Dulce Venganza ©

C A P I T U L O 15

¡Hola tú!

Les traigo otro capítulo, que también es algo corto. Da pequeñitos saltos entre hora y hora, por eso los [ ... ] por ahí colocados. Sólo les pido dos cosas, que les guste... y no me odiéis. 
PD: Disculpad las faltas ortográficas.
PD2: Mirad el vídeo hasta el minuto 0:33, para que tengáis una leve idea. 
PD3: Repito, no me odiéis. 

Besos,

Maddie.

----------------------

┌ SAMANTHA ┐

Había perdido la cuenta del tiempo que llevaba en el tráfico de camino al hospital junto a Brandon. En la radio habían dicho que, durante un operativo de la CIA que resultó exitoso al final, había varios policías heridos y una muerte. Se me paralizó el corazón ante el hecho de que no sabía nada más de Ian y la mente me jugaba sucio al imaginar que esa muerte fuera la de él.

No solo estaba preocupada por él, sino en su escuadrón como tal por lo que Avery había dicho. Caleb también estaba herido, pero no sabía su gravedad ni la de Ian. Me preguntaba una y otra vez la gravedad de sus estados mientras le pedía a Dios que estén estables, y que al menos Keith y los demás estuvieran bien ya que no sabía de ellos, o que las heridas no fuesen tan graves.

Cuando llegamos al hospital y Brandon aparcó, salí disparada sin esperarle. Corrí hasta la sala de espera, donde localicé a Hannah sola allí porque supuse que los compañeros del operativo tenían que prestar declaración y culminar el papeleo que correspondía a uno así. Estaba verdaderamente desesperada por noticias, buenas noticias, así que cuando vi que la puerta doble se abría y salía un doctor, me apresuré a llegar a su lado.

—Familiares de Ian Miller. —llamó el doctor. Tropecé con una señora por lo que me disculpé viendo como Hannah se acercaba a él.

—Yo soy su... —Hannah pareció sonrojarse y añadió: —su novia.

—Eso no es cierto. —protesté apresurándome a llegar hasta ellos.

No era necesario para Hannah girarse para saber quién acababa de llegar, sabía tan bien como yo que me reconocería en cualquier lugar. Estaba segura de que no le sorprendió mucho mi presencia pero sí la de Brandon —que llegó a mi lado casi enseguida— porque sabía lo que pasaba entre Ian y yo, así que estaba segura que la presencia del otro implicado era un poco desconcertante para ella. No le permití siquiera pensar detenidamente lo que pasaba porque me hice de inmediato con el control de la situación luego de lanzarle una mirada fría que llevaba claro el mensaje de lárgate de aquí.

—Ella no es nada de Ian. —exclamé con seguridad. Sin importarme que estuviera Brandon, añadí: —En cambio, yo soy su esposa.

El mensaje era demasiado claro como para ser ignorado o buscar otras lecturas. Más que establecerle al doctor mi derecho a la información, le estaba dejando claro a Hannah mi papel en la vida de Ian y diciéndole que no había lugar para ella en ese lugar, aunque en cierto punto era mentira. Hannah pareció dislocada ante mi declaración mientras observaba a Brandon, quien mantenía una pose neutral mientras esperaba cruzado de brazos noticias de Ian sin importarle lo más mínimo lo que yo había dicho, ambos teniendo en claro que lo nuestro había terminado.

—Bien... —el doctor pareció dudar— La cirugía acaba de terminar, pero no tendremos un pronóstico seguro hasta que pasen las setenta y dos horas.