Dulce Venganza ©

C A P I T U LO 5

¡Hola tú!

Les traigo otro capítulo, y este es mucho más largo que los anteriores. Las cosas empiezan a ponerse serias. ¡Uy! ¿Creen que lograrán mantener oculto lo suyo por más tiempo?

PD: Les tengo buenas noticias y es que pronto subiré el capítulo de WYAAD, la inspiración ha llegado y solo me falta retocarlo. 
PD2: Disculpad las faltas ortográficas.

Besos,

Maddie.

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Caminaba por los pasillos de la estación junto con Keith, Caleb y Brandon mientras miraba el folio que llevaba en las manos. Era un caso que llevaba meses pidiendo y por fin me lo habían concedido. Los chicos me miraban con clara confusión, quizá estaban seguros de que saltaría de la emoción al verme en el caso.

—¿Qué te pasa, idiota? Desde que te asignaron el caso no pareces muy contento, a pesar de que fuiste tú quien no dejó de tocarle las pelotas al comandante para que te la asignara. —comentó Brandon, sonreí divertido.

—Estoy contento, ¿tengo que ponerme a dar saltitos? —respondí burlón. Caleb frunció sus labios con diversión.

—Lo has hecho. —comentó Caleb conteniendo la risotada por lo que lo miré fulminante.

—Me ha interesado el caso desde el inicio, así que sí lo estoy. —respondí encogiéndome de hombros. Me sentí incómodo ante las miradas especulativas de mis amigos.

—¿No será que lo que no te ha gustado es el tiempo de duración? —cuestionó Keith mirándome con los ojos entrecerrados. Touché.

—¿Por qué habría de molestarme? Es de una a dos semanas, he estado en casos de hasta tres meses. —respondí intentando aparentar.

—Ya, pero para ese entonces no tenías una chica. —canturreó Caleb, le miré incrédulo.

—¿¡Qué dices!? No estoy saliendo con nadie. —exclamé más fuerte de lo que debería llamando la atención de ellos.

Mierda.

—Has dejado de tomar turnos dobles. —comentó Brandon con tranquilidad.

—Cuando estás libre, no hay quién te encuentre. —prosiguió Keith cruzado de brazos.

—Incluso un par de veces has llegado oliendo a jabón de mujer, señal de que has estado duchándote en casa de ella tras haber pasado la noche juntos, claro. —finalizó Caleb sonriendo con burla. Al verme en silencio procesando sus palabras, prosiguió: —Lo que no acabamos de entender es por qué nunca la mencionas, lo que nos hace pensar que estás saliendo con una mujer casada.

—¡No está casada! —exclamé rápidamente para luego golpearme la frente al ver sus expresiones de triunfo, caí en su trampa como tremendo capullo— ¡Y no he aceptado lo que dicen!

—Puedes negarlo todo lo que quieras, pero no te creemos un coño. En todo caso te creo el hecho de que no está casada, te conozco y sé que tú no eres de los que se metería en medio de una relación. —comentó Keith sonriendo. Escuchar esas palabras frente a Brandon y ver que éste sonreía asintiendo, me hizo sentir la persona más miserable de la historia. Estaba traicionando de la peor forma a uno de mis mejores amigos.

Farfullé la primera excusa que se me ocurrió y me alejé de ahí a toda velocidad. Necesitaba despejar mi mente.

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