad, y el amor entre hombres es una realidad. Te recuerdo que JungKook tiene sentimientos y esperanzas. Al menos deja de aniquilar de forma tan cruel alguna de esas dos cosas.

—Kookie es muy bueno... —continuó Lisa. —No seas tan malo con él, no se lo merece...

JiMin continuaba silencioso. Las chicas se miraron y parecieron conformes con sus palabras. Sin decirle nada más, fueron saliendo del dormitorio, dejando a JiMin completamente solo, y más frío que un témpano de hielo.

¿Acaso tu corazón palpita? || JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora