Dulce Venganza ©

C A P I T U L O 6

¡Hola tú! 

Les traigo otro capítulo, esta vez es más corto pero era necesario. Las cosas se está saliendo de control. Veamos qué pasará en el próximo. 🌚
PD: Disculpad las faltas ortográficas.
PD2: No subiré más capítulos de DV, este será el último (por eso lo subí del tirón a pesar de haber actualizado ayer) hasta terminar WYAAD. 
PD3: Del 1 al 10, ¿cuánto me odian?💔

Besos,

Maddie.

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┌ IAN ┐

Suspiré por enésima vez en el día.

No podía creer mi mala suerte. Pensé que me darían otro día de descanso por mi herida, pero me equivoqué. Me encontraba en una ceremonia del gobierno la cual debía proteger a toda costa. Nadie podía entrar sin identificación, ni salir sin ella. Me encontraba junto con Caleb en la entrada principal, ridículamente con el uniforme de la CIA puesto. ¿No podíamos vestirnos como alguien de la ceremonia y proteger desde adentro como infiltrados? Estar con el uniforme llamaba demasiado la atención.

Keith y Brandon se encontraban en la entrada de la gran sala donde se llevaba a cabo la ceremonia. Nos separaba un gran y largo pasillo demasiado lujoso para mi gusto. Miré a Caleb que se encontraba con la misma expresión aburrida que yo. Caleb me devolvió la mirada y ambos soltamos un suspiro de aburrimiento al unísono. Caleb miró hacia el pasillo y no había nadie, por lo que volvió a mirarme.

—No hay absolutamente nadie. —comentó mordiéndose el labio— ¿Y si nos fugamos?

—Si pudiera, ya lo hubiese hecho. ¿No crees? —cuestioné rodando los ojos, Caleb gimió en frustración.

—Estoy desperdiciando el tiempo esperando que algún capullo aparezca cuando podría estar cómodamente disfrutando de una tarde con Avery. —solté una carcajada ante su tono depresivo.

—Te creo. —me limité a responder. Caleb miró hacia atrás de nuevo y a sus alrededores como si estuviese buscando algo o a alguien.

—¿Y tú qué?

—¿Yo qué? —volvió a mirar a sus alrededores como si estuviera asegurándose de que no había nadie.

—¿Cuándo piensas decirme con quién sales? —cuestionó enarcando una ceja. Solté una risotada tratando de ocultar mi nerviosismo.

—¿Por qué quieres saberlo?

—Soy tu mejor amigo, y me atrevo a apostar que lo soy más que Brandon y Keith. —enarcó una ceja desafiante, me reí entre dientes y asentí— Bien, entonces dime con quién sales.

—No creo que sea lo correcto, Caleb. —murmuré tragando saliva.

—¿Por qué? —cuestionó frunciendo los labios, con tono lastimero añadió: —Pensé que era tu mejor amigo...

—No vengas con chantajes emocionales. —protesté a lo que él sonrió divertido— Lo eres, idiota, pero esta vez no puedo decírtelo.

—¿Por qué? —inquirió entrecerrando los ojos.

—Ella... —dudé en continuar— no quiere que nadie lo sepa.

—¿Por qué?

—¿Puedes parar con los por qué? —me quejé comenzando a irritarme.

—¿¡Por qué!? —exclamó exasperado haciéndome reír.

—Entre menos personas lo sepan, mejor. —me limité a responder mirando a mi alrededor asegurándome de que nadie estaba cerca. Tomé la botella de agua que estaba a mi costado y le di un trago.