¿Amor mío?

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Advertencia: En este capítulo odiarán a Park JiMin. Lee bajo tu propio consentimiento.


[Narra JungKook]

Bueno, hay que admitirlo. Las cosas podrían estar mucho peor.

Pero no lo estaban.

JiMin bien pudo haber dejado de hablarme o quizás hasta evitarme toda la vida, y sin embargo se hallaba besándome de forma apasionada, diciéndome en pausas, increíblemente cortas, que me adoraba.





Está bien, está bien... dejé volar mi imaginación.

Sé que si eso ocurriera yo sería tan feliz como un avaro en una tienda de rebajas exageradas, o hasta más, pero me conformaba con mi modesta sonrisa, ya que eran las once y media de la noche, y a mi lado tenía la fantasía de cualquier persona coherente, sentados los dos en el sillón mientras veíamos televisión.

No compartíamos nada más, solo el desgastado sillón y un silencio que había reinado desde que JiMin me había dicho que yo escogiera que ver.

El sillón para tres personas, que yo no solía utilizar, (ya que a la hora de ver televisión con mis compañeros, prefería la cómoda alfombra) me parecía tan enorme, bueno, solamente porque yo no podía creer que la distancia entre él y yo fuera de medio metro, y aun así me parecía que estaba demasiado lejos.

No estoy seguro ni qué canal estábamos viendo, yo lo observaba de reojo a cada rato.

Siempre tan tranquilo, tan sencillo, y aun así tan indiferente conmigo.

Se había medio hundido entre ese cómodo hueco entre el reposabrazos y el respaldo suave del sillón, con los párpados pesándole ligeramente, sin retirar la vista de la pantalla, cuya luz era la única que alumbraba la penumbra de la habitación.

—¿Está bien ese canal? —pregunté rompiendo el silencio.

Porque siempre tenía que ser yo, claro... por él, nos quedaríamos en silencio hasta que amaneciera. Eso me frustraba, yo sabía que no había esperanzas, él me lo había dicho, pero yo siempre eh sido ingenuo, siempre eh deseado más de lo que puedo tener.

—Sí...

Clásica respuesta monosilábica. Tan simple, tan corta, tan carente de importancia.

Aún no sé cómo contuve el bufido que estuve por soltar, solo sé que, a partir de ese momento, el silencio volvió a ser absoluto.

Ya eran las doce y media cuando salí de ese monótono trance. Fue como perderme en mi cabeza, pero curiosamente no pasaba nada por ella en ese tiempo. Es una de esas ocasiones en las que simplemente pareciera que te desconectas del mundo y todo se queda en blanco, es como ausentarse sin saberlo.

Al volver a la realidad me di cuenta de la hora. Al día siguiente era sábado, por lo que no me importaba que tan tarde fuera, pero al ver a JiMin, me percaté de que los desvelos no eran algo que él soliera efectuar.

Seguía en ese cómodo hueco entre el respaldo y el reposabrazos, ocupando este último con su codo, dejando caer su mano lánguida a un lado. El otro brazo lo tenía sobre su estómago, y la cabeza la tenía recargada contra el respaldo, con la boca entre abierta por un poco, durmiendo profundamente.

Su pausada respiración y el sonido del televisor era todo lo que había.

Llámenme marica, cursi, o lo que quieran, pero no pude evitar soltar un corto "Awww" al verlo en ese estado. Nadie podría, era simplemente adorable.

¿Acaso tu corazón palpita? || JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora