¿Acaso tu corazón palpita? || Jikook

¿Suposiciones...?

La tarde del día siguiente, JiMin se hallaba en su dormitorio; sus clases ya habían terminado. NamJoon dormía, Jin aún estaba en clase y HoSeok había salido a comprar algo.

Sus vecinos del dormitorio 204 habían estado muy callados, al parecer habían salido a algún lado porque tanto silencio era inusual.

JiMin estaba inquieto. Había leído su libro antes de lo que esperaba, y aún tenía una semana para hacer el análisis literario. No había nada que hacer.

—Nam... ¿estás dormido? —preguntó en voz bajita, mirando la cama de su compañero, que tenía a lado.

—¿Ah? —NamJoon levantó la cabeza de su almohada, totalmente somnoliento y con el cabello despeinado.

—Ah, solo quería saber si no querías salir o algo... —murmuró apenado.

—No me molestes JiMin, quiero dormir. —gruñó acostándose de nuevo.

JiMin puso los ojos en blanco y se levantó de la cama.

—Voy a salir, tal vez busque a Lisa —le notificó, colocándose su abrigo.

NamJoon soltó un gruñido afirmativo, mientras JiMin salía.

No había dado ni un paso afuera cuando escuchó algo caer en el dormitorio vecino y una voz familiar que exclamaba: "¡Mierda!".

Intrigado, se acercó y tocó la puerta dos veces. Hubo un corto silencio y de repente, JungKook le abrió la puerta. Al verlo, pareció asustarse, porqué retrocedió casi inconscientemente.

—Ho-hola... —balbuceó.

—Hola JungKook... escuché que algo se caía, ¿estás bien?

JungKook abrió un poco los ojos y lo miró sin contestar.

—Me refiero a que... —se apresuró a decir JiMin. —Que si todo está bien...

—Se me cayeron los discos que TaeHyung tenía apilados. —murmuró apesumbrado. —Si no los organizo antes de que vuelvan van a colgarme de la ventana con las agujetas de mis tenis.

—Puedo ayudarte, si quieres —se ofreció riendo por el comentario.

JungKook dudó. JiMin parecía muy despreocupado, pero ofrecía su ayuda amablemente. JungKook suspiró y se hizo a un lado para que pasara.

Adentro, JiMin se dio cuenta de lo desordenados que sus vecinos eran.

—Todo está muy... diferente a lo que esperaba... —comentó cortésmente.

—Este lugar es un basurero —blasfemó JungKook tranquilamente.

JiMin no dijo nada, aunque estuvo de acuerdo.

Ambos estuvieron organizando los discos en una pila, a lado de la cama de TaeHyung mientras charlaban.

—¿Y qué tal el libro? —le preguntó JiMin.

—Ah, bueno... no está tan mal. —musitó el otro evasivo.

—¿Ya entregaste tu resumen?

—Sí, ya lo hice... —JiMin lo miró esperando a que continuara. JungKook agachó la cabeza para tomar más discos del suelo, sintiendo su cara arder de pena. —Saqué un nueve... —dijo en voz baja.

—Te dije que era sencillo —sonrió JiMin.

—Gracias.

Lo dijo en voz baja y sin mirarlo, sin duda, agradecer o tragarse su orgullo (que para él venía siendo casi lo mismo), le costaba bastante trabajo.