Dulce Venganza ©

C A P I T U L O 19

¡Hola tú!

Les traigo otro capítulo que estoy segura que les encantará (o al menos eso espero). Es corto, pero efectivo y emotivo. Nos leemos.
PD: Disculpad las faltas ortográficas.
PD2: ¡Ya podéis encontrarme en Facebook como Maddie de Luque!

Besos,

Maddie.

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Sigo sin poder creerlo. El hecho de que Ian despertó luego de tanto tiempo aún me tenía conmocionada. 

En su momento había entrado en pánico cuando le escuché decir esas dos palabras. Le llamé varias veces más, pero no había despertado. Envuelta en la desesperación, llamé a Michael mientras lloraba. El susodicho no tardó en aparecer para darme consuelo.

Él y su equipo le hicieron diferentes pruebas a Ian, demostrando que lo dicho por mí era cierto y sí había despertado. Parecía que no lo había hecho ya que quedó dormido de inmediato, pero las pruebas demostraban que sí. Michael me explicó que, aunque ya no estaba en coma, quizá tomaría unas horas en levantarse nuevamente.

Ya habían pasado dos días de eso.

Me encontraba con los nervios de punta sin poder evitarlo, ansiosa en todo momento. Avery había sido dada de alta ayer junto con su bebé, a Caleb le darían el alta hoy. Avy estaba conmigo en estos momentos mientras que el pequeño Mike estaba con sus abuelos Claire y Eugene.

—Debes calmarte, Sam —miré incrédula a Avery.

—¿Que me calme? ¡Despertó y no me reconoció, Avery!

—Quizá fue algo momentáneo. —respondió mordiéndose el labio. Respiré hondo varias veces dejando caer mis hombros.

—¿Y si no lo es?

—Lo será, Sam, deja de ser tan negativa. —protestó indignada.

—Mira quién lo dice.

Avery suspiró como si el hacerme entrar en razón fuera imposible. Depositó un beso en mi mejilla y se marchó, seguramente donde Caleb. Miré mis manos que continuaban temblando en mi regazo sin poder evitarlo, Michael me había amenazado de administrarme algún calmante si yo no ponía de mi parte.

—Sam.

Elevé la vista ante la mención de mi nombre, encontrándome con Michael. Solté un suspiro y luché por controlar el temblor de mis manos.

—Hola.

—Aún no despierta. —comentó aplanando sus labios en una fina línea.

—Está bien, yo... Sólo espero que me recuerde. —murmuré afligida. Michael notó el temblor en mis manos por lo que las tomó entre las suyas.

—Nena, ya habíamos hablado de las posibilidades de que tenga amnesia.

—Sí, pero realmente conservaba la esperanza de que esas posibilidades no terminaran siendo realidad —respondí sintiendo mi labio inferior temblar. Michael frunció el ceño y las comisuras de sus labios se curvaron hacia abajo.

—Quizá es una falsa alarma. No sería el primer paciente que pasa por esto.

—¿A qué te refieres? —inquirí sorbiendo por la nariz.

—Algunos pacientes luego de un largo coma suelen despertar por un par de segundos antes de caer dormidos otra vez, sin recordar absolutamente nada.