Y entonces fueron tres...

622 44 17
                                    

[Narra JiMin]

Yo era una víctima inocente en todo esto, ni su llanto, ni los sollozos que a veces se colaban hasta mi habitación me harían cambiar de opinión.

Yo me hallaba dormido tranquilamente cuando sin poder evitarlo sentí algo, m'<s específicamente a alguien, a JungKook.

¡El desgraciado me estaba besando!

¿Qué le ocurría? ¿Qué había en su cabeza cuando lo hizo? ¿Qué hacía encima de mí? ¿Cuánto tiempo llevaba así?

El temor de pensar si me había hecho algo mientras dormía desapareció cuando recordé el beso.

No pude evitar besarlo de vuelta al sentir que era mi deber. Sí. Porque lo era, les parezca irreverente, estúpido o cruel. JungKook es un gran chico y odiaba perder su amistad de esa manera. Era obvio que lo que él sentía por mí era pura atracción sexual, hormonas, magnetismo animal. No había forma de que se enamorara de mí, quiero decir, si ni siquiera una chica podía encontrar algo decente en mí, ¿por qué lo haría un hombre? ¿Por qué lo haría JungKook?

"Si ninguna chica se fija en ti, y un hombre si lo hace, ¿no será porqué quizás no estás hecho para las mujeres?"

Me arrepentí de recordar esas palabras, esas palabras que ese imbécil tan cínicamente me había dicho. Era tan despreciable recordarlo, mejor sacudí mi cabeza y me concentré en mi problema, llamado "JungKook" y apellidado "Me quiere".

Le seguí el juego por el bien de ambos. De verdad que había guardado la esperanza de que sus sentimientos no fueran más que lujuriosos deseos hacia mi persona, así mi cuenta estaría saldada, seríamos los mismos de antes.

Pero el tiro me salió por la culata. ¿Por qué JungKook insistía con esto? Realmente era molesto para mí, ahora no tendría su amistad de nuevo, solo al dolido homosexual llorándome y maldiciéndome.

Me sorprendí de mi forma tan despectiva y amarga de pensar, esa no era mi intención, no sé qué me ocurría en realidad.

Quizás si él no tuviera ninguna otra opción más que mi amistad, si yo tuviera a alguien.

Y su rostro apareció en mi mente.

Claro, ¿por qué no lo había pensado antes? Era la primera chica con la que realmente socializaba al punto de sentir algo por su forma de ser y no únicamente su físico, ya que solo con eso me conformaba al mirar a una chica.

Todo parecía más coherente ahora, si yo lograba que se volviera mi novia, entonces JungKook no tendría de otra que ser únicamente mi amigo, sin insinuaciones o pensamientos incómodos sobre nosotros.

Una gran sonrisa apareció en mi rostro. Mañana sería un largo, largo día.


[Narra JungKook]

La vida nunca pareció más gris a mis ojos. Sinceramente, era difícil decir si me hallaba vivo, muerto, o siquiera me encontraba ahí.

El amor es como una enfermedad, puede ser desde una sencilla y pasajera como gripa, hasta quizás un agonizante y tortuoso cáncer que aniquila tu interior lentamente, porque ese era mi tipo de enfermedad, un cáncer tan fuerte y destructivo, que no eran necesarias las quimioterapias para verme en estado deplorable, solo las crueles palabras y acciones de mi tirano JiMin.

Porque yo sufría los síntomas, pasaba de suspirar y soñar con él, a odiarlo, desearle increíble dolor (me conformaba con que se asemejara un poco al mío, ya que tanto dolor no se lo desearía ni a EunJae), y luego me arrepentía, volvía a suspirar, esta vez con tristeza y derramaba tristes lágrimas sobre mis manos entrelazadas.

¿Acaso tu corazón palpita? || JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora