C A P I T U L O 1

4.4K 243 10
                                    

¡Hola tú! 

Les traigo el primer capítulo porque adivinen, ¡Hoy es mi cumpleaños #18! 🖤

Así que como mi regalo (y también para ustedes) decidí subir el primer capítulo de mi segunda novela que como ya mencioné, comenzaré a subir cuando termine WYAAG (hoy es la excepción).

Votad y comentad, compartid con vuestros amigos y dejadme saber si os va gustando.
PD: Disfrutad ese sensual gif 🌚 y disculpad las faltas ortográficas🙈

Besos, 

Maddie.

----------------


Los rayos del sol se filtraban a través de las delgadas cortinas que cubrían el gran ventanal de nuestro apartamento. Digo nuestro porque vivo aquí hace dos años junto con mi novio y hace un par de meses, ahora prometido. Me senté en la cama mientras dejaba escapar un bostezo. Anoche llegué tan cansada de la empresa que me tiré a la cama nada más llegar.

Aquella era una mañana como cualquier otra. Un día como otro, que no significaba ningún cambio para uno ni para el país entero. No para mí. Cuando bajé los pies de la cama, toqué una tela suave con el talón. Me agaché para recoger aquél pedazo de tela mientras que con ambas manos la estiré frente a mi rostro.

Una tanga.

Una maldita tanga que no es mía. Brandon llegó a mi mente y apreté mi mandíbula hasta que me dolieron los dientes. No podía creerlo. Se atrevió a hacerlo otra vez, el muy descarado lo ha hecho en nuestro apartamento y en nuestra cama. Me levanté de la cama furiosa y agarré mi móvil. Llamé a mi mejor amiga desde la infancia pero no respondió. Supuse que estaba dormida por lo que agarré las llaves del coche y salí disparada del apartamento.

~~~~~~~

Toqué varias veces el timbre hasta que escuché un grito y pasos acercándose a la puerta. Una chica de cabello rojizo y ojos verdes con expresión somnolienta me abrió la puerta.

—¿Sammy?

—Avery, esto es increíble.—protesté entrando a su apartamento y ella cerró la puerta tras de sí— ¡Lo ha hecho otra vez!

—¿De qué hablas?—le tendí la maldita tanga y ella hizo un gesto de asco—Gracias, pero yo prefiero comprar mi ropa interior.

—Amaneciste muy graciosa—gruñí enojada—No es mía, es de alguna zorra de Brandon.

—Oh.

—¿"Oh"?—la imité cabreada— ¿Es todo lo que dirás?

—¿Qué esperabas, Sam? No es la primera vez que te es infiel. —se encogió de hombros dirigiéndose a la cocina por lo que la seguí.

—¡Prometió no hacerlo otra vez!

—¡¿Quién en su sano juicio le creería a un infiel, Sam?!—gritó sorprendiéndome. Tenía sus cejas fruncidas y me miró molesta.—Lo ha hecho antes, y lo seguirá haciendo porque tú no le diste un alto. Lo perdonaste, Sam.

—Yo...

—Solo tienes dos opciones, Sammy. Lo dejas o sigue siendo la idiota con los cuernos de un ciervo.—gruñí ante la idea.

—No. No se lo dejaré tan fácil.—respondí con mil pensamientos cruzándose por mi mente.

—¿Eres tonta? ¡Va a seguir haciéndolo, Samantha!—volvió a quejarse elevando sus brazos y dejándolos caer a sus costado.

—Escucha.—me senté en el sofá— ¿Y si le soy infiel también?

—¿Estás loca?

—No, no. Es genial. —chillé emocionada, la miré y ella me miraba como si estuviera loca— Se volverá loco cuando sepa que le fui infiel.

Dulce Venganza ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora